In fraganti

Las esperanzas de Fray Serafín Madrid

El creador del Teléfono de la Esperanza resucita de su cuna sevillana, ya en el mundo. La conmemoración de sus primeros 50 años renovó el compromiso del reto superado

Juan-Carlos Arias jcdetective /
10 jul 2021 / 04:00 h - Actualizado: 10 jul 2021 / 04:00 h.
"In fraganti"
  • Las esperanzas de Fray Serafín Madrid

A la capital de La Giralda llegan emprendedores continuamente. Algunos inyectan su tesón y disfrutan de tradiciones locales oyendo aplausos; otros aportan coraje y añaden retos que implican muchos más, incluso después de fallecer y conocerse la entrega a sus congéneres más vulnerables. Este es el caso del conquense Fray Serafín Madrid (1925-1972).

El compromiso por los demás llevó a este fraile de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (SJD) a fundar sanatorios en Sudamérica (Perú y Venezuela). Años después en Sevilla centró su ubicuidad, fijó su entusiasmo y plasmó iniciativas que perduran y se multiplicaron durante nuestros días. El éxito de su pragmatismo lo hace imperecedero.

Sólo la prematura muerte del fraile acabó con su vida, no con su obra. El 27 de septiembre de 1972, Fray Serafín salió de Sevilla junto a un colega. En el Km 130,7 de la hoy A92 cerca de Fuente de Piedra (Málaga) el Seat 124 que conducía tomó una curva cuesta abajo y derrapó por culpa de fuertes lluvias. Chocó contra un camión que circulaba en dirección opuesta. El auto quedó destrozado, Fray Serafín murió en el acto.

Los sanatorios, el teléfono y los seguros

Mucho antes de su precoz muerte Fray Serafín modernizó las dependencias del Sanatorio de SJD en la avenida de Eduardo Dato para ampliar su capacidad asistencial. Hoy día es un Hospital consorciado con el SAS. Ha multiplicado recientemente camas, quirófanos, personal sanitario y ayuda a los enfermos que casi todos los centros desechan. Asiste a los desheredados de la sociedad que sólo piden seguir viviendo con dignidad.

Una publicación que ideó Fray Serafín sufragó los gastos de su mayor obra aún vigente y ampliada sobre el proyecto inicial. Nos referimos a la Ciudad de SJD. Allí se ayuda, aloja y forma a jóvenes discapacitados y vulnerables en centro de Alcalá de Guadaíra. La Ciudad es un logro del coraje tras vencer obstáculos hasta su inauguración, en junio de 1970.

En la Ciudad de SJD se implantó una Escuela de Formación Profesional para que su alumnado pudieran capacitarse para desarrollar un trabajo, tener independencia económica y no ser una carga para sus familiares, además de no depender la caridad pública o privada.

En 1971, pocos meses después de inaugurar su magna obra (Ciudad de SJD) Fray Serafín, fundó en Sevilla el Teléfono de la Esperanza. Fue declarada de ‘Utilidad Pública’ en 1972. Hoy en día el número 717003717 lo opera la Asociación Internacional del Teléfono de la Esperanza (ASITES) y tiene sedes en toda España, Gran Bretaña, prácticamente toda Hispanoamérica y Suiza. La semilla de Fray Serafín germinó también en Estados Unidos de América y otros países interesados en importar la idea que inventó el sacerdote

En sus 50 años de vida ASITES atendió a incontables personas con crisis. Más de 5 millones de llamadas telefónicas, 400.000 centradas en el suicidio. 250.000 personas fueron atendidas por sus expertos en salud mental. Organizaron 10.000 acciones formativas para ayudar a personas vulnerables. La revista AVIVIR distribuyó 1.700.000 de ejemplares. Los 25.000 voluntarios de ASITES son el mejor legado de Fray Serafín.

Otra iniciativa del dinámico fraile fue crear una Compañía y Correduría de Seguros, San Rafael. El negocio generó mucho apetito en el sector por su cartera clientelar, que causó furor en la Sevilla solidaria. Los fondos y beneficios de esos negocios sustentaban las iniciativas de SJD en Sevilla. Uno de sus ex ejecutivos, al Licenciado en Derecho Manuel Alonso Corral fue despedido por Fray Serafín tras detectarse prácticas heterodoxas y ser el cofundador de la Orden de los Palmarianos. El Papa Gregorio XVII aprendió mucho de Fray Serafín hasta que fue pillado. Con la ‘herejía’ que sustanció obró como mago de las finanzas y de la ingeniería financiera bajo pautas de contabilidad creativa

El recuerdo y homenaje

Fray Serafín Madrid venció en vida muchos desafíos personales. Su idea focal era incuestionablemente mejorar el bienestar de sus coetáneos y escuchar, con el Teléfono de la Esperanza sobre todo, los problemas de cualquiera sin importar ni regatear soluciones. La súbita muerte del fraile no quedó exenta de reconocimiento en su Cuenca natal. Una calle de caso 400 metros de trazado lleva su nombre, al igual que una asociación filantrópica. En el Polígono Norte sevillano otra calle homenajea al sacerdote. Quienes le conocieron en vida insisten al autor de este trabajo que de no existir alguien como Fray Serafín, habría que inventarlo.

En 1982, en Gran Plaza de Sevilla, un monumento expresa la gratitud hispalense a Fray Serafín. Es un monolito con su busto en relieve con dos estatuas, aunque una ‘desapareció’ en los 90s: un niño sentado y otro de pie animándole. La leyenda del monumento reza así: ‘Sevilla a Fray Serafín Madrid. Estuvo con los marginados en su esperanza de Justicia’​.

El fraile, que ya muy pocos recuerdan, salva desde su tumba muchas vidas en los sanatorios que creó y agrandó más los suicidios evitados o que se previenen en el Teléfono de la Esperanza. Paradójicamente, halló la muerte en la carretera Fray Serafín Madrid tras inventar un dispositivo para avisar de un accidente vial y de mapas iluminados de las ciudades que habrían de ponerse en farolas y postes para orientar a los ciudadanos. Las esperanzas del dinámico Fray Serafín Madrid no se desecharon, se cumplieron. D.E.P