Más de 31.000 alumnos andaluces se acercarán mañana a un panel de corcho en algún pasillo universitario para ver qué notas han sacado en los exámenes de Selectividad. Pero este año no tendrán una nota de corte con la que aspirar a una carrera, sino varias notas distintas, porque la media final variará según la carrera que finalmente decida estudiar cada uno. O sea, que un alumno de Bachillerato de la rama sanitaria puede aspirar a Medicina con una nota de corte de 8, a Fisioterapia con un 8,5 y a Odontología con un 7,5.
La diferencia de esta Selectividad con respecto al año pasado es que además de la prueba general de materias comunes que obligatoriamente han hecho todos, el que ha querido también se ha examinado este curso de una prueba específica voluntaria. Y en esa prueba está el truco. Cada estudiante habrá podido examinarse de hasta cuatro asignaturas específicas de Bachillerato, preferentemente de las que más relación tuvieran con la carrera que quería estudiar. Pero, ¿quién tiene claro a qué se va a dedicar en el futuro cuando hace la Selectividad? Un reciente informe del Círculo Formación desveló que el 70% de los alumnos andaluces que debían examinarse este año de Selectividad aún no tenía claro qué carrera iba a elegir.
Lo normal es que un estudiante dude entre varias licenciaturas de una rama del conocimiento, por ejemplo la sanitaria. Uno no sabe si la nota le alcanzará para estudiar Medicina o Enfermería o Fisioterapia o incluso Odontología. Son carreras que en la mayoría de las universidades andaluzas tienen números clausus, y cada año quedan fuera cientos de aspirantes. Lo que han tenido que hacer este año los estudiantes antes de hacer la Selectividad es comprobar qué asignaturas de Bachillerato tenían mayor relación con las carreras que les interesaban. Las universidades, a través de la Comisión de Distrito Único, le han dado un valor distinto a cada asignatura. Algunas han puntuado 0,10 y otras 0,20, un porcentaje de ponderación que hace que unas materias sirvan más para entrar en Medicina que en Fisioterapia, y viceversa.
La Comisión de Distrito Único publicó una tabla con todas las asignaturas de Bachillerato y todos los módulos de FP superior, junto a sus respectivos parámetros de ponderación. Sabiendo eso de antemano, los que hicieron la Selectividad ya sabían qué asignaturas elegir en la prueba voluntaria (hasta cuatro). Quizá dos para probar suerte en Medicina, y otras dos para intentarlo en Odontología. Mañana, en el panel de corcho, sabrán qué nota tienen en la prueba general (hasta 10 puntos), y cuánto han sumado en la prueba específica (hasta 4 puntos más). Pero lo verdaderamente importante es la nota que hayan obtenido en esas asignaturas que eligieron pensando en una carrera concreta. Las que tenían más relación con Medicina o con Odontología. Esa nota tendrán que multiplicarla por el porcentaje de ponderación que le otorga la universidad de Medicina y la de Odontología, y así tendrán dos notas de cortes distintas, una para cada carrera.
La Consejería de Economía e Innovación ha habilitado un sistema informático en el apartado del Acceso Universitario de su web que calcula automáticamente la nota final del alumno de Selectividad, en función de la carrera que quiera estudiar. Es de esperar que mañana esa aplicación informática se colapse, en cuanto los chavales vuelvan a sus casas con el listado de notas y empiecen a hacer sus cábalas.
