De forma "tajante y firme". Así confirmó ayer el delegado de Urbanismo, Manuel Rey, que, después del desvío presupuestario y del informe del secretario del Ayuntamiento, el Consistorio va a continuar con la obra de la Encarnación, por "interés público". "El informe es positivo", afirmó.
Aunque el documento del secretario confirma que la obra del Metropol Parasol de la Plaza de la Encarnación debió paralizarse hace tres años -en pleno periodo electoral de mayo de 2007- y que hubiera sido preciso parar la obra, comenzar con un nuevo proyecto y firmar un nuevo contrato, el delegado de Urbanismo muestra su "voluntad política de concluir la obra en diciembre de 2010" y aprobar el último modificado llamado a sufragar el sobrecoste de la actuación en el próximo Pleno.
Rey citó directamente el informe y la recomendación del funcionario de no resolver el contrato y "sí su continuación una vez modificado, por cuanto el Ayuntamiento no puede ir contra sus propios actos, y porque el interés público requiere que sea la propia empresa que ha encontrado la solución la que ejecute el proyecto".
El delegado, que reconoció la "complejidad" del proyecto, consideró no obstante que "ya se han superado las dificultades técnicas y económicas". "Ya tenemos la solidez técnica para asegurar que saldrá adelante", sentenció Rey.
El delegado, que calculó en 18 millones de euros el sobrecoste, en relación a los 51 del proyecto inicial, lo que justificó por las uniones entre maderas y otras mejoras y necesidades, así como "situaciones imprevistas", comparó este desvío presupuestario con el que se produjo en el Parque de las Artes y las Ciencias de Valencia, "que llegó al 700%".
En cuanto a la inauguración del mercado de abastos, confirmó las palabras del alcalde, Alfredo Sánchez Monteseirín, e las que afirmaba que se producirá en septiembre.
Rey, que convocó a los medios tras la reunión de la Comisión Ejecutiva de Emvisesa, se refirió a las declaraciones previas del portavoz adjunto del PP, Francisco Pérez, que tachó de "francamente irresponsable" y en las que acusaba al Gobierno municipal de "negar y ocultar información".
En concreto, Pérez explicó que el Gobierno "ha negado y ocultado información hasta que ya no ha sido posible ocultarlo más" y consideró que "se ha demostrado que el PSOE al frente de la Gerencia de Urbanismo no es capaz, están incapacitados para dirigir este proyecto".
Así, propuso que "de aquí a 2011 no se tome ninguna decisión sin el consenso de todos los grupos políticos" y que cuando se lleve a Pleno la aprobación del modificado del proyecto, lo que está previsto que se haga en el Pleno extraordinario de presupuestos del próximo lunes, vaya "acompañado de una lista de ceses de responsables políticos de esta barbaridad, aunque ya no estén en Urbanismo".
Francisco Pérez también reclamó "la ampliación y explicación" del informe del secretario del Ayuntamiento al respecto, con el objetivo de que se determine "quién es el encargado del proyecto, de supervisarlo y quién dio a entender que era posible la continuidad del proyecto a la empresa". "Si es el director técnico que no digan que es responsabilidad de un técnico porque ese cargo es de designación política", señaló.
Además, el portavoz popular adjunto habló de "fraude a la contratación", además de que "exige ahora seguir con esa empresa", y reiteró que el director técnico, José Miguel Chinchilla, el gerente de Urbanismo de entonces, Manuel Marchena, y los tres delegados de Urbanismo por los que ha pasado el proyecto -Emilio Carrillo, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis y Manuel Rey- "tienen que dar explicaciones", al igual que el alcalde.
La Ley apunta al promotor como primer responsable. Con la Ley de Ordenación de la Edificación, la LOE, en la mano, y según fuentes del Colegio de Arquitectos de Sevilla, "a los arquitectos, como profesionales que son, siempre se les pueden pedir responsabilidades, aunque éstas son relativas cuando se trata de un proyecto que en principio era sólo un diseño que fue aprobado por un promotor y aceptado por una constructora".
En este sentido, las fuentes consultadas explicaron que, en el caso del Metropol Parasol de la Plaza de la Encarnación, "existe una pirámide de responsabilidades donde hay un promotor, que es la Gerencia de Urbanismo, que acepta un proyecto y pone a un arquitecto al frente para que lo supervise; una empresa constructora, Sacyr, que se compromete a ejecutar ese proyecto con un presupuesto concreto, y un arquitecto".
Textualmente, la LOE dice que "los proyectistas que contraten los cálculos, estudios, dictámenes o informes de otros profesionales, serán directamente responsables de los daños que puedan derivarse de su insuficiencia, incorrección o inexactitud, sin perjuicio de la repetición que pudieran ejercer contra sus autores". En cuanto a la persona que tendría que asumir la responsabilidad -lo que no descartó ayer el delegado de Urbanismo, Manuel Rey-, la Ley establece que "la responsabilidad del promotor que se establece en esta Ley se extenderá a las personas físicas o jurídicas que, a tenor del contrato o de su intervención decisoria en la promoción, actúen como tales promotores bajo la forma de promotor o gestor de cooperativas o de comunidades de propietarios u otras figuras análogas".
Sobre la viabilidad del proyecto de las setas en la Encarnación, las fuentes del Colegio de Arquitectos no se mostraron partidarias de utilizar la palabra "irrealizable". "Para nosotros sí se puede hacer, como se ha hecho una torre de 800 metros en Dubai, lo que pasa que ejecutar la estructura tendrá unos costes y unos sobrecostes, que es lo que se quiere evitar".