In fraganti

‘Detectives Larry’ ¿cerrado por la Policía?: toda la verdad

La veterana agencia sevillana cerró tras una inspección policial que detuvo a su último ‘inquilino’ de licencia. Legó impostura, denuncias e infamias al gremio de detectives

Juan-Carlos Arias jcdetective /
22 feb 2020 / 04:05 h - Actualizado: 21 feb 2020 / 12:05 h.
"In fraganti"
  • ‘Detectives Larry’ ¿cerrado por la Policía?: toda la verdad

El pasado 2019 fue para olvidar entre detectives impostores y quienes, con o sin licencia, competían deslealmente en un mercado a la baja. Durante las primeras semanas del año entregaron, en dependencias policiales, sus licencias detectives noveles, virtuales y sin agencia. No pagaban cuotas de autónomos ni al fisco. Inspecciones previas destaparon irregularidades en un segmento profesional sólo presente en ‘milanuncios’, internet o webs vacuas que no identifican licencia, señas reales e identidad de su responsable. Sin despacho no avalaban seguridad jurídica a la clientela, juzgados o proveedores. Ni mínima dignidad al profesional que se precie. [Es muy recomendable para quien contrate a un detective que le pida licencia en una agencia física; no se cite nunca en un bar, el lobby de un hotel o en un banco del parque]

Como en películas y novelas de género, la policía seguía al sabueso trasgresor. El buen detective patrio, no obstante, está más cerca de colaborar con la Justicia. Pedir altas en el IAE y justificantes del pago del régimen de autónomos a estos detectives fue un señuelo contra la competencia desleal y economía sumergida que se mostró efectivo.

En total, casi 50 detectives sevillanos ‘abandonaron’. Incumplían Ley de Seguridad Privada 5/14 (LSP). Muchos estudiaron en Universidades de Sevilla-US, Pablo de Olavide-UPO o CEU San Pablo un ‘título propio’, sin convalidación académica, al amparo de la Ley 6/2001. Los más perezosos cursaron ‘online’, y sin prácticas, en UNED, UDIMA, VIU o UEX o pagaron platino por ‘cursos puente’ en una academia granadina.

Pero la policía ocultaba una presa mayor. Agentes adscritos a la U.T de Seguridad Privada sevillana conjuntamente con inspectores del Grupo Operativo de Cooperación madrileño llamaron a la puerta de Agencia ‘Larry’ el pasado 19 de marzo. Quien les atendió -a quien buscaban-, fue interrogado y detenido. El objetivo policial se ligaba a presuntos ilícitos (falsedad, estafa y usurpación de estado civil) y sabían que no tenía licencia de detective privado. Esta realidad entraña, además, sanción de hasta 600.000 euros acorde a una LSP carente de Reglamento desde hace seis años, desde el pasado 2014.

Un comunicado policial, ampliamente difundido y que resumimos, detallaba el modus operandi del detenido ‘...mediante engaño y argucias convencía para depositar en él su confianza, consiguiendo trabajos de investigación reservados en exclusividad al detective privado habilitado. Ganada la confianza de clientes, le facilitaban datos privados propios y de personas objeto de investigación. En inspección al despacho, se constató falta de diligencia en tramitación y registro de las investigaciones, ausencia del Libro-Registro obligatorio, contratos falsos y facturas por diversos importes. Los clientes eran obligados a abonar facturas superiores a las a priori estipuladas, con el engaño de la prórroga y dilación en el tiempo de las investigaciones. Se detectó que, en contratos, el detenido falsificaba la firma de detectives supuestamente contratados para realizar investigaciones....’

‘Larry’, luces y sombras

José Miguel Larrumbide fue un detective-empresario curtido en el franquismo a quien deslumbró la democracia. Afincado en Madrid y con éxito en sus emprendimientos se enfrentó a los mandamases del ‘sindicato vertical’ con afanes monopolistas que dominaban al sumiso y falangista gremio detectives. Ferviente del libre mercado, captó clientela andaluza e internacional. Ubicó en Sevilla y la emergente Marbella sendas sucursales. Las atendían empleados fieles a sus singulares pautas y hábitos privados.

En Sevilla alquiló despacho en el centro y fue Perfecto Cuesta uno de sus intermitentes embajadores sevillanos. El traslado a Virgen de Luján 18, en Los Remedios (ex sede del Hotel Río) alternó a José María Parente al frente de ‘Larry’. Uno y otro se emanciparon años después de ser contratados, tras obtener sus respectivas licencias de detective.

Cuesta montó ‘Marcus’, que conoció diversas ubicaciones hasta su definitivo cierre. Mientras tanto, Parente legó su primer apellido a una reputada agencia aún operativa en Nervión. En Marbella ‘Larry’ duró hasta que su director, ex escolta y torero, José Mª Rudiez Capapey, se instaló como Agencia ‘Thomas’. Los mejores sueños empresariales de Larrumbide se finiquitaron sobre su marca ‘Larry’ al sur español. La bonanza de dicha agencia repartió su logo y marca por autobuses sevillanos, calendarios en todas las sedes judiciales, grandes y lustrosos ceniceros de cerámica de Aracena en bufetes. Otros recursos publicitarios consolidaban una efectiva diligencia investigadora que aglutinó una clientela importante en un sector lastrado por tópicos e incomprensiones.

