-
Julián Granado.
El humanismo y sus conexiones con la sociedad entre médicos tiene tradición en España. Mateo Alemán, Felipe Trigo, Pío Baroja o el irrepetible Gregorio Marañón partieron de la praxis clínica para conectarse con el mundo en el que vivían y esperaba de ellos. Como cuidadores de la salud acaban metabolizando la opinión pública gracias a sus inquietudes intelectuales. Los tecnicismos de la medicina se tornan cercanos al ojo lector cuando quien es médico trasmite ese otro yo lejano de la bata blanca. Ese sería el caso del Estomatólogo Julián Granado. Alumno aventajado de la excelsa profesora-actriz María Galiana lleva décadas escribiendo novelas, relatos cortos y artículos. Su obra obtuvo premio por jurados donde este dentista-escritor no conocía a nadie. El Dr. Granado, próximo a la jubilación, hurta tiempo a sus pacientes y seres queridos para desarrollar su pasión por escribir. No lo tiene, el tiempo, para invitar a copas o regalar lo que sea a jurados de certámenes literarios
La temática de su obra incide en novelar la historia con el rigor del experto. Nacido en Nerva (Huelva) se considera sevillano; en la provincia y capital de La Giralda pasó gran parte de sus mejores momentos vitales. Enumeramos, sin más preámbulo, sus novelas publicadas: Mendizábal el caballero Neto, De Humanidad y polilla, El fajín del Virrey, Ceguera nocturna, La infancia desdichada de Seoane, [TRILOGÍA DE LA COLZA La inocencia del aceite, Plaga de silencio y Los entresijos, Un mundo aparte, El complot Canalejas, La ley del cobre, A la sombra de Jonás Mom y Comorera vuelve a casa.
Resulta muy interesante y llamativo que las tramas que desarrolla Granado en sus narraciones nos acercan ópticas desconocidas de personajes y hechos históricos muy cuestionados. Los que sustentan más polémicas de entendidos y legos en los mismos. Nos referimos a Mendizábal el desamortizador anticlerical, Ferrer Guardia el anarco librepensador ajusticiado, el asesinato del Presidente Canalejas, la masacre del General Queipo de Llano o sobre la tragedia que causó el patógeno que nos contaron ligado a la Colza. Granado nació en la cuenca minera onubense. Por eso baja con soltura a las galerías de la Historia con mayúscula. Y lo hace para desvelar prismas e hipótesis que sólo una novela puede trasladar al lector de realidades.
La carta inédita
En su última obra Julián Granado bucea hasta el trepidante mundo del espionaje, pero el que se practica forzado por una vulnerabilidad. El título del trabajo es Carta de Duret (Bohondón Ediciones 2022). Usa una misiva que no llegó a su destino como pretexto para construir la historia de un agente doble. Llegados aquí citamos al barcelonés Juan Pujol García (1914-1988), alias Garbo.
El mejor espía mundial en tal empeño engañó a los nazis (Abwher) salvando miles de vidas. Les pasaba datos falsos artificiados por los británicos (MI6) para plasmar la Operación Fortitude durante la Segunda Guerra Mundial- IIGM. Fue tan bueno Garbo en su papel que le condecoraron alemanes e ingleses.
Nada que ver [Garbo] con el General Manglano, cuyos herederos sacan tajada de su agenda. Desde ahí selectivamente anotó, el militar-espía, un legado en el que sólo -creemos- registra su ego con la ayuda de dos periodistas que expurgan tal agenda hacia lo monárquicamente correcto. Vaya, a la defensa del hoy Rey Emérito
Charles Duret, el personaje de Granado y su hija Gilberte (también Josephine Rot) viven al norte de los Pirineos, en Montpellier. Frecuentan Barcelona en los 30s del pasado siglo. La novela sitúa la trama en un vívido contexto histórico. Todo transcurre cuando la capital catalana se mantiene republicana tras el golpe franquista y está dominada por milicias izquierdas y cenetistas.
Carta de Duret es la misiva que debiera haber recibido la hija de un humilde comerciante francés durante los tiempos que estalla la guerra civil en España. Duret es etiquetado por Granado como timorato y pusilánime. A la vez es capaz de lo más excelso por su familia. Y de hacer, desde luego, calladamente lo que sea. Como el perfecto espía que no era. Llegó a ese microcosmos forzado. Le delataron sus torpes pasos de correo de ‘buzón’.
Duret es descubierto por los milicianos en Barcelona. Ello le fuerza a delatar sus secretos al bando sublevado (franquista). El fin de sus días, como agente doble para salvar el pellejo y a su familia, terminan en un paredón castellano. La carta que envió a su hija es una novela digna, con aviso moral para que los aficionados al espionaje no se crean profesionales de tan experto oficio. La tentación vive cerca, y es fácil picar. Teleseries, Novelas, películas, tiendas...
Arthur Koestler, el escritor húngaro, llegó a la Sevilla de 1936 parapetado como corresponsal británico. En realidad, era un agente del Komintern soviético. Fue delatado por un periodista nazi a los esbirros franquistas. Koestler murió suicidado y preso de la leucemia junto a su joven esposa, décadas después de la contienda fratricida.
Duret sin embargo, el de la novela, acabó tiroteado por sus malas artes de espía. El pellejo que quiso salvar se pudrió en una fosa del anonimato. ¿Cuántos Duret hay, cuántos encontraremos?. Sospechamos que Granado con su personaje resucita a más de uno.
Hay mucho material en días [post] pandémicos. Un sátrapa exsoviético [Putin] quiere recuperar el poderío del Kremlim. La pregunta que formulábamos es retórica. También, creemos, se la haría el Dr. Granado en su trabajo, el que recomendamos compartir con los ojos. Atrapa desde la primera página. El médico-humanista seguro que tendrá más premio de quienes le lean en su nueva aventura narrativa.
Presentación en Sevilla
La novela CARTA DE DURET será presentada por quien suscribe y el Prof. Dr. Juan Ortiz Villalba, Historiador y Escritor, más la editora de la obra Marisa Carbajo el próximo martes 22 de marzo a las 19.00H en el CÍRCULO MERCANTIL E INDUSTRIAL, c/ Sierpes, 65. ENTRADA LIBRE HASTA LLENAR EL SALÓN DE ACTOS.