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Un enfermero clasificó el caso del polaco como "problemática social"

El enfermero imputado en el caso de la muerte en un albergue de este joven polaco ha asegurado que la víctima no presentaba ningún síntoma y sólo quería dormir y comer.

el 13 ene 2015 / 15:37 h.

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polaco-albergueEl enfermero que atendió en la Sala de Triaje del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla a Piotr Piskozub, el joven polaco que falleció el 2 de octubre de 2013 en el centro de acogida municipal después de haber sido dado de alta en este centro hospitalario, ha declarado este martes como imputado y ha asegurado que la víctima no presentaba ningún síntoma y sólo quería dormir y comer, por lo que clasificó el motivo de su consulta como "probable problemática social". En este sentido, fuentes del caso han informado a los periodistas de que este enfermero ha comparecido como imputado ante la juez de Instrucción número 5 de Sevilla y ha puesto de manifiesto que "no sabe" cómo llegó el polaco al hospital y ni siquiera si fue trasladado en ambulancia, añadiendo que el fallecido no llevaba consigo ni informe de asistencia ni tampoco identificación alguna. Tras ello, este profesional de enfermería lo interrogó sobre el motivo de su consulta y las molestias que tuviera y el polaco contestó que "no tenía nada, que unos amigos malos lo habían dejado allí y que sólo quería dormir y comer", tras lo que pudo comprobar, observándole, que no tosía, no tenía fiebre y no expectoraba. El enfermero, que trabajaba en turnos de 12 horas de 20,00 a 8,00 horas y que sólo contaba con "minuto o minuto y medio" para clasificar a cada paciente, identificó el motivo de la consulta como problemática social y añadió a este diagnóstico "tres interrogantes", ya que "no tenía más información que aquella que le trasladaba" el paciente, tras lo que asignó al paciente a una consulta donde se encontraba de guardia el facultativo interno residente de segundo año en medicina interna, también imputado. PROTOCOLO DE ATENCION A PERSONAS SIN HOGAR Una vez finalizada la declaración, la abogada que ejerce en este caso la acusación popular en representación de APDH-A, Maribel Mora, ha señalado en declaraciones a los periodistas que "hay muchas lagunas en los protocolos de atención a las personas sin hogar" y que "es probable que lleguen sin acompañantes, sin saber por qué están allí". Al hilo de ello, la letrada ha explicado que, el pasado mes de septiembre, y al igual que ha hecho el Defensor del Pueblo Andaluz, pidieron a la Consejería de Igualdad, Salud y Políticas Sociales información sobre el anunciado cambio en dicho protocolo, "sin que hasta el momento la Consejería haya contestado" ni a APDH-A ni al propio Defensor del Pueblo. Tras la declaración de este enfermero, el próximo día 25 de febrero comparecerán como testigos ante la juez dos policías locales que recogieron al joven polaco en la calle y lo llevaron al Virgen del Rocío y un trabajador social que recogió al fallecido en el centro hospitalario para trasladarlo al albergue municipal. En esta causa, la instructora mantiene imputadas a otras tres personas, en concreto tres médicos del Hospital Virgen del Rocío que comparecieron ante la magistrada durante los pasados meses de noviembre y diciembre. Así, el pasado 9 de diciembre compareció ante la juez el médico interno residente de segundo año en medicina interna que atendió en el servicio de Urgencias a Piotr Piskozub, quien aseguró que no apreció "ningún síntoma ni signo" en el paciente para dejarlo hospitalizado, por lo que le dio el alta médica. LAS DECLARACIONES DE LOS TRES MEDICOS IMPUTADOS El facultativo declaró que "no advirtió ningún síntoma ni signo" más allá del deterioro físico que presentaba y añadió que el fallecido le dijo que únicamente quería un sitio dónde poder dormir y comer, por lo que, una vez descartó que "tuviera nada", el imputado "hizo todo lo posible" para tratar de ayudarlo y conseguirle alojamiento y comida. El imputado, asimismo, indicó en su comparecencia que el joven polaco le dijo que era alcohólico y que no comía y añadió que, al darle el alta --firmada por el propio médico imputado--, Piotr "le dio las gracias por ayudarlo". El pasado mes de noviembre ya declararon ante la juez las otras dos médicas imputadas en la causa, quienes aseguraron que no participaron en el tratamiento ni en el diagnóstico realizado al joven polaco, así como que tampoco le practicaron ninguna prueba ni intervinieron en su exploración. EL POLACO "SE QUERIA" DEL HOSPITAL Las facultativas declararon que Piotr "se quería ir" del centro hospitalario y explicaron que su única intervención consistió en apoyar al médico residente, quien les preguntó cómo se derivaba a esta persona a los servicios sociales, por lo que intervinieron en el "diagnóstico social". La imputación de los tres médicos del Virgen del Rocío se produjo después de que los forenses concluyeran en un informe elevado al Juzgado que Piotr, que medía 1,85 centímetros y pesaba 45 kilogramos, no recibió en el centro hospitalario el tratamiento adecuado a la "desnutrición severa" y a la "delgadez extrema" que presentaba. El informe forense argumenta que lo "preceptivo" era la hospitalización de la víctima para "tratar de manera específica la malnutrición, corregir las carencias, suprimir las anomalías metabólicas e iniciar la alimentación", y, en segundo lugar, para "realizar las pruebas complementarias pertinentes para diagnosticar las posibles situaciones que puedan originar una malnutrición secundaria, ya que es esta la más frecuente en los adultos". El pasado mes de noviembre también declaró ante la juez, aunque en calidad de testigo, el coordinador de la Unidad de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, quien aseveró que la atención dispensada al fallecido fue "exquisita" y que ratificó el informe que elevó en su día al Juzgado.

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