Brutal atentado del Estado Islámico durante una misa católica en Filipinas

«Los soldados del Califato detonaron un artefacto explosivo contra una gran reunión de cristianos infieles en la ciudad de Marawi mientras realizaban rituales politeístas», declaró la organización terrorista

Imagen del lugar donde explosionó la bomba, que dejó cuatro muertos y decenas de heridos, en la ciudad de Marawi (Lanao del Sur, Filipinas). EFE

Imagen del lugar donde explosionó la bomba, que dejó cuatro muertos y decenas de heridos, en la ciudad de Marawi (Lanao del Sur, Filipinas). EFE / El Correo

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El grupo terrorista Estado Islámico ha reclamado este domingo la autoría de un atentado que ha dejado al menos cuatro muertos y 50 heridos tras provocar una explosión durante la celebración de una misa dominical en la universidad pública de la isla-estado filipino de Mindanao.

La Policía de Filipinas ya tenía sospechas de un posible acto de terrorismo yihadista, que más tarde ha sido reclamado por el grupo, según ha confirmado SITE Intelligence Group, un organismo especializado en hacer seguimiento de los grupos terroristas.

Por su parte, Estados Unidos ha condenado ha condenado el «horrible atentado»: «Estados Unidos condena en los términos más enérgicos el horrible atentado terrorista», subraya un comunicado emitido por el departamento de Estado de EE.UU., el cual añade: «lloramos a los fallecidos en el atentado, y nuestros pensamientos están con los heridos».

El comunicado subraya que Washington, firme aliado de Filipinas en defensa y política exterior, «está en estrecho contacto» con el Gobierno filipino tras el atentado.

La explosión sucedió el domingo alrededor de las 7.00 hora local (GMT+8) en un gimnasio de la Universidad Estatal de Mindanao (MSU, en inglés) en Marawi (capital de la provincia de Lanao del Sur), donde se celebraba una misa a la que asistieron decenas de personas, causando hasta el momento al menos 4 muertos y 50 heridos. Muchos de los asistentes eran estudiantes universitarios, según afirmaron las autoridades locales.

El Estado Islámico (EI) reivindicó la víspera la autoría del atentado a través de su cuenta en la red social Telegram: «Los soldados del Califato detonaron un artefacto explosivo contra una gran reunión de cristianos infieles en la ciudad de Marawi mientras realizaban rituales politeístas».

El presidente de Filipinas, Ferdinand Marcos Jr., había acusado horas antes de la reivindicación del EI a «terroristas extranjeros» de perpetrar el ataque en Marawi, que en 2017 fue escenario de enfrentamientos a raíz de que yihadistas afines al Estado Islámico tomaran parcialmente la ciudad.

Durante cinco meses, el Ejército filipino combatió calle por calle a los extremistas hasta lograr liberar la urbe, en una batalla donde murieron más de 1.200 personas: 978 yihadistas, 168 soldados y 87 civiles.

Con cerca de un 20 por ciento de población musulmana, la sureña isla de Mindanao ha sido escenario desde hace décadas de conflictos entre el Gobierno y diversos grupos extremistas, entre ellos la organización yihadista Abu Sayaf y el Grupo Maute, ambas adscritas al EI.

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