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Una vuelta al mundo en 257 días

Huyendo del paro, una pareja de periodistas sevillanos logra dar la vuelta al mundo sin más equipaje que una mochila de 10 kilos a sus espaldas y un presupuesto de 20 euros al día

el 29 jul 2014 / 10:30 h.

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La pareja buceando con estrellas de mar en el Mar Caribe de Panamá. La pareja buceando con estrellas de mar en el Mar Caribe de Panamá. (FOTOGALERÍA CON LAS MEJORES FOTOS DE SU VIAJE)   Han presenciado un partido de fútbol desde las gradas del mítico estadio de Maracaná, asistido a combates de sumo en Japón y a peleas de pressing-catch en México, han buceado en los paraísos coralinos de Indonesia, montado a lomos de un elefante en Laos, disfrutado de la exuberancia del Carnaval de Río, han sido víctimas del ataque de una plaga de diminutos mosquitos en Honduras y hasta se han dado el sí quiero en la isla de Gili Air, en Bali. Son sólo algunas de las experiencias con las que acaban de aterrizar en sus mochilas José Pablo García y María José Morón, una pareja de periodistas afincados en Sevilla que un buen día, hastiados del oscuro panorama laboral que se extendía ante sus horizontes, decidieron liarse la manta a la cabeza, colgarse una mochila de diez kilos a sus espaldas y cumplir su sueño de dar la vuelta al mundo. Cogieron una calculadora y papel y corroboraron que, mejor que quedarse en España a sellar el paro haciendo frente a un alquiler y a gastos de luz y agua, les salía más económico «vivir en el mundo» durante nueve meses con un presupuesto estimado de 20 euros al día para cada uno. Y así empezó una aventura de 257 días de la que han mantenido informados a sus seguidores y de la que han contado pelos y señales a través de la web atomarpormundo.com (que cuenta con más de 100.000 visitas) y de las redes sociales en facebook, tuiter e instagram. La suya ha sido una vuelta al mundo low cost. Nada de hoteles ni de vuelos en primera clase. Siempre su primera opción a la hora de hospedarse han sido las casas de los amigos, los hostales, los albergues o las camas y sofás que se ofrecen gratis en los portales de internet de couchsurfing. Y aunque ya partieron con una ruta más o menos planificada de su viaje por el mundo, cada día al despertar esta pareja de periodistas se ha enfrentado a una aventura sin un guión prefijado. «Eso es lo que hace apasionante y difícil a la vez un viaje. Que cada día sea diferente, que cada mañana sea un mundo nuevo por descubrir enfrentándote a una cultura diferente, a una lengua nueva, a un huso horario distinto, a una moneda nueva», subraya José Pablo García, quien después de esta paticular singladura por 28 países de todo el planeta asegura sentirse «sorprendido de toda la buena gente que hay por el mundo y que nos ha abierto las puertas de sus casas». Amantes de los viajes, José Pablo y María José iniciaron su viaje alrededor del planeta el 11 de noviembre pasado desde el aeropuerto de Málaga con el objetivo añadido, además de conocer mundo, de sondear el mercado laboral en otros países y, por qué no, encontrar la oportunidad laboral de sus vidas. «Ecuador, Chile, Brasil y, en menor medida Colombia, son países con grandes oportunidades laborales, sin olvidarnos del gigante asiático, China, y de Nueva Zelanda, donde el mercado laboral es enorme, aunque la legislación para llegar es muy estricta», apunta José Pablo, antiguo monitor de la Ruta Quetzal. El idioma no ha supuesto ninguna barrera para estos aventureros. Únicamente en China, «donde la mayoría de los recepcionistas ni siquieran hablan el inglés», se han encontrado problemas para hacerse entender. «El inglés es fundamental para viajar. En estos nueve meses hemos conocido 12 idiomas diferentes, dialectos aparte. Aun así, allí donde íbamos era absolutamente necesario aprender un puñado de expresiones locales para subsistir:«el ¿cuánto cuesta?, imprescindible para que no te timen; los números; el dar las gracias; y alguna palaba malsonante para hacerse respetar en algún caso». Imagen viaje2Recién aterrizados de su primera vuelta al mundo –ya piensan en la segunda–, José Pablo y María José han vivido miles de anécdotas, historias y aventuras que verán la luz a principios de 2015 en un libro que publicará una editorial catalana especializada en viajes. Salvo algún virus estomacal, no han sufrido contratiempos serios de salud en el viaje. «Lo más grave fue el ataque de unos mosquitos diminutos en el norte de Honduras llamados sandfly. Sólo en la mano derecha tenía más de cien picaduras». Esta pareja de aventureros ha cumplido su sueño: conocer mundo y vivir una inmersión cultural durante nueve meses. Y todo ello con un presupuesto por cabeza que apenas sobrepasó los 20 euros.

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