En un comunicado dividido en seis puntos y en el que no menciona el resultado de la subasta -que ha ganado la vasca BBK-, la caja que preside Braulio Medel hace su primera valoración al considerar que el fin del proceso representa "un hecho positivo" porque despeja una "incertidumbre" que estaba condicionando algunos de sus desarrollos empresariales.
Cabe recordar aquí, que además de su participación en la subasta tras la intervención de Cajasur el pasado 22 de mayo, la entidad malagueña había estado negociando durante diez meses la 'salvación' de la cordobesa, cuyas cuentas arrojaron en 2009 pérdidas que rozaron los 600 millones de euros.
En el escenario que se abre ahora con la malagueña eximida del rescate de Cajasur, la caja valora que la solidez con la que cuenta y la liberación de los recursos que mantenía congelados con destino a la cordobesa, le abre la puerta a "profundizar en el desarrollo de estrategias alternativas especialmente adecuadas en el marco de la reforma del sistema financiero español".
La caja que preside Braulio Medel explica que la adquisición de Cajasur comportaba para la malagueña "ventajas y riesgos", las primeras orientadas a conseguir una mayor dimensión y cuota de mercado, objetivo para el que se debía incurrir en un empeoramiento de los niveles de solvencia, morosidad, eficiencia y liquidez.
Además, indica en la nota que Unicaja se ha guiado en todo el proceso por el "mejor cuidado y seguridad" de los intereses de clientes y empleados, y por la garantía de la continuidad de su contribución al desarrollo económico y social en Andalucía.
