De nuevo a empezar otro año. En el que se fue dejamos buenos y malos momentos, algunos llegaron y otros nos abandonaron pero siempre estarán en nuestra memoria. Continúa la vida y a ella nos tenemos que aferrar. Cuando hay vida hay esperanza. Yo veo así a nuestro Betis, lleno de esperanzas porque tiene vida y alegría, con ganas de hacer algo grande, y el que no esté por la labor que se marche, como bien ha hecho José Mari con humildad. Cuando no puede ser, no puede ser.
A don Francisco Chaparro, sólo decirle que tire más de cantera, que es de las mejores de España. Igual el delantero o el central que busca lo tiene en casa y no nos damos cuenta. Los Reyes Magos también se podrían estirar una mijita y traernos a un jugador potente -y si es como Emana o Aurelio, de arte-, pero seguiremos esperando porque la esperanza es lo último que se pierde. Yo soy del manque pierda, pero hoy no vale perder. Vamos, Betis, a por ellos.
