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In fraganti

Caso Daniel Sancho - Dr. Arrieta: ¿Fue por dinero, despecho o sexo?

La aparición del cadáver descuartizado del colombiano en Koh Samui, paradisiaca isla tailandesa, señala al encarcelado chef. El asunto creó y hará polémicas e incógnitas mil.

Juan-Carlos Arias jcdetective /
02 sep 2023 / 03:55 h - Actualizado: 02 sep 2023 / 03:55 h.
"Sucesos","In fraganti"
  • Daniel Sancho.
    Daniel Sancho.

Antaño, la canícula estival se relajaba con la canción del verano. Añoramos a Georgie Dann, el sonriente galo que alegraba la TV, radio y verbenas con canciones pegadizas. Ahora, los culebrones del tórrido agosto resucitan los peores asesinatos. ¿Se acuerdan de Puerto Hurraco o Los Galindos?. La inolvidable reportera-criminóloga Margarita Landi repetía que la luna llena agosteña convocaba a las mentes más asesinas.

A principios del pasado mes supimos que el chef madrileño Daniel Sancho, de 29 años, fue detenido por la policía tailandesa tras confesar que mató accidentalmente y destripó al Dr. Edwin Arrieta, de 44 años, cirujano de éxito. Sancho, torpón si cabe, denunció la desaparición de su compañero de hotel. La revelación de Sancho se centró en la jaula en la que tal doctor le metió. Arrieta sería fan de hípica, del polo y de ligar con jóvenes por redes.

Los detalles y evidencias que brotaron del Sancho hijo y nieto de célebres actores añadieron morbo a un execrable homicidio. La estampa de surfero, que ocultase a Laura, novia de años, su pasión por el Dr. Arrieta destaparon ‘dobles vidas’ en el detenido y la víctima. Y fabricó un ‘caso’ muy mediático.

Verdades y mentiras

La pequeña pantalla y ríos de tinta magnificaron un crimen de posible perfil pasional. Multiplica los interrogantes por las versiones que lo pulen. La suite del resort de lujo que Daniel y Edwin compartieron albergó miles de dólares, joyas, ropa cara y cama de matrimonio. Sólo Sancho sabe lo que pasó la noche de autos. Sus versiones sobre lo acaecido se modificaron tras contratar a un abogado tailandés. La pregunta es: ¿Cuándo dice la verdad?.

Compras inusuales para un turista (sierra, bolsas y guantes de plástico, cuchillos, un kayak...) delatan claves prehomicidas. Descuartizarse el cuerpo de Arrieta y esparcirlo por la isla es llamativo ¿Fue todo premeditado?. La policía tailandesa apuesta, tras colaborar Sancho, porque había planes.

Tras vivir el moonlight night de hippies-pijos y la frialdad del chef relatando lo más atroz le acercarán al banquillo y a pasar unos añitos sin libertad. Ya relataban amigos juveniles de Sancho que tendría poca humildad. Ojalá nos equivoquemos. No obstante, y esto es muy relevante, sus ciber-fans piden que salga de la cárcel por ‘guapo’. Tomen nota, tenemos línea.

Las medias verdades desfilan en el caso tras conocerse las indicadas ‘dobles vidas’ del posible verdugo y la desdichada víctima. El armario del colombiano sólo crujía, no lo abrió. Eso sí, su bisturí atraía mucho dólar. A Laura, novia de Sancho, le esperaba una boda de cine ¿Esta, en Indonesia, sería tras ‘romper’ con Arrieta? ¿Incluía el triste final del cirujano?.

Hablemos de dinero. ¿Quién pago la fiesta premortem?. Nos referimos al viaje tailandés de Sancho, suites alquiladas o su nivel de vida. Hay evidencias sobre 25.000€ al mes que le giraba Arrieta para poner un burguer guay o montar quirófano en Madrid. ¿Quién lo sabe?. El pastizal lo manejaba el chef melenudo. ¿El parné explicaría, o taparía, lo que pasó?

Hablemos de sexo. Sancho declararía, antes de tener penalista, que el accidente que segó la vida de Arrieta lo motivó su negativa al sexo con el aficionado al polo. El ‘accidente’ que relató Sancho sería fortuito ¿Huiría, así, de una barbarie?. La hipótesis del ‘yatching’ (sexo de pago) que cobraría Sancho por intimar con Arrieta se abre paso. Mientras, Laura suspiraba por su Daniel. Quienes se deslenguan, tras conocerse lo que se obraría, le tildan de chapero destripador.

Una verdad objetiva es el pronóstico del naturalista español afincado en Tailandia Frank Cuesta. Declaró que la familia de Sancho se arruinará con la cárcel del chef. A la esposa de Cuesta la enchironaron injustamente 4 años. En prisión pagó por todo, hasta por respirar quizá. Cuesta, según afirmó, abonó casi 300.000€ para que sobreviviera su hoy ex pareja entre rejas. Sumó a dineral minutazos, imaginamos, de abogados, peritos, etc....

