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Una fuente de recursos capitales

Rubén Castro continúa ensanchando su legado goleador como verdiblanco. Ha otorgado al Betis la mitad de los puntos que lleva.

el 10 nov 2014 / 09:34 h.

BETIS 14-15 Rubén Castro (i) celebra con su compañero el tanto conseguido en el partido ante el Barcelona B. Foto: Manuel Gómez. Una semana más, Rubén Castro sigue contando los partidos que le restan para alcanzar la cifra de los 95 goles y superar a Manuel Domínguez como máximo goleador de la historia del Real Betis Balompié. El pasado sábado, frente al Barcelona B, el delantero canario dio otro paso más hacia ese hito, llegando a los 92 tantos que le igualan a Rogelio Sosa. “Orgulloso. No esperaba conseguir tantos goles aquí y con la ayuda de los entrenadores, los compañeros y la afición lo he conseguido. Ahora creo que estoy a dos o tres goles de ser el máximo goleador de un club tan grande como el Betis y vamos a ver si lo consigo cuanto antes”, declaró Rubén a la finalización del compromiso liguero. No fue el partido más completo del insular, que pese a ello pudo acabar con más de un gol bajo el brazo. En la primera parte ya pudo inaugurar el marcador antes de aprovechar la asistencia de Rennella, al inicio de la segunda mitad. La antesala a su décimo tanto del actual curso liguero. Es decir, más de la mitad del total de goles (17) del conjunto heliopolitano en estas doce fechas iniciales del campeonato. Salta a la vista que la RubénCastrodependencia goleadora en el Betis es casi absoluta, pero cabe analizar más allá, pues la producción del 24 verdiblanco no sólo se reduce a la parcela finalizadora sino también a lo que es capaz de generar para el resto del conjunto. Es la principal cualidad que agranda su figura como futbolista. No abundan en la Liga española delanteros con la capacidad de definición que retiene Castro en sus botas. Dicen que el gol vale su peso en oro. Y en euros. Con la continuidad del canario, el Betis se garantizó un seguro de vida que debe saber aprovechar. Son muchos puntos a favor respecto al resto de equipos. Lo cual no quiere decir que todo deba depender de él, ya que si no, el engranaje se vuelve del todo previsible. Circunstancia que ya se ha podido percibir en algún que otro envite del presente ejercicio. Y aunque a veces pueda dar la sensación que Rubén no está, puede que sólo sea una sensación pasajera. El canario es de los pocos delanteros, en nuestra Liga, capaces de resurgir desde su aparente ostracismo para meter la bota e introducir el balón en la red o, inclusive, generar él solo su propia ocasión. Un baluarte de inapreciable valía. De los siete goles restantes entre el total (17) y los conseguidos por Rubén Castro (10), sólo en uno no intervino el atacante insular de una forma u otra (el 1-2 en Girona, obra de Lejeune en propia meta), lo cual supone una barbaridad. Además de sus diez tantos, Rubén sigue acumulando tres asistencias en su haber (Sabadell, Ponferradina y Osasuna). Y frente al Recreativo el Betis sumó dos goles merced a dos penas máximas señaladas por derribo al propio jugador grancanario. En términos generales, la participación de Rubén en las estadísticas ofensivas de su equipo se dispara hasta casi un 90% al ser protagonista, como finalizador o generador, en 15 de esos 17 tantos. Hasta la pasada semana, su acierto era sinónimo de victoria verdiblanca. Si el canario marcaba, el Betis sumaba los tres puntos. Sin embargo, con la derrota en El Sadar, esa estadística se rompió. En cualquier caso, el porcentaje de coincidencia sigue siendo excelso. Con doce jornadas disputadas, los goles del 24 verdiblanco han dado al Betis la mitad de sus puntos (10 de 20). Una prueba irrefutable de la mejora que supone su incidencia en la maquinaria que comanda Velázquez. Rubén va camino de ser leyenda bética por sus goles, pero su estela se agranda merced a su poder de producción.

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