SALUD

Pandemia y verano, una combinación negativa para quienes padecen insomnio

En las primeras semanas de la época estival de 2020, los profesionales de este sector han observado un crecimiento de consultas por la llegada del calor

  • Pandemia y verano, una combinación negativa para quienes padecen insomnio

El verano es una época realmente perjudicial para todas aquellas personas con problemas para conciliar el sueño pero, en el de este año, se han sumado los efectos de la pandemia de coronavirus, motivo por el cual muchas personas se enfrentan a grandes dificultades para conseguir un descanso realmente reparador.

El Instituto de Investigaciones del Sueño es un organismo de referencia en el sector de los tratamientos para los trastornos del descanso. Sus expertos son conscientes de que el calor es un criterio que, tradicionalmente, ha provocado trastornos del sueño en numerosas personas durante el verano.

En las primeras semanas de la época estival de 2020, los profesionales de este sector han observado un crecimiento de consultas por la llegada del calor, muy común a estas alturas de año, pero con un elemento hasta ahora desconocido, que ha aparecido en nuestras vidas en el mes de marzo para cambiar la vida de todos los ciudadanos y (cómo no), el descanso durante las noches: el temor y la incertidumbre sobre la pandemia de la COVID-19.

Los meses de confinamiento, trastornos del sueño más generalizados

Durante los meses de confinamiento, los episodios de insomnio y de otros problemas para conseguir un sueño realmente reparador han sido muy frecuentes.

Una de las claves que explican estos fenómenos es la alteración del reloj interno, al experimentar un modo de vida tan excepcional sin poder salir de casa salvo cuestiones esenciales.

Esta cuestión obedece a diversos factores que se dieron en estos tiempos, como una menor exposición a la luz solar, una reducción del ejercicio físico o la pérdida de las actividades cotidianas.

Además de estos criterios, las preocupaciones laborales, sociales, económicas o familiares, así como la inestabilidad, inciden en gran medida en la alteración de la duración, la estabilidad y, por tanto, la calidad del sueño.

Todas estas cuestiones son muy importantes, apuntan los expertos, porque influyen en gran medida en la regulación del sueño.

Este verano los trastornos del sueño son más acuciantes

Los especialistas en el diagnóstico y tratamiento de problemas del sueño son conscientes de que el verano de este año es muy diferente a los anteriores, debido a la situación tan excepcional de encierro domiciliario que hemos pasado en meses anteriores y la incertidumbre por la aún persistente exposición al virus.

Ya sea por estas cuestiones o por las características propias de la temporada veraniega, donde influye en gran medida la mayor frecuencia y duración de las siestas o los días más duraderos, además del calor sofocante que se puede sufrir y que son más limitantes para un descanso efectivo.

Consejos para dormir en verano

Algunas de las recomendaciones básicas para conciliar el sueño de forma más rápida durante el verano son las siguientes:

■ Cenas ligeras, al menos dos horas antes

■ Establecer entre 7 y 9 horas cada día para el sueño nocturno

■ Tratar de levantarse a la misma hora todos los días

■ Intentar dormir en el descenso de temperatura ambiental o recurrir a aire acondicionado o ventilador durante las primeras horas.

■ Hacer ejercicio físico

■ Evitar la luz durante el tiempo de descanso

■ Si vas a descansar durante la siesta, mejor no superar los 30 minutos de duración para no entorpecer el sueño nocturno.

En caso de que no funcione ninguna de estas técnicas y consideres que no estás descansando como deberías, lo mejor es acudir a una clínica de estudio del descanso, como es el caso de Instituto Europeo del Sueño, una auténtica referencia en el sector con muchos años de experiencia proporcionando las mejores soluciones a quienes necesitan mejorar la calidad de su descanso.

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