El español Rafael Nadal podrá celebrar su cumpleaños de nuevo en París tras vencer al argentino Eduardo Schwank, de la fase previa, por 6-1, 6-3 y 6-4 para avanzar a los octavos de final de Roland Garros.
En su segunda visita a la pista Philippe Chartrier y en su primer enfrentamiento contra Schwank, 192 del mundo, Nadal materializó su victoria en dos horas 16 minutos. Esta noche festejará su 26 cumpleaños en una cena rodeado de su familia, para mañana, domingo, pasar el día tranquilo con un entrenamiento y con la vista puesta en la segunda semana de París.
Nadal se enfrentará contra el ganador del encuentro entre el canadiense Milos Raonic (19) y el argentino Juan Monaco (13).
Las diferencias entre Nadal y Schwank quedaron claras en una tarde de bochorno en París, donde el argentino se jugó sus bazas con dejadas y alocadas subidas a la red para destrozar las piernas del español y donde Nadal, mucho más acostumbrado a las dimensiones de la central, manejó el partido con acierto.
Schwank tardó 41 minutos en hacer el primer juego del partido, y 46 en ceder el primer parcial, donde apenas se enteró de mucho. Pero el argentino fue asentándose en la pista y creyéndoselo aún más en los dos siguientes, aunque no pudo hacerse jamás con el servicio de Nadal.
El argentino, que ganó el partido de dobles de la final de la Copa Davis contra España en Sevilla, haciendo pareja con David Nalbandian, tuvo cuatro oportunidades para romper el saque del de Manacor (Mallorca), que lo impidió en todas. Nadal por su parte, dispuso de diez oportunidades y lo robó en cinco.
El español sigue sin ceder un set en tres encuentros, y dejándose en el camino una sola vez su saque, contra el italiano Simone Bolelli en su debut, y sumando victorias en la capital francesa donde lleva ya 48, y un total de 250 sobre tierra en toda su carrera.
El rostro del de Manacor refleja felicidad, quizás porque todavía nadie le ha puesto en apuros en esta primera plácida semana. Hoy el público le despidió en pie con evidentes signos de admiración. Solo ha dejado escapar 17 juegos en tres partidos.
