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Un médico para 40.000 almas

«Que vengan a ayudarnos médicos
y enfermeros españoles».

el 05 jun 2010 / 19:54 h.

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Los campamentos de refugiados cuentan con un centro hospitalario del que dependen los dispensarios de salud distribuidos en barrios, y que gestionan enfermeras. La corona sanitaria se encuentra en el Hospital de Rabuni, cerca de Tinduf, en el centro administrativo de los campamentos.


Visitar el hospital de Dajla implica realizar un ejercicio minimalista de humildad para comprender que unos muros despintados que albergan salas mustias de silencio son el súmmum de la medicina en esta provincia de 40.000 almas.


Abba Alimaulud es el único médico de este hospital, que financia la Hermandad de San Esteban de Sevilla, que el domingo 2 de mayo, tiene todas sus 40 camas desocupadas, y un único quirófano resguardado con plásticos del polvo y la arena, a la espera de acoger las intervenciones de cataratas que realizan una vez al año los médicos cooperantes que vienen de Granada. Las camas se quedan para casos medianamente graves, ya que si la evolución lo permite, se cursa inmediatamente el alta del enfermo.

El hospital de Dajla atiende las urgencias diarias derivando al lejano recinto hospitalario de Rabuni, -a más de tres horas por una maltrecha carretera- los casos más graves. Distancia y equipamiento son requisitos indispensables en medicina para calcular la vida que se salva, y más de un paciente queda en ese largo camino."En diciembre es cuando viene mucha gente después de la fiesta del Ramadán debido a la fiebre del cordero", se excusa el encargado de hacer la visita con la prensa, Marabih Bukabar, formado en Cuba, de donde también se ha traído la guasa y el humor de la isla.

El doctor Alí poco se queja. Acaba de practicar una circuncisión y prosigue en su consulta con calma. Es el único médico de Dajla. Su hermano, también galeno, se fue a España con sueldo de tres mil euros frente a los escasos 150 que, dice, gana cada mes, y cuando llega. Su equipamiento es: la bombona de oxígeno que no funciona, y el instrumental de urgencias se compone de un nebulizador eléctrico para las infecciones respiratorias como bronquitis o asma.La dieta pobre se refleja en las enfermedades de la población, y la ingesta abusiva del té verde interfiere en la absorción de hierro. Sin embargo, uno de los principales problemas observado es la incidencia de la enfermedad celiaca. Uno de cada 15 niños padece intolerancia al gluten, lo que conlleva a un retardo en el crecimiento, baja estatura y desnutrición.Las condiciones higiénico-sanitarias -no hay agua corriente y se extrae de pozos- incrementan las dolencias gastro-intestinales con diversas infecciones (amebas, giardias...).

Lo peor se observa en los niños que mueren, 10 por cada mil habitantes, frente al 2,8 en la Comunidad de Madrid, debido a la distancia que separa este campamento del Hospital de Rabuni, con tramos en pleno desierto que prolongan el viaje a tres o cuatro horas. No da tiempo a resolver un embarazo complicado.El único médico de Dajla no descarta irse pronto a la Europa de la abundancia mientras que el farmacéutico del hospital, Marabih Bubakar, no para de insistir en hacer un llamamiento a España para que médicos y enfermeras acudan a prestarles ayuda. "Por favor, cuéntalo, queremos dar este mensaje, que vengan una semana o quince días a medicina general. Necesitamos ayuda".

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