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Visitante letal en el viejo continente

Desde su primera participación en competición europea en 1957, el Sevilla ha pasado 17 de las 23 eliminatorias que se han resuelto lejos de Nervión

el 18 dic 2014 / 10:45 h.

Beto Beto celebra el pase de eliminatoria europea en el estadio del Betis. Foto: EDD. Nacho Pérez. A menudo se piensa que jugar el partido de vuelta de una eliminatoria en campo rival es un hándicap. La mayor parte de los clubes piensan que es mejor decidir la eliminatoria delante de sus aficionados, con los que consideran que es más fácil revertir un resultado adverso conseguido en la ida o mantener la ventaja adquirida en los primeros 90 minutos. A pesar de este pensamiento generalizado, hay muchos equipos en el mundo que se han empeñado en hacer inservible esta hipótesis y en demostrar que se sienten igual o más cómodos resolviendo las eliminatorias como visitantes que como locales. Uno de estos equipos es el Sevilla, que ha conseguido superar 17 de las 23 (73.9%) eliminatorias que se han resuelto lejos del Ramón Sánchez-Pizjuán. Desde su primera participación en competiciones europeas, en la temporada 1957-58, cuando disputó la Copa de Europa, el Sevilla ha demostrado que es un equipo que rinde en Europa tanto dentro, donde consiguió durante mucho tiempo mantenerse invicto, como fuera de Nervión. La primera eliminatoria europea que el Sevilla tuvo que resolver como visitante fue ese mismo año ante el Benfica. Tras superar a los portugueses por 3-1 en la ida, el cuadro hispalense consiguió con un empate sin goles en Da Luz superar el duelo, para después enfrentarse al mismo reto y volverlo a superar ante el Aarhus danés. Este fue sólo el comienzo de una historia europea que ha tenido su cénit en los últimos diez años, cuando el equipo sevillista ha conseguido sus mayores logros en competición continental. Por el camino, varias eliminatorias con la vuelta fuera de casa para el recuerdo, como aquella en la que el Sevilla logró vencer en Salónica al PAOK en la tanda de penaltis en la temporada 1990-91 o en la que Davor Suker apareció en la prórroga para dar el pase ante el Olympiacos en Atenas, cinco temporadas más tarde. Por el camino también ha habido decepciones europeas lejos de Nervión, como la eliminación en la temporada 1982-83 en Kaiserslautern, la sufrida en Barcelona después de la apoteosis causada por el pase en el infierno griego en la temporada 1995-96, o más recientemente las eliminaciones en Parma (2004-05) y en Oporto (2010-11). Una vez que el Sevilla se convirtió en un equipo fijo en competiciones europeas, comenzaron a llegar las grandes noches lejos de Nervión. Cualquier sevillista recuerda a Palop elevándose sobre la defensa ucraniana para forzar la prórroga en Donetsk, a Kanouté amargándole la fiesta a sus excompañeros en White Hart Lane, a la afición sevillista festejar en casa del eterno rival el pase a cuartos o a Mbia silenciando Mestalla para poner rumbo a Turín. El Borussia Park de Monchengladbach espera impaciente para saber si será recordado dulce o amargamente por la afición nervionense. Los éxitos conseguidos lejos de su feudo han hecho posible que el Sevilla se haya convertido con el paso de los años en un equipo respetado en Europa. El Borussia Monchengladbach buscará, en su feudo, dejar al vigente campeón sin opciones de defender la corona que a base de coraje pudo conquistar la pasada temporada en el Juventus Stadium.

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