‘Larry’, además de veterana agencia, acaparaba un mercado ya difuminado por ofertas a la baja de competidores, informes ‘a la carta’ o dinero negro centrada en ex uniformados prejubilados (policías, guardias civiles o militares) décadas antes que autónomos o asalariados. Rentabilizan con eufemismos demasiados agravios: segunda actividad, reserva activa....

Según José Luis Ibáñez en su última obra ‘Todo lo oye, todo lo ve..’ (Páginas 205, 407 y 497, Espasa 2020) los verdaderos detectives pioneros sevillanos abrieron agencia -en 1899- en c/ O’Donnell 5. Después se ubicaron en c/ Jesús del Gran Poder 20. ‘La Vigilancia y Seguridad Mercantil’ fue el nombre con el que comercializaron sus servicios en la sucursal del ex policía catalán Daniel Freixa.

En 1907 es Antonio Ramírez Casado, apodado ‘Memento’ y polifacético (fue torero, dramaturgo, policía y Alcalde de Salteras) quien prosigue la profesión con agencia propia. En 1913 abre agencia ‘La Actividad’. Ubica su sede en c/ Miguel del Cid número 23. Antes de ‘Larry’, Julio de las Nieves (ex campeón del Club Natación Sevilla), José Benot (Maype) en calle Álvarez Quintero, José Almansa Gaytán (Ex Juez de Paz en Castilblanco) e ‘Internacional’ en calle Marqués de Paradas fueron los post-pioneros detectives sevillanos, con plantilla nutrida.

‘Larry’, a principios del siglo XXI, la heredó un hijo de Larrumbide con su misma identidad. Al parecer, habría optado por ceder la marca al negocio de la investigación y obviar estándares de calidad que imprimieron sus últimos directores (Cuesta y Parente) sevillanos. Acaso se desechó aquel detective literario que, en ‘El sueño eterno’ (1939), definió Raymond ChandlerEstaba aseado, limpio, afeitado y sereno, y no me importaba que se notase. Era todo lo que un detective privado debe ser’.

La detención del último responsable de ‘Larry’, en marzo de 2019, su cierre fulminante más la inmediata venta del piso que albergó la agencia hizo mudos y opacos a quienes estaban cerca de lo que cocía la hoy desparecida agencia sevillana.

El Juzgado de Instrucción nº 10 (Diligencias 632/19) de la capital de La Giralda acumula, e investiga, las denuncias ligadas a ‘Larry’ y su postrero gestor. Según insinuó el comunicado policial habría más de 100 víctimas de la ex agencia. El affaire tardó casi 14 años en saltar a los despachos policiales y judiciales. Y concita incontables incógnitas.... Además han comparecido, y se han ausentado, del sumario testimonios que serían reveladores por lo sucedido en ‘Larry’ durante las últimas décadas.

Más silencios, más trapicheos

Al parecer, en ‘Larry’ se realquilaban licencias de detectives noveles para seguir emitiendo informes ‘de alto voltaje’ aunque raramente eran ratificados en juzgados, si tocaba. Investigaban bajas, variables dinerarias de divorcios, herencias, acosos, fraudes al seguro, búsquedas, falsas insolvencias.... Manuel Prieto, Benito Arriaza y otros detectives con licencia prestaron la misma para ‘Larry’, aunque habrían toda clase de trapicheos y componendas a sus espaldas, firma e identidad: ¿Lo cobraban?

Posteriormente, postulantes a empleo mandaron currículums a ‘Larry’. Se les pediría copia de licencia y del NIF para usurparlos en informes heterodoxos. Esta praxis despreciable sería el principio del fin de ‘Larry’. Esos supuestos trabajos, al llegar a juzgados, no los avalaban sus firmantes usurpados. Tan evidente osadía desató denuncias, rabia e indignación entre quienes tenían más ilusión que trabajo en un oficio lastrado por la ficción, aunque superado por un repetitivo plagio cutre poco caballeroso.

Circulan leyendas en Sevilla sobre centenares de informes de ‘Larry’ y otras agencias heterodoxas. Una sitúa la práctica de volcar datos falsos sobre medias verdades para exculpar imputados, descalificar testigos, consolidar dudas dolosas... Sería negocio comercializar tan cuestionables trabajos -informes ‘de diseño’ o a la carta- que desprestigian al detective honesto, mayoría entre los ejercientes que en Sevilla serían más de 200.

Sólo beneficia, tan cuestionable proceder, a los miles de imputados por corrupción, maltrato, pederastia, defraudadores o narcos con los que convivimos los sevillanos. Ciertos bufetes, marcados por tales menesteres, explicarían mejor una realidad que sólo intenta defender lo indefendible. De momento, recordemos al imprescindible Ortega y Gasset: ‘Allá cada uno con su cadaunada

Otro factor explicativo de tanto silencio sobre ‘Larry’ en Sevilla es que muchos de sus ex clientes no querrían denunciar algo que podría tener efecto boomerang. Por esa razón pagaron de más por nada que les comprometa.