El animalismo a Cuesta le costó caro. Tailandia tiene mafias, recuérdenlo. El valiente conservador de especies lo sabe bien. Su tesón molesta a los mercaderes. Nunca descartamos que, con su hoy ex pareja, se vengaron los desalmados que abusan y trafican sobre animales salvajes. Frank de la Jungla es un testigo incómodo.

Criminólogos, tertulianos y ‘portavoces’

Ahora vamos para bingo. Los más cutre-friki del caso tiene niveles. Si ya la historia de un crimen atroz entre íntimos cuesta entenderlo, es llamativo el papel de quienes viven de comentar, informar o tasar desgracias ajenas en la prensa y redes sociales. Lo más mediático del caso es ‘hartible’. Sí, la matraca de un día, por supuestas primicias, se desvanece al siguiente. Y se inventa a diario desde España el pálpito tailandés del caso Daniel Sancho

No cuadra, por ejemplo, que los diplomáticos patrios den el mismo trato a los encarcelados españoles por el mundo. A Sancho le llevan en taxi a pie de cárcel a su madre, la ex actriz Silvia Bronchalo. Un vicecónsul, que no honra a su oficio, opina y declara a prensa sobre lo sub iudice con posible secreto sumarial. Pero esto no importa a los guerreros de subir los ‘shares’ y curvas de audiencia en impactos o la pequeña pantalla más morbosa.

Además, la policía tailandesa no terminó. Se le cuestiona sobre evidencias y confesiones de Sancho. Parece que tendrá faena por las novedades del caso. Sancho tiene ya abogados en Bangkok y conseguidores locales. Nos preguntamos si brindan al sol. En España cuenta con un dúo de portavoces que contrataron sus progenitores, divorciados desde hace años.

Sí. Lo que leen. Sancho tiene quien le defienda en España, donde jamás le juzgarán, ni le acusarán de nada por lo que se obró en Tailandia. Nos referimos al tándem de criminólogos Balfagón & Chippirrás. La primera merece un aparte. Primero, reiteró en platós que Sancho no estuvo sólo en su empeño. Como la poli-tailandesa no es tonta verificó, con videos, que obró solito. Balfagón exigió, después, su peritaje psiquiátrico. Por si, creemos, cae la breva del buen chico que sufre un brote, cuchillo en mano.

Cuando creíamos que todo el bacalao estaba vendido aparece un penalista sevillano como portavoz de un bufete bogotano. Lo contrató la familia que mantenía Edwin, repetimos, desde su cotizado bisturí. Inicialmente sus afectos, no conocían a Sancho, ni sabían qué llevó al cirujano a Tailandia.

Pronto se evidenció que conocían su móvil. Ahí llamaron interesando su paradero a la desesperada. Entonces Sancho, presuntamente, decidió denunciar su desaparición antes de ‘derrotarse’ ante policías nada tontos. Nunca olvidemos que estos agentes se curten ante mentiras de turistas adinerados, caprichosos o los pederastas que sobornan. Lo que asombra en España sobre ésta policía asiática, allí sería normal. Recuérdenlo.

Tatachán. Aparece en el caso el Doctor en Derecho Luis Romero. Y lo vemos sonriente, callado ante lo más friki y blanqueante sobre Sancho. El Letrado se limita a exigir que no se valore lo personal de su patrocinado. Su redonda cara ante la TV empata con lo que conocíamos de tan ilustre penalista.

Ya citó #infraganti a Romero cuando repitió como Presidente de uno de los seis clubs rotarios hispalenses (el Corporate). Trajo de conferenciante-estrella, y nombró presidente honorario de ese Club, al mismísimo Mario Conde. El ex banquero fue al grano en su aplaudida conferencia: “la moral del éxito y del fracaso”.

Justo un año, el ex preso piropeó -de paso- en los salones del Alfonso XIII a Macarena Olona, talento de la política que huyó de sus lectores andaluces vía Vox. Romero es famoso ligado a patrocinados ‘traviesos’ y poco tiesos. Y ducho en captar clientela por líneas ‘900’. Desechó ser decano de la abogacía sevillana tras cosechar derrota la candidatura que lideraba. Pero le encantan las palestras. Al letrado que sonríe a cámara.

Al dúo Malfagón & Romero les puede llamarse ‘compañeros’ en los platós. Pero Romero se remite continuamente al Bufete González de la capital colombiana y a la fiscalía tailandesa en contexto de pedir Justicia para el Dr. Arrieta. Lo tiene fácil ante la atrocidad, presunta por favor, de Sancho.

No se sabe si el Dr. Arrieta qepd tiene abogado en Tailandia. Fiar todo a fiscalía sin acusación extra entraña riesgos en cualquier país del mundo. Ante la pena de muerte, la familia del cirujano se opone, de entrada, por ‘sus creencias religiosas’ suponemos que lejanas al ‘ojo por ojo’ bíblico.

