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Zapatero asume los efectos políticos del fallo del Estatut

El presidente defiende las aspiraciones catalanas y Montilla le exige «hechos».

el 23 jul 2010 / 20:15 h.

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Montilla observa atentamente a Zapatero durante su intervención en el foro Tribuna Abierta.

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aseguró ayer que no es ni se siente responsable de la sentencia del Tribunal Constitucional (TC) sobre el Estatut, pero asume sus consecuencias políticas y se dejará la piel por recuperar la confianza entre Cataluña y el resto de España. Zapatero acudió ayer por vez primera a Cataluña tras el fallo del TC, y en su intervención en el foro Tribuna Barcelona y acompañado por el presidente de la Generalitat, José Montilla, hizo una encendida defensa de la España plural y de las aspiraciones catalanas.

El jefe del Ejecutivo señaló que los efectos jurídicos de la sentencia son muy limitados si se comparan con el recurso planteado por el PP aunque admitió que han provocado incomodidad y malestar en Cataluña. Tras asegurar que toma nota de ello y de calificar de preocupante que la derecha no sea aún capaz de asumir un proyecto integrador de la convivencia en España (acusó en ese momento al PP y a su líder, Mariano Rajoy, de haber pasado en este asunto de la confrontación a la inhibición) explicó cuál será su posición. En ese sentido, reafirmó el respeto a los sentimientos de los catalanes y calificó de legítima la defensa de la "identidad nacional" de Cataluña por creer que es compatible con la consideración constitucional de España como "la nación de todos". Igual compatibilidad dijo que existe en la defensa de los símbolos nacionales y de la lengua catalana.

Apostó también por analizar la posibilidad de regular, por el cauce legal procedente, las cuestiones declaradas inconstitucionales y reiteró su compromiso de seguir desarrollando y aplicando el Estatut. En esa línea, dijo que una de sus tareas prioritarias va a ser recuperar la confianza que debe presidir las relaciones entre las instituciones para contribuir a la convivencia y "dejarse la piel" para luchar contra la desafección, sobre todo después de la manifestación del pasado 10 de julio.

Montilla, en la presentación de Zapatero, avaló la voluntad del jefe del Gobierno para rehacer la confianza entre Cataluña y España, pero tras recordarle que el PSC es un partido distinto al PSOE, avisó de que su optimismo puede minimizar el problema. De todos modos se mostró confiado en que, más allá de las elecciones catalanas y en "los próximos meses", Zapatero demostrará "con su actitud que ha entendido la profundidad" de un problema que no es sólo de Cataluña, sino de toda España. Así, Montilla le pidió que su voluntad política vaya acompañada de "hechos".

Tras dar la palabra al presidente del Gobierno, éste agradeció la "colaboración" de Montilla con el Ejecutivo central y deslizó un "aunque no te callas", que venía a remarcar el carácter reivindicativo que marca su relación institucional. Además, expresó su total confianza en él y en los 25 diputados del PSC para recuperar la confianza "cueste lo que cueste".

Zapatero dijo que España necesita a Cataluña y Cataluña necesita a España y al citar sus tres grandes convicciones políticas, situó su apuesta por la España plural y el reconocimiento de la identidad política de Cataluña al mismo nivel que su concepción de la democracia y su lucha en favor de los más desfavorecidos.

Mostró su convicción de que los problemas de Cataluña son los problemas de España, y tras recordar su defensa del Estatut desde el primer momento, garantizó que ese apoyo no lo ha dado en ningún momento por necesidad de votos en el Congreso, sino por convicción. El presidente señaló que, por el clima existente tras la sentencia, quizás acuda a más actos en Cataluña.

Al foro Tribuna Barcelona, que celebraba su 400 edición, asistieron, además de numerosos representantes del mundo político y económico catalán, la ministra Carme Chacón y dos consejeros: Ernest Maragall y Mar Serna.

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