Era el año 1959 cuando unos jóvenes alcalareños, picados en el orgullo de ver que su ciudad no tenía cabalgata, se pusieron unas telas y una corona para hacer de sus majestades. Los Reyes Magos de Alcalá cumplen 50 años al servicio de los niños. Esa efeméride fue honrada con un tributo a los 150 alcalareños que portaron tan insignes vestiduras.
Aquel año, esos jóvenes se vistieron de Reyes Magos para entregar, en la noche del 5 de enero, los regalos a sus propios hijos. La experiencia y la ilusión vivida ese día los animó a hacer algo más, como cuenta una de los fundadores de la cabalgata, Francisco García Rivero, que recuerda que por aquel entonces para ver a los Reyes sólo había una opción ir a Sevilla.
Estos alcalareños pensaron que podrían regalar a la ciudad una cabalgata como la de Sevilla. Pocos meses después, en septiembre de 1959, ya se había creado la Asociación de Amigos de los Reyes Magos, que salió por primera vez como tal en 1960.
Los primeros años no fueron fáciles, según los miembros de la asociación, que recuerdan como en ocasiones "hubo que agudizar el ingenio para salir adelante, pero nunca faltaron ganas ni ilusión". La entidad ha evolucionado siempre con la base del trabajo desinteresado que "cada año mueve a más de 500 personas".
La asociación se ha convertido poco a poco en lo que es en la actualidad: una de las instituciones más queridas de la ciudad. Eso sí, mantiene una clara razón de ser, como asegura su presidente en funciones, José Mallado, que no es otra cosa que "servir a Alcalá y sobre todo a los niños".
emotivo homenaje. Para celebrar esta efeméride, todos los alcalareños que alguna vez hicieron las veces de Reyes Magos se reunieron en un emotivo acto que tuvo lugar en el colegio Salesianos, que está muy vinculado a la entidad por ser donde entregan los regalos a los niños más necesitados. Allí se dieron cita por primera vez todos los reyes que viven, en total más de 80. "Es un día que quedará en el recuerdo de todos", explicó Mallado. La asociación premió a sus majestades con un regalo simbólico: una moneda como paga de jubilación.
La jornada de convivencia fue muy especial para estos Reyes Magos, muchos de ellos ya jubilados que tuvieron la oportunidad de intercambiar experiencias y recordar aquel día que fue tan especial en sus vidas.
Por ejemplo, Paco Romero contó que fue rey hace sólo dos años y aun conserva el candado que le dio un niño para que pudiese entrar en su casa a llevarle los regalos. Un caso singular es el del padre Adrián, párroco de la iglesia San Sebastián, que este año encarnará a Baltasar. El cura desveló que en los primeros días que se supo que sería rey recibió 200 cartas.
También acudió al acto el empresario Enrique Oliver, que este año encarna al rey Gaspar. Entre las anécdotas que contó, destaca un problemilla con su hijo, de ocho años. "Algún listillo le dijo al pequeño que los Reyes Magos son los padres y le contestó que, sí, que su padre era el rey Gaspar", bromeó Oliver.
