¿Quién es Kin Shin-Wook? Si usted, futbolero de pro no lo sabe, tiene dos opciones: acudir a una guía del Mundial de Brasil o al twitter de la Maldini sevillana, si ve su dirección, o jerezana, si coge su partida de nacimiento. Montse García (@montse_garcia) tuitea por y para el fútbol el de verdad, no el postureo, con una fiel afición de 11.000 seguidores. Ahora está en el momento clave de la temporada, viviendo de la magia del gol en tandas de 140 caracteres.
-¿Qué cambiaría de Twitter? -El anonimato. Esas cuentas sin identidad, foto o nombre real que acuden a TW para increpar, insultar o molestar. Cobardes 3.0.
-¿Qué cambiaría de España? -La actitud victimista que nos acompaña en muchas facetas. Perdemos más tiempo en quejarnos que en buscar soluciones.
-¿Qué cambiaría de Sevilla? -¿Cambiar? Nada. ¿Mejorar? Muchas cosas. Para avanzar siempre hay que comenzar por la autocrítica.
-¿Qué no diría jamas en las redes? -Nada que no pueda decir fuera de ellas. Por supuesto, ni insultar ni ninguna acción que pueda ofender o faltar al respeto de quien lo lee.
-¿Cuál ha sido su mejor tuit? -No sé si fue el mejor pero sí uno de los que más repercusión tuvo. La foto de una entrada a la rodilla de Mirallas a Luis Suárez.
-¿Y cuál su tuit más polémico? -Huyo de polémicas. Prefiero mediar y reflexionar. Esa es la riqueza de TW. Viene bien ante tanta crispación.
-¿Cómo se siente al tener seguidores que podrán llenar muchos estadios? -No importa el número sino la calidad. Sobre los campos, hay una generación que no sabe lo que es ir a un estadio a ver su equipo.
-¿A qué se dedica cuando no tuiteas? -Twitter es el complemento perfecto en el ámbito laboral (me dedico a SM) y personal. ¡Dormida no tuiteo!
-¿Y cuándo tuitea? -Twitter y fútbol siempre son trending topics en mi vida. El 95% a comentar partidos. TW es un altavoz y nosotros gestionamos su volumen.
-¿Qué no soporta de la vida misma? -La falta de empatía. Si nos pusiéramos en la piel de los demás, nos iría mucho mejor.
-Daría un puñetazo en la mesa ante... -Ante tanta queja. Nos gusta bañarnos en las desgracias y no valoramos lo bueno que tenemos.
-¿Cómo quitarse de la redes sociales? -No hay que quitarse, hay que aprender a usarlas.
-¿Cómo empezar? -No eligiendo un nombre ridículo, es tu carta de presentación.
-¿Qué no diría nunca en un tuit? -Nada que te haga vulnerable. Un error y recibes cientos de puñaladas.
-¿Qué no diría nunca a la cara? -A la cara se puede decir todo. Solo hay que elegir las palabras y el momento adecuado.
-Su refrán preferido -Una frase que suelo decir es que «Se conoce mejor a una persona por sus favoritos que por lo que realmente tuitea».
-¿Qué hacemos con el Gobierno? -Darnos cuenta de que quienes gobiernan antes han sido niños, hijos... Debemos asumir nuestra culpa en ese proceso hasta llegar a la cima.
-¿Qué hacemos con el planeta? -Impedir que deje de girar y no pensar que nosotros somos el centro de todo el universo.
-¿Qué le hace libre? -Sonreír. Es la mejor respuesta a todo y, quizás, de las pocas cosas que realmente podemos controlar.
-¿Qué está pasando con el trabajo? -¿En 140 caracteres? Complicado. Resumo: extremos que no ayudan. Todos deben ceder. Menos quejas, más actuación.
-¿Cómo arreglaría la economía de España? -Mi padre/abuelo empezó a trabajar y cotizar con 15-16 años. Ahora con más de 30. Esos 14 años provocan esta carencia.
-¿Y el fiasco de la selección en Brasil? -Lo arreglaría volviendo al principio. A la esencia que nos llevó a ganar la Euro08: humildad, trabajo y confianza.
-¿Qué destacaría de lo que va de Mundial? -El fútbol es la dinámica de lo impredecible. Siempre nos sorprende aquel del que menos esperamos.
-Una favorita y una decepción -Favorita no, pero Francia lo está haciendo bien. Decepción, España.
-¿Por qué se quedaría con la camiseta de Beckerman (EEUU) y no con la de otras estrellas de Brasil 2014? -Quizás no tenga el talento ni repercusión de otros, pero en el fútbol me gusta lo diferente y original.
-¿Cree que se hablan demasiadas vaguedades del Mundial en las redes? -Y no solo del Mundial. A veces Twitter es ese cajón desastre en el que entra todo aunque no tenga sentido.
