Economía

Un exportador casi involuntario

Bolsos Rivero tiene más de diez años de experiencia vendiendo en Portugal, pero no fue hasta hace apenas dos cuando salió más allá, primero a Italia y luego a Puerto Rico y Grecia gracias a las ferias y, sobre todo, a internet.

el 15 sep 2009 / 22:16 h.

Bolsos Rivero tiene más de diez años de experiencia vendiendo en Portugal, pero no fue hasta hace apenas dos cuando salió más allá, primero a Italia y luego a Puerto Rico y Grecia -además de atender pedidos puntuales en países como Rusia- gracias a las ferias y, sobre todo, a internet.

A través de la página web www.bolsosrivero.com, llegó el primer interés de distribuidores italianos por las colecciones que la empresa mostraba en ella. Hubo un envío de muestras y un primer contacto en persona en una feria en Madrid, donde se cerró la primera venta. De eso hace algo más de dos años, durante los cuales Bolsos Rivero se ha consolidado como exportador a Italia.

En Portugal, donde sus bolsos tienen presencia desde hace algo más de una década, la firma trabaja con tres representantes y posee un almacén en el norte del país, para mejorar la distribución respecto a los que son sus clientes más fieles fuera de España.

En Bolsos Rivero el volumen del negocio exportador supone un 12% del total, limitado hasta hace muy poco al vecino Portugal, sobre todo por problemas de transporte. Rafael Rivero, dueño y gerente, explica que "por eso nuestros clientes suelen ser distribuidores, se abarata ese apartado, aunque los pedidos puntuales de mayoristas u otro tipo de compradores están a la orden del día".

En 2008, destacaron varios de estos pedidos a San Petersburgo, Rusia, que vinieron con alguna condición. "No querían charoles ni brillos, así que, dentro de lo que teníamos, les mandamos aquello que creíamos que se ajustaba más a sus gustos", cuenta Rivero. "En Italia o Portugal no nos planteamos la adaptación, son países con gustos y estilos de vida muy parecidos a los de España".

La empresa, al ritmo del mundo de la moda, planifica dos campañas por año, una de verano y otra de invierno. En cada una de ellas, Bolsos Rivero lanza 15 colecciones, pero, previamente, se ha diseñado un muestreo de, al menos, el doble, haciendo los descartes en función de las tendencias del momento.

"Esto nos permite algo de cintura", comenta el gerente, "de manera que si un cliente o un mercado en concreto quiere algo diferente, probablemente lo tengamos en nuestro catálogo. Esa labor de adaptación a los gustos de un determinado mercado no necesitamos hacerla, porque simplemente le ofrecemos algo que tenemos diseñado pero, por lo que sea, no se ha incluido en las colecciones".

Esta amplitud en el catálogo permite "ciertas alegrías", como en la última temporada en Portugal. "Allí se llevan ahora mismo los brillos, pero en España es algo que estuvo de moda en los últimos años y en estos momentos ya no. Siempre sacamos las mismas colecciones en los dos países, así que no sabíamos qué iba a pasar exactamente. Pero lo curioso es que el éxito ha sido, precisamente, que estábamos ofreciendo algo diferente", cuenta Rafael Rivero.

En Latinoamérica "la situación, en ese sentido, es diferente. En Puerto Rico da lo mismo temporada de verano o de invierno porque, por ejemplo, usan el color blanco en cualquier época del año".

El objetivo ahora es abrirse camino en el mercado francés, "muy parecido al italiano", y en el que Bolsos Rivero ya ha hecho sus primeros contactos. La Europa central será el siguiente reto para esta empresa, que ha ido creciendo en el exterior casi sin querer.

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