Cultura

Webseries con corazón sevillano

‘Malviviendo’, ‘Generación Z’ o ‘Capitán Nazareno’ son sólo tres ejemplos de producciones locales con destino digital.

el 06 oct 2013 / 23:15 h.

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Fotogramas: Arriba a la izquierda, imagen de Malviviendo, al lado, detalle de la webserie The Becquer’s Guide. Después, una instantánea tomada en el rodaje de la nueva Capitán Nazareno. Junto a estas líneas, los protagonistas de la webserie de dibujos animados Niña repelente. Debajo, los dos protagonistas masculinos de Malviviendo. Fotogramas: Arriba a la izquierda, imagen de Malviviendo, al lado, detalle de la webserie The Becquer’s Guide. Después, una instantánea tomada en el rodaje de la nueva Capitán Nazareno. Sobre estas líneas, los dos protagonistas masculinos de Malviviendo.

Piensen en hacer una serie. Ahora asuman una premisa que no admite debate: el presupuesto con el que cuentan es cero. Alguien dirá que no es de extrañar que, con tanta estrechez, Sevilla se haya erigido en la meca, el Hollywood de las webseries. Un modelo de negocio, sin modelo y sin negocio (por ahora), que triunfa en Internet. Producciones –como la recién aterrizada Capitán Nazareno– pensadas para ser difundidas en la red con la esperanza de obtener mínimos dividendos, dar el salto a la televisión o convertirse en película.

“En Sevilla hay una creatividad enorme a la par que un apoyo nulo por parte de todas las administraciones. Y las webseries son la forma de expresión que tienen muchos jóvenes para hacer cine de guerrilla, rápido, barato pero con calidad”, explica Manu Franco, responsable de The Becquer’s Guide (www.thebecquersguide.com). Su propuesta, rodada en un psiquiátrico abandonado de Sevilla –entre otras localizaciones– sólo puede ser visionada por la noche (cuando se cuelgan los capítulos). “Nuestra idea sería rehacer la webserie en un largometraje pero... de momento, sólo es eso, una idea”, desvela su director, reconvertido en monologuista en Madrid mientras que el cine le da la oportunidad esperada.

El precedente sentado por El Cabeza, El Culebra y su Trilogía sevillana –con más de cinco millones de visitas–, luego el largo El mundo es nuestro (www.elmundoesnuestro.es), es eso, de momento, un precedente sin continuidad. “Las webseries son creaciones de amigos que tuvieron una ocurrencia mientras estaban en paro y en Internet tienen un medio gratuito para hacerla llegar al público”, explica espartanamente Javier Subiela, técnico de sonido envuelto en varias aventuras de similar calado.

Su radiografía no está muy alejada de la que llevó a gestarse el hit actual de las webseries, Malviviendo (www.malviviendo.com). De un curso para desempleados a un proyecto. Un proyecto que hoy suma tres temporadas, más de 10 millones de descargas, 20 millones de visitas en YouTube, 80.000 seguidores en Facebook y todo un tenderete de merchandising ad hoc. “El boca a boca ha sido nuestro mayor espaldarazo, porque nosotros jamás hicimos “spam” más allá que para que la viesen nuestros colegas”, comenta  su responsable, David Sainz.

Estrenada en 2008, Malviviendo ha tenido un impacto mayor del local –con apariciones y difusión en televisión a escala nacional– y, en sí misma, se ha convertido en un fenómeno de referencia cuando de webseries se habla. Hasta el punto que los derechos de emisión fueron vendidos a TNT dando de este modo el tan acariciado paso a la pequeña pantalla.

De vuelta al terror, Generación Zeta (www.seriegz.com) es otro de los productos cien por cien sevillanos que se han asentado en la red. Más modesta que las anteriores –aunque defendida por la Universidad de Sevilla–, su director, Antonio Roda, cuenta cómo en ella “gente ordinaria tiene que enfrentarse a la ruptura de su cotidianidad cuando Sevilla es tomada literalmente por hordas de zombies”. Mucho más amable, aunque de un vitriólico incontrolado, es Niña repelente, (www.niñarepelente.com) contestatarios dibujos animados que, como Malviviendo, logró dar el campanazo hace dos años y cuyo lugar de nacimiento está datado en Camas, a cargo de tres jóvenes de la localidad que reconvirtieron una carnicería en desuso en estudio de filmación. Siete millones de visualizaciones les avalan. Pero la red, tampoco en esto, es pródiga con euros a quienes la hacen tan atractiva. Diseñadores webs, cámaras en bodas, bautizos y comuniones o figurantes en el Inem. “Las webseries dan fama, currículum, tal vez allanen el terreno para alguna oportunidad... pero no dan de comer”, dice Jesús Calvo de León, uno de los creadores de Niña repelente.

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