No les importó ser estafados ‘a sabiendas’. Ni que su informe tuviera rúbrica virtual o falsa, a la postre poco les importaba. Esos clientes no firmaban nada, sólo pagaban. Así es tan lamentable realidad, guste o no.

Hablamos del informe ‘fake’ multifunción que tanto alivia con el agua al cuello, con una Justicia efectiva, lenta pero que sólo reacciona ante la sangre y la violencia, no ante ilícitos de ‘cuello blanco’ que llenan las carteras de los ‘malos’ que mercadearon bajo el paraguas de ‘Larry’ los últimos lustros.

La Justicia obraría así en nombre del principio de ‘mínima intervención’. Lo penal escurre temas que considera de otros campos jurisdiccionales. La tarea de crear ilegítimas dudas a la policía, juzgador o fiscalía relativiza la imputación o minimiza penas en el peor de los casos. Lo repetimos: es rentable engañar con tantos matices como sea menester sobre la verdad oscurecida. Justo de la que huía Pío Baroja.

¿Qué pasará?

El cierre de ‘Larry’ dejó al barrio de Los Remedios huérfano de parte de su historia invisible. La agencia era muy conocida, por tantos años de servicio. Su rótulo lo compartía con psicólogos y sexólogos en fachada, algo singular. En el bloque hay una reputada Notaría, despachos y residentes en las antiguas habitaciones del Hotel Río, el primer hotel del barrio.

Había un Restaurante, Xkysyto, en tal bloque. A las pocas semanas de cerrar ‘Larry’ lo visitó otra comitiva policial. Les acompañaba su dueño esposado. No iban a degustar su excelente gastronomía. Fueron a documentar una red blanqueadora del narco. Cerró en Junio de 2019.

Las diligencias judiciales sobre ‘Larry’ van lentas y las escrutan muchos ojos desde que arribó un extenso dossier desde dependencias policiales. Una joven abogada personada en la causa, Felicia Morcillo, no habla, no sabe nada. No da detalle sobre su patrocinado. Esa mudez empata a otras que recaen sobre el funeral de ‘Larry’ en Sevilla. Piensan que nadie sabe de qué va la cosa tapando vergüenzas inconfesables. Quien oculta, no engaña: esconde la verdad. Y si a ésta se le cierra la puerta, entra por la ventana.

Hubo precedentes sobre el ‘caso Larry’. En 2012 un operativo del Grupo de Investigación en Comisaría-Centro desmanteló un despacho que operaba como ‘Invesan- Eurocobros’ en Parque Torneo. El testimonio de un falso ‘perito judicial’ detenido por usar un coche con distintivos oficiales para evadir multa de parking alucinó a unos agentes que tiraron de la manta.

En el despacho se incautaron centenares de títulos, placas-cartera, certificados y sellos con anagramas oficiales de ‘Perito Judicial de Investigación’, ‘Policía Judicial’, ‘Fiscalía’, ‘Forense’ y copias de informes suscritos con la licencia detective de P. D. (autor y profesor universitario con gimnasio). El material fue peritado e informado ante tan evidentes usurpaciones. Pero los cargos penales se habrían volatilizado.

La Justicia no ha estimado que sea delito, ni merezcan procesamiento los usurpadores, repetimos de sellos usados por funcionarios. Los implicados en las diligencias previas se quedaron ahí. Anticiparon al juzgado que son insolventes: multas o inhabilitaciones les importan muy poco. Les resbalan.

El Ministerio Público, acorde a instrucciones de la superioridad que codifican ‘alarma pública’ o prevalencia de ‘paz social’, no acusa. No está, ni se le espera. Por todo ello, sospechamos que a ‘Larry’ no lo ha cerrado la policía. Fue el Espíritu Santo, el mercado inmobiliario de pisos turísticos o acaso la voluntad de una deidad tribal centroafricana. Vayan a saber

No se citan aquí identidades ‘vox pópuli’ en Sevilla sobre ‘Larry’ ante la promiscuidad demandante del cualquier ‘ofendido’ ocioso, con abogado, labia para zafarse y algo de dinero ‘Larry’ tiene quien le escriba y defienda, según algunos testimonios judiciales.

Post Data: Aunque desde la última festividad de San José, el 19 de marzo de 2019, ‘Larry’ cerró físicamente su sede sevillana tras ser detenido quien abría la llave de la agencia hay algo llamativo. Su teléfono (954276952), casi un año después, lo atiende una voz masculina calcada de tal sujeto. Otro dato: La web de la ex agencia está ‘en construcción’ aunque incluye formulario de contacto: ¿Policía o juzgados conocen esta realidad?. Si lanzan comunicados -difundidos en prensa e internet-, tramitan multas e investigan presuntos delitos nos preguntamos: ¿Cuándo parará el agravio y plagio sobre detectives legales y honestos?. Sospechosamente, el usurpador del detective sigue erre que erre. Última pregunta, retórica: ¿Se repetirá en Sevilla el escándalo de espionaje ‘Método3’ barcelonés de años atrás?