In fraganti

Fenómenos paranormales en El Palmar de Troya

La antigua pedanía de Utrera salió del anonimato hace tiempo. Supuestas apariciones virginales y herejías al catolicismo hasta con cismas no ocultan que ‘algo pasa’ allí

Juan-Carlos Arias jcdetective /
12 mar 2022 / 04:00 h - Actualizado: 12 mar 2022 / 04:00 h.
"In fraganti"
  • Fenómenos paranormales en El Palmar de Troya

A finales de la pasada década de los 80s del pasado siglo aquel recóndito lugar era un trajín de gentes aglutinadas por su fervor religioso. En 1968 tres niñas (Ana García, Ana Aguilera, Rafaela Gordo y Josefa Guzmán) dijeron ver a la Virgen María. Mensajes marianos, milagros y videntes pugnaron hasta congregar peregrinaciones de miles de personas y fijar allí varios templos de culto.

Unas supuestas apariciones, más milagros no avalados por la jerarquía canónica, ubicaron en la Finca ‘La Alcaparrosa’ hechos de difícil explicación. Magnetismo, espacio telúrico y auras no escrutadas lo estudiaron expertos, también los aprovechados de turno. Entre los últimos estaba un vidente, Clemente Domínguez, aliado con Manuel Alonso y Carmelo Pacheco para sacar provecho del imán de la fe más ciega. Compraron la finca con dinero donado, es decir ajeno, y crearon un negocio descrito con oficio por Jorge Decarlini en su recomendable obra ¡Milagro! Éxtasis y sombras en El Palmar de Troya (Libros del KO, 2021)

Antes, Javier Palmero en la cinta Manolo y Clemente (1986) anticipó el soñado Triángulo del Milagro que pivota en Palmar-Lourdes-Fátima. Se plasmó así para describir cómo se captan donaciones y herencias bajo pautas y cánones del mejor negocio del mundo: cobrar en efectivo y pagar con rezos. El miedo a la muerte hace de las suyas para hacer caja El estribillo de una canción del inolvidable Carlos Cano ‘...Clemente, Clemente, no te quedes con la gente....’ es revelador. El granadino aplicó el olfato del arte a la jeta más prosaica.

Como decíamos, durante la década de los 80s y 90s fue la más esplendorosa para una pedanía que dejó de serlo en 2019. Entonces, la parroquia del Obispado estaba siempre vacía. La capilla del carismático Padre Arana, hereje de los palmarianos y ex jesuita, llenaba cada tarde su templo a la hora de misa. Al igual que gente arrodillada rezando el rosario donde se supone apareció la Virgen. Los alrededores de ‘La Alcaparrosa’ mantenían poder de atracción.

Mientras tanto, la impresionante Basílica Palmariana, la que erigieron dineros captados por Manolo y Clemente se llenaba de fieles con escapularios, monjas separadas de sacerdotes y dignatarios herejes del catolicismo oficial. Palmar de Troya fue la ONU de la fe en plena campiña sevillana. Pocos españoles vivían entonces en sus calles, llena de viviendas adquiridas por fieles del conservadurismo retro-cristiano, el de las catacumbas romanas que no asumieron ni el dogma del Concilio de Trento (1545-63).

Beatos ultras, entierros secretos

En los 80s sucesivas disposiciones del Papa Clemente [Domínguez] (Benedicto XVII en el santoral palmariano) aplaudieron su legalización como entidad religiosa -para obtener primordialmente exenciones fiscales- por sentencia, jamás recurrida por nadie, del Tribunal Supremo de 1987. Algunos edictos papales canonizaron a personajes ultras (Franco, José Antonio, Hitler) e históricos (El Cid, Don Pelayo...). La inteligencia patria (CESID, hoy CNI) creyó que el asunto olía a involución y orquestó un extraño operativo donde se gastó, perdió y apareció mucho dinero más documentación patrimonial en la denominada Operación Troya.

En 2005 muere el Papa Clemente y le sucede en el trono su cerebro gris Alonso. Adopta, en su papado, el nombre de Pedro II. Desde que falleció el último, en 2011, nada fue igual. Se vendieron, en millonarias operaciones opacas, decenas de propiedades en el centro histórico sevillano, incluida su sede apostólica (antiguo Hotel Sudán) en calle Redes. Se mal vendió una flota de furgonetas, muchos otros bienes. El clero palmariano se reubicó en la antigua pedanía.

La más estricta opacidad incluía silenciar fenómenos extraños que se ligaban a la Basílica. La que imita a la del Pilar zaragozana, dentro y fuera de su recinto. En 1982 un novicio cubano se seccionó el pene y testículos ‘para no pecar’.

