Economía

Una baja masiva de controladores retrasa vuelos y enciende a Blanco

La mitad de los profesionales de El Prat se pone ‘enferma' y el ministro investiga

el 18 jul 2010 / 20:59 h.

José Blanco, ayer, en la escuela socialista Jaime Vera en Galapagar (Madrid).

Los controladores aéreos advirtieron ayer de un verano complicado si AENA no organiza bien los turnos de trabajo, mientras el ministro de Fomento, José Blanco, alertó sobre la posibilidad de que las bajas médicas que están causando retrasos en el tráfico aéreo terminen en los tribunales de justicia.

Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), organismo del que dependen los controladores aéreos, informó de que 28 controladores del centro de control de barcelona, un 46% de los que tenían servicio, no asistieron a su puesto de trabajo -la mayoría aduciendo causas médicas-, al tiempo que consideró que "la acumulación de bajas tiene el evidente objetivo de entorpecer el tráfico aéreo".

En un comunicado de la empresa de gestión aeroportuaria se considera que la situación tiene "un claro perjudicado: el pasajero que ve alterados sus planes de viaje en plena temporada de verano, así como las compañías aéreas y el sector turístico".

En la nota se subraya que la ausencia de los 28 controladores había provocado retrasos en el tráfico aéreo en la zona mediterránea. Destaca que de los 61 controladores convocados al turno de mañana de ayer, el 40% alegó causas médicas para no acudir al trabajo. Esta situación provocó retrasos "fuertes" en el tráfico aéreo de los aeropuertos de Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana.

El aeropuerto de El Prat (Barcelona) registró retrasos de menos de una hora en tres vuelos. El de El Altet (Alicante) llegó a acumular un retraso de hora y media en 21 de las 262 conexiones programadas. El aeródromo de Son Sant Joan (Palma) reveló demoras en 11 vuelos, 10 de ellos internacionales, debido a que cerca del 90% de su tráfico pasa por Barcelona. Por último, el de Valencia registró una media de retraso de 30 minutos, mientras que Girona y Reus operaron con normalidad.

José Blanco criticó el "grave daño" al país, a las compañías y a los viajeros que causan los controladores aéreos con unas bajas que parecen organizadas y que, tras la investigación pertinente, pueden acabar siendo denunciadas en los tribunales.

El titular de Fomento recordó que AENA ha pedido que la Inspección de la Seguridad Social investigue estas "bajas masivas" y, si se encuentran fundamentos para ello, sean denunciadas ante la Fiscalía.

Se defienden. La acumulación de bajas, "que en la mayoría de las ocasiones se comunican sin el tiempo suficiente para buscar sustitutos, tiene el evidente objetivo de entorpecer el tráfico aéreo", subrayó Aena, mientras que desde la Unión Sindical de Controladores Aéreos (USCA) se argumentó que un trabajador no puede saber con anterioridad en qué fecha va estar enfermo.

Los servicios de inspección de la Seguridad Social están investigando cada una de estas bajas y se adoptarán todas las medidas que la ley prevé para estos casos, según Aena, que "va a activar todos los instrumentos legales para garantizar la seguridad, continuidad y eficiencia del tráfico aéreo".

USCA, sindicato mayoritario del colectivo, señaló a Efe que las bajas de trabajadores están médicamente justificadas y son fruto de la mala organización de sus turnos que, si no mejora, traerá un "verano complicado".

Desde el sindicato se argumentó que esta situación se debe a que los turnos y el personal están "muy ajustados" y cualquier baja tiene consecuencias en el tráfico aéreo.

USCA criticó que, después de "muchos años sin fomentar la formación y sin aumentar las plantillas", se esté realizando, sin atender a las consecuencias "un periodo de transición" para aplicar el real decreto que modifica las condiciones laborales de los controladores. El colectivo negó que las bajas de personal se deban a consignas sindicales y oculten una huelga encubierta del sector.

Estresados. César Cabo, portavoz del sindicato USCA, señaló que lo que debería revisarse es el real decreto aprobado por el Ministerio de Fomento en marzo pasado, que ha traído presión laboral a un colectivo con una actividad delicada y de gran estrés.

La situación, indicó, no es nueva y a medida que pase el tiempo, y si no se organizan mejor los turnos, se irá agravando porque no se trabaja en las condiciones adecuadas.

El sindicato aseguró que las inspecciones realizadas demuestran que las bajas son "veraces" porque hay gente "muy fastidiada" que se ha visto obligada a trabajar más horas y que tiene menos tiempo de descanso. "A la gente le acaba por minar. Es como si a un futbolista le hacen jugar cuatro partidos a la semana".

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