La mala suerte se cebó este verano, otra vez, con el canterano del Real Betis Balompié. Álvaro Vadillo, estaba llamado a ser una de las piezas claves de este proyecto de retorno a Primera División. Pero ha tenido que volver a esperar hasta mitad de temporada para estar en los planes del entrenador, precisamente, en quien quizá mejor le conoce y que ya le hizo debutar en el primer equipo. Pepe Mel es quien debe decidir ahora, una vez que el jugador tiene el alta médica y deportiva, cuando volverá a vestirse de corto. El pasado 31 de Julio y en el último partido de pretemporada, el extremo se lesionó en el partido amistoso que jugaba en Marbella. Sufría un esguince de grado II-III en el ligamento lateral interno y otro esguince, también de grado II-III, en el ligamento cruzado anterior así como una fractura intraparenquimatosa del cóndilo y la meseta externa de su rodilla izquierda. Un auténtico calvario que ya le tocó vivir después de aquel cruce con Sergio Ramos en el Santiago Bernabéu. Seis meses después, Vadillo ve la luz al final del túnel. Y es que teniendo el alta médica, los servicios médicos del club retrasaron el alta deportiva debido a la descompensación que sufría tras el periodo de inactividad y que además, podría ser motivo de una nueva lesión. Tras un trabajo específico e intenso junto a los readaptadores y fisioterapeutas del club, el de Puerto Real ya ha superado este último inconveniente y es uno más para Pepe Mel que será quien decida cuando vuelve a jugar.
