Pictogramas: una de las técnicas más usadas para tratar niños con autismo en los colegios

Un pictograma es una señal clara y esquemática que representa un objeto real, una figura o un concepto. De esta forma, los pictogramas, modificaciones en dibujos específicos, nos sirven para esquematizar y sintetizar mensajes, así que una comunicación simple y directa para sobrepasar las barreras que a veces suponen el lenguaje hablado o escrito.

Los pictogramas suelen tener personas con autismo como una herramienta de comunicación. Las características de los pictogramas les hacen muy convenientes para la comunicación con niños con autismo, así que hay webs, como esta, donde pueden obtener recursos de todo tipo que incluyen apoyos visuales en forma de pictogramas.

Los pictogramas ofrecen un abanico de posibilidades muy útiles para el aprendizaje de los niños con autismo. Permitir establecer agendas visuales, diseñar acciones o mostrar los distintos espacios de la casa. Favorecen la comprensión del medio que rodea al niño, facilita el control de su cuerpo en el espacio que rodea y ayuda a establecer una rutina. Además, favorecen la interacción: por ejemplo, al ver sus comidas y objetos favoritos, frecuentemente aumentan el deseo del niño por comunicarse.

Antes de nada, conviene tener claro qué son los pictogramas, y qué requisitos deben cumplir. Sin esos requisitos, es posible que no cumplan su función de facilitar la comunicación.

• Debe tratarse de un signo claro y esquemático.

• Tiene que sintetizar un lenguaje, informando o señalizando una acción o una idea.

• Debe carecer de elementos superfluos que distraigan la atención.

Si el pictograma está bien diseñado y cumple estos tres requisitos, debe ser comprensible en tres miradas.

Muchos niños con diagnóstico de trastorno del espectro autista presentan ecolalia, una perturbación del lenguaje que consiste en repetir involuntariamente una palabra o frase que acaba de oír o pronunciar él mismo.

En este sentido, algunos terapeutas recomiendan acompañar el modelo verbal con un modelo visual (un pictograma, una foto, un objeto) y después ir retirando la ayuda verbal, hasta que se genere una respuesta espontánea. El objetivo es reducir la ecolalia y facilitar la expresión del niño.

Hay que tener en cuenta que el 90% de la información que nuestro cerebro recibe es visual. Se trata, por tanto, de dificultar la vía del aprendizaje visual para aquellos niños que pueden tener una dificultad con el lenguaje.

Para ello, son muy útiles los cuentos con pictogramas que facilitan el acceso a la lectoescritura. Estos cuentos suelen contener textos especialmente adaptados con pictogramas y tarjetas ilustradas. Todos estos elementos sirven para hacer más fácil la comprensión de la historia y permiten al niño o niña construir cada frase de manera autónoma.

Un ejemplo de éxito se publicó hace unos meses en la prensa. Sergio es un niño que tiene ocho años y al que los pictogramas le han ayudado para lograr sobresalientes en tercero de Primaria. Empezó a apoyarse en signos y pictogramas a los tres años, cuando se revela los primeros síntomas de autismo.

A partir de un programa basado en el uso de pictogramas, fotos, canciones o sonidos, Sergio comenzó a decir sus primeras palabras. Fue la primera fase de un aprendizaje del lenguaje que sigue con los temas de conversación o el respeto de los turnos.

De esta forma, los pictogramas pueden ayudar a niños y niñas con autismo, facilitando la comunicación con la familia y con su entorno. Una ayuda en su aprendizaje que los padres y los niños agradecerán.