Por José Serrano Rodríguez El veterano director sueco Roy Andersson se da a conocer con A swedish love story (1970), un drama romántico entre adolescentes que fue seleccionado en el Festival de Berlín de ese mismo año. Con Canciones del segundo piso (2000) comienza una trilogía existencial continuada en el año 2007 con You, the living, cerrándola con esta A pigeon sat on a branch reflecting on existence, Una paloma sentada en una rama reflexionando sobre la existencia, su traducción al español. Ferviente admirador de los grandes clásicos de la pintura, sobre todo de los expresionistas alemanes como Otto Dix o Georg Grosz su película se construye como una sucesión de escenas rodadas con planos fijos que recuerdan cuadros vivientes de esta corriente pictórica. La misma se compone de treinta y nueve escenas de carácter tragicómico milimétricamente diseñadas y enmarcadas, que mezclan situaciones actuales con otras históricas y que tienen como punto de conexión la desgraciada vida de dos vendedores ambulantes de artículos de broma. En ella podemos descubrir una elaborada, agradable y divertida propuesta fílmica que trata con un inteligente sentido del humor temas como la muerte, la soledad, la soberbia, el rechazo, la hipocresía y todo lo que sea capaz de realizar el ser humano. Habla con agudeza de la vida y de lo disparatado que puede resultar si le buscamos sentido o si nos paramos a reflexionar seriamente sobre ella. El autor nos viene a decir que vivir la vida cuesta, sin duda, pero si se hace con gracia y alegría, mejor. Se disfruta mucho por su perfecta factura técnica y porque con el uso de la paleta de grises recuerda visualmente a las astutas y socarronas películas del finlandés Aki Kaurismaki.