Antes, a la Madre Superiora (Sor Ramonina) la embarazó el Espíritu Santo. Una monja-donante canadiense, menor de edad y en situación irregular, fue rescatada del hospital Virgen del Rocío por colegas tras derribarse en su espalda en el ático de la sede apostólica palmariana.

Algo más extraño sucedió sobre 1985. Los palmarianos legalizan el primer cementerio privado andaluz. Lo ubican en la cripta de la Basílica. Médicos de la sanidad pública, y privados, a golpe de talonario y a cambio de silencio certifican muertes. Los cuerpos se conducirían hasta dicha cripta evitando preguntas, trámites y traslados hasta el cementerio. Un médico explicaba a la revista Interviú, en 1988, que algunos hechos paranormales se explicarían por ‘éxtasis místicos’. Ese médico acabó, años después, conduciendo la disfunción eréctil con ardientes mulatas, o morenazos, en un hotel tras fracasar sus técnicas andrológicas. En Sevilla todo se sabe.

El chivatazo y el coche que se mueve

La desaparecida Interviú y ADAS Detectives www.adaspain.com montaron en 1989 un dispositivo en los alrededores de la Basílica palmariana. Un soplo indicó que, de madrugada, llegaría un coche funerario. El muerto lo sería por causa no natural y sería preceptiva una autopsia. El soplo era explícito. La defunción se certificó por médico-amigo. Sin más formalidades.

Una furgoneta camuflada esperó, cerca del portón de la basílica, la llegada del muerto. Varias noches se repitió, sin resultados, el operativo. La última noche la furgoneta se movía sola, aún con freno de mano activado. La zarandeaban inclusive fuerzas extrañas. El pánico se adueñó de sus dos ocupantes. Aquella oscura noche se constató que lo telúrico de la zona no era algo de dementes. Lo escribe alguien descreído de lo paranormal.

Varias infiltraciones entre fieles que rezaban posesos hicieron abandonar antes a los reporteros de Interviú. En las afueras y dentro de la basílica ‘pasaba algo’. No sólo se intercambiaban miradas torvas entre habituales y extraños del credo palmariano. Algunos rosarios no pudieron terminarse entre ‘puristas’. Había –a las claras- ‘mal rollo’, si se admite esa expresión coloquial.

Dentro de la basílica pasaba algo parecido. El ambiente que allí se respiraba no adivina nada bueno. Parece presidirlo esa especie de aura negativa que corta la respiración a los carentes de fe palmariana repartidos en aquellos bancos. Allí, la feligresía está separada por sexos. Los varones a un lado, las mujeres en otro. Los cánticos pre-tridentinos de las monjas enclaustradas, el latín del oficiante y esas miradas penetrantes de gente que le parece rara al ajeno a ese tinglado hacen difícil volver. Pero hay gente para todo.

Clemente Domínguez ganó a finales de los 60s la batalla entre los videntes para canalizar supuestos mensajes de la Virgen María con temática apocalíptica, redentora, comprometedora y bien ensayados con dramaturgia. Una comparecencia en la antigua Jefatura de Policía de La Gavidia mostrando los mismos estigmas que se relatan de Cristo textos bíblicos generaron un informe donde se dudaba que fueran auto-infligidos.

El que fuera Papa Benedicto XVII, apodado La Voltio antes de tal dignidad, ya sorprendió en 1976 cuando se quedó ciego en un inexplicable accidente vial. Fue el único que perdió la vista siendo pasajero de un vehículo en la autopista Bilbao-Behovia. Los demás ocupantes salieron ilesos.

En 2020 una serie documental dirigida por Israel del Santo para Movistar no obvia fenómenos, sucesos y testimonios difíciles de explicar en El Palmar de Troya. Son situaciones insólitas y hechos paranormales que no dejan de sorprendernos. Es diferente al esperpento de comilonas o borracheras del mejor Clemente en vida o del Papa Benedicto XVIII-Sergio Ginés Mª, el exsoldado-fontanero Jesús Hernández, que huyó de la Basílica con un BMW-X6 de la Orden con su novia, una ex monja palmariana. El tipo allanó años después, con ella, el recinto basilicar e intentó robar. Por ello lo encarcelaron aunque fue ‘perdonado’ por sus ex subordinados en sede judicial.

Segmentado el negocio, la fe verdadera y las personalidades que sobresalieron del Palmar de Troya tras desaparecer Alonso y Clemente, lo más real es que en 2022 sigan rezando cientos de personas dentro y fuera de La Alcaparrosa. Su fe debe respetarse, aunque es difícil de creer y entender algunas cosas. El misterio sigue ahí. ¿Lo paranormal también?.