Pero, tras la eclosión de la portavocía española de Sancho, sus gestores estarían desertando de la palestra. En especial de Carmen Balfagón, ante un Ramón Chippirrás ausente. Quizá entienda que es complejo defender lo indefendible, por mucha corbata colombiana que le esperara a Sancho de su amante si no perduraba el romance de dos adultos que, además, intercambian dineros. A los speakers españoles del chef se unió un abogado-estrella suponemos que previo contrato de honorarios de platino. Nos referimos a Marcos García Montes. Desde su bufete, y el de Kuhn Anan tailandés, se hará lo indecible para cambiar el futuro que le esperaría a Sancho.

Romero, de su parte, vindica estar curtido en la defensa de presos en países extranjeros. No aclara si logra que los absuelvan. La leyenda que corre, en la abogacía sevillana, sobre este famoso letrado es que está muy cotizado para ser contratado. Y, también, para conceder venias a colegas de toga.

Caso Daniel Sancho - Dr. Arrieta: ¿Fue por dinero, despecho o sexo?
Prendas y restos del Dr. Arrieta obtenidos de la Policía tailandesa.

¿Impostores investigando delitos?

Con ocasión de este caso tan mediático, se repiten opinando y pontificando en platós, digitales y micrófonos ciertos criminólogos, sindicalistas de agentes, expolicías y beneméritos no habilitados para investigar delitos. Esa facultad, exclusiva y excluyente, la detentan nuestras fuerzas de seguridad pública acorde a la Carta Magna (Art. 126 CE).

Un dato paradójico y agraviante, como otros tantos disparates españoles, es que a nuestros detectives privados con licencia les prohiben investigar delitos de oficio, no los que el Código Penal considera perseguibles por la parte afectada (acoso, secuestro, calumnia, injuria...) según la Ley 5/14 de Seguridad Privada.

Añadimos más desvaríos. Para obtener licencia los detectives privados se les exige culminar un equivalente académico (180 créditos), en centros homologados por el Ministerio del Interior, del Grado de Criminología. Si osasen, los investigadores privados, investigar delitos contratados por cualquier legitimado/a/os, o con licencia judicial, la Policía Nacional los multa con sanciones entre 3.000 y 300.000€, según la Ley de Seguridad Privada. Esta norma, incomprensiblemente, regula, controla y castiga a nuestros sabuesos. Por sus cometidos profesionales, serían el Ministerio de Justicia, el CGPJ o la Fiscalía General del Estado los órganos a los que se deben -en vía administrativa- nuestros detectives, no policías celosos de su territorio profesional. España así desmiente a novelas y películas de género

Además, el Caso Sancho-Arrieta destapa, involuntariamente, esta paradoja que agravia y hace huérfano al ciudadano que sufre el delito. Especialmente, al que no se conforma con la ‘versión oficial’ de cualquier delito que le perjudica, hunde su vida, le priva de patrimonio o le impide vivir adecuadamente acorde a la mínima dignidad. ¡Spain is different¡

Caso Daniel Sancho - Dr. Arrieta: ¿Fue por dinero, despecho o sexo?
El Dr. Arrieta jugando al polo.

¿Qué nos deparará el caso Sancho-Arrieta?.

Pasado el culebrón veraniego el padre del presunto asesino, Rodolfo Sancho, pasará temporadas alternado con la madre del chef en el antiguo reino de Siam. El indulto –agárrense- que ya se vaticina en TVs españolas sin concluir las investigaciones policiales. Como que cumplirá cárcel en España, según Tratados internacionales. Se repiten en pantalla los brindis al sol y demás veleidades dignas de mejor causa.

Se espera –confiemos- un juicio justo, pruebas adveradas y pocas especulaciones sobre las evidencias. De momento, la primera autopsia de Arrieta dictamina que fue degollado, siendo ésta la causa de su muerte. Que su cuerpo haya sido despedazado en 17 bolsas que compró un turista destapa que hubo mucho cuchillo.

Hablemos de indultos. Rama X, excéntrico monarca tailandés, exige que se le arrodillen sus interlocutores. Lo máximo posible, dicen, sería conmutar la vigente pena de muerte por la [cadena] perpetua. En español, como somos maestros en los eufemismos, se llama a esta gracia real prisión permanente revisable.

Sancho, créanlo, lo tiene crudo. La piedad oriental será un milagro. Lo más sensato es pensar que ‘en esta vida no hay premios, ni castigo, sólo consecuencias’. Lo repetía el fallecido progenitor de quien les escribe estas lineas.

Posdata: El pasado agosto priorizó portadas sobre más desvaríos del Ex ya Ex Presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales. Desafortunadamente, este sujeto empañó la merecida gloria de equipo femenino al ganar el primer Campeonato del Mundo en Australia. No podemos olvidar en #Infraganti la proeza del equipazo que se alzó con la Copa del Mundial. Su tesón, trabajo en equipo, profesionalidad, saber superar obstáculos, dar ejemplo y ser referentes merecen más que aplauso. En especial citamos a las sevillanas Olga Carmona e Irene Guerrero. ¡Felicidades campeonas!


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