El origen de este brote se debe principalmente a que un grupo de población no se ha vacunado correctamente ni en los tiempos estipulados -la primera dosis de la vacuna hay que tomarla a los 15 meses de vida-. Ante esta alerta epidemiológica, los profesionales de los centros de salud de estas barriadas comenzaron a revisar la situación en guarderías, colegios e institutos para detectar a la población susceptible de contraer la enfermedad y procederán a la vacunación de todos los niños de seis meses.
"Hasta esa edad tienen las defensas que tienen de nacimiento", recalcó Martínez, que señaló que, además de esa dosis de la vacuna, estos niños deberán recibir las otras dos dosis que corresponden al calendario vacunal ordinario -tanto a los 15 meses como a los tres años de edad-.
"Ahora ha tocado en Sevilla, pero no hay que alarmarse, porque el sarampión suele aparecer de manera puntual, pero la alta vacunación evita su contagio", indicó Martínez. La cobertura de las vacunas se sitúa por encima del 97% y la incidencia del sarampión es del 0,09 por cada cien mil habitantes, según los últimos datos de los estudios epidemiológicos a nivel nacional elaborados por el Instituto Carlos III de Madrid.
Salud señaló que hay 39 casos, aunque sólo uno de ellos reviste cierta gravedad: un joven de 11 años que tuvo que ser ingresado en el hospital Virgen del Rocío y cuya evolución es favorable. Esos casos se suman a los 120 aparecidos en la barriada de Santa Isabel de San Juan de Aznalfarache, aunque "no guardan ninguna vinculación", según puntualizó el delegado provincial de Salud, que insistió en que "el virus está en el ambiente, pero sólo ataca a los que no han sido vacunados o se han olvidado de vacunarse".
Ese mismo mensaje de tranquilidad transmitió Jesús Rodríguez Baño, miembro de la directiva de la Sociedad Andaluza de Enfermedades Infecciosas y médico del hospital Virgen Macarena. "La vacunación aporta un nivel de protección tan alto que hace imposible la propagación del virus", remarcó este experto, que asocia los brotes que aparecen hoy en día a bolsas de población inmigrante, que no se vacunaron en sus países de origen, o población autóctona que no haya decidido vacunarse "por un concepto equivocado de las mismas".
"Las vacunas probablemente son el arma de salud pública que más vidas ha salvado en la historia de la humanidad", resaltó Rodríguez Baño, que añadió que una mayoría de los casos -uno de cada mil- de sarampión son leves y "no suelen poner en riesgo la vida de los niños afectados".
