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Un joven mata a su vecina en Alcosa y se entrega a la Policía

el 06 jun 2010 / 22:28 h.

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Un joven de 23 años, identificado como Borja B.O., fue detenido ayer en la calle Ciudad de la Oliva, en Alcosa, por la muerte de una vecina del bloque, cuyo cadáver fue hallado por los propios agentes después de que su presunto autor se entregara a la Policía. La mujer, de 78 años, falleció desangrada tras recibir varias puñaladas con un cuchillo, el cual fue encontrado posteriormente por los agentes desplazados al lugar de los hechos.

Los hechos ocurrieron, según el relato realizado por este mismo individuo, tras la noche del sábado, aunque fue ayer a última hora cuando se entregó, casi un día después del crimen. La Policía se desplazó al lugar de los hechos, que acordonó ante la presencia de decenas de vecinos que se acercaron a observar lo ocurrido y que colapsaron una vía peatonal de esta barriada.

Junto al joven permanecía ayer en dependencias policiales su padre. La Policía investiga desde primera hora de la noche el lugar del crimen para esclarecer los hechos. Según estas primeras investigaciones de la Policía, el presunto autor del asesinato, que reside en el quinto piso del bloque, salió el sábado por la noche de marcha y a su regreso, después de haber consumido sustancias, según el relato de algunos vecinos -la hora concreta de vuelta a la vivienda de Alcosa aún no se había aclarado ayer-, se encontró con la vecina del primero, una anciana de cerca de 80 años que vivía sola. En ese momento, acabó con su vida dentro del domicilio de la anciana en circunstancias que al cierre de esta edición no se habían aclarado, aunque la Policía tomó declaración ayer a testigos, y parece ser que algunos presenciaron una discusión entre el joven y la anciana fallecida, que murió apuñalada.

Precisamente, un muchacho contó a la Policía que había estado con el presunto asesino toda la noche del sábado al domingo "de marcha" en las inmediaciones del Estadio de la Cartuja, donde, presumiblemente, habrían consumido droga. Este joven también dijo a los policías que, de vuelta a casa, vio cómo su amigo se quedaba discutiendo con una vecina del primer piso del mismo bloque.

Posteriormente, siempre según las primeras investigaciones, el joven entró en su casa, donde en la tarde del domingo le encontró su familia con manchas de sangre varias horas después del suceso, al regresar de pasar el fin de semana fuera. La Policía sigue investigando qué ocurrió durante esas horas y por qué no se entregó antes. Ya por la noche, tanto el joven como su padre acudieron a las comisaría de la Policía Local de Sevilla Este. El supuesto autor de los hechos llegó a completamente ensangrentado. Tanto el joven, como su padre permanecían ayer en dependencias policiales, en los calabozos de Blas Infante.

Los agentes se desplazaron de forma inmediata al lugar de los hechos, donde tras acceder a la vivienda, que fue forzada por los bomberos, encontraron el cadáver de la anciana apuñalada. El lugar se llenó en pocos minutos de numerosos vecinos y ya a primera hora de la madrugada llegaron tanto la madre como la hermana del joven presuntamente autor del crimen, visiblemente alteradas por los hechos ocurridos.

En el marco de la investigación, la Policía acordonó el edificio donde se produjo el crimen y unos contenedores ubicados a unos 300 metros de la vivienda. En ellos, según fuentes consultadas por este periódico, se halló un cuchillo, que podría ser el arma del crimen. La distancia entre el bloque de viviendas y estos contenedores hace imposible que el arma fuera arrojada desde la ventana, lo que implica que el supuesto autor bajó, se deshizo del arma y regresó a la vivienda donde fue hallado por su familia lleno de sangre.

A primera hora de la madrugada llegó a la vivienda la comisión judicial para proceder al levantamiento del cadáver del lugar de los hechos, en el que permanecían tanto el Grupo de Homicidios como la Policía Científica. En la calle, una pequeña vía peatonal, más de un centenar de personas se agolparon en torno a la vivienda, así como en los balcones. La zona tiene unos soportales repletos de bares que estaban abiertos cuando comenzó el despliegue policial una vez que el joven se entregó.

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