Cumbre extraordinaria

Hungría levanta el veto y desbloquea el paquete de 50.000 millones de euros de ayuda a Ucrania

Orbán ha mantenido la incertidumbre hasta el final sobre la revisión del presupuesto europeo y el plan para respaldar financieramente a Kiev

Silvia Martínez

Los Veintisiete líderes de la Unión Europea han alcanzado este jueves un acuerdo para entregar 50.000 millones de euros en ayudas a Ucrania durante los próximos cuatro años después de que Hungría haya levantado el veto al paquete de ayuda, según ha informado el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, a través de X.

El dinero para financiar la maquinaria administrativa y garantizar el funcionamiento de Ucrania iba a agotarse en marzo y su único salvavidas hoy por hoy es la reforma del presupuesto europeo y el paquete de 50.000 millones de euros al que los Veintisiete han dado luz verde para dar estabilidad financiera a Kiev durante los próximos cuatro años. El primer ministro húngaro, Viktor Orbán, se oponía hasta ahora a dar un cheque en blanco a Ucrania y exigía mantener su capacidad de vetar la ayuda todos los años.

Los dirigentes europeos se han reunido este jueves en Bruselas en una cumbre extraordinaria convocada para resolver lo que no fue posible en diciembre: un acuerdo sobre la ayuda a Ucrania y la revisión del presupuesto para los próximos cuatro años. "Esperemos que haya sabiduría y prevalezca la responsabilidad", apuntaba un diplomático europeo, pero "habrá que esperar al inicio de la reunión para conocer el margen de maniobra de Orbán. Nosotros queremos un acuerdo a 27, porque es lo más eficiente y la mejor forma de gastar el dinero en Ucrania, pero no reabriremos el acuerdo de diciembre", añade otro alto cargo.

Es decir, el texto que ha servido de base a la negociación era el mismo, con las mismas cifras que aceptaron en diciembre pasado 26 de los 27 líderes europeos. Todos salvo Orbán. Una revisión del presupuesto con una dotación adicional de 64.600 millones, de los cuáles 50.000 millones --17.000 millones en subvenciones y 33.000 millones en préstamos-- serán para Ucrania.

Gesto hacia Budapest

Para sortear el veto húngaro, la propuesta incluye un nuevo párrafo con el compromiso a mantener, sobre la base de un informe de la Comisión, un debate anual durante los próximos cuatro años sobre la implementación de la ayuda a Ucrania "con vistas a ofrecer una guía sobre el enfoque de la UE hacia la situación derivada de la guerra de agresión de Rusia contra Ucrania", señala el borrador consultado por El Periódico de Cataluña, de Prensa Ibérica. No se incluye, en cambio, la exigencia húngara de que el dinero a Ucrania se valide cada año, una línea roja para muchas capitales.

Durante la reunión preparatoria de los embajadores permanentes de la UE celebrada este miércoles, el representante de Hungría ha mostrado la disposición de su país a "trabajar intensa y constructivamente hacia una solución" pero ha insistido en que Hungría quiere que a la revisión anual le siga "un voto unánime". Es decir, que se establezca "un mecanismo de veto anual", explican fuentes diplomáticas. El mensaje de todas las delegaciones a esta reclamación, según las mismas fuentes, ha sido el mismo: el párrafo sobre la revisión de la implementación --no sobre los principios-- puede ser aceptado, pero no la exigencia de mantener la capacidad de veto. "Es una línea roja para casi todas las delegaciones", aseguran.

Tensión y presión

La tensión y la presión en los últimos días se disparó hasta el punto de que el debate entró en un fuego cruzado de acusaciones de "chantaje", tras la filtración de un documento al Financial Times en el se hablaba de boicotear su economía si no había acuerdo este 1 de febrero. Hay países que incluso plantearon la posibilidad de activar el botón nuclear, el artículo 7 del Tratado para retirar los derechos de voto de Hungría en el Consejo. "Hicimos una propuesta de compromiso. A cambio hemos sido chantajeados por Bruselas. Vamos a defender nuestros intereses", señalaba este martes el primer ministro húngaro en su cuenta de X. "La UE no es una nota distribuida por alguien", respondía otro diplomático implicado en las negociaciones.

"Muchos países ven la guerra en Ucrania como existencial, de ahí la frustración. El nivel de nerviosismo es muy elevado", señalaba otro alto cargo europeo. "Hay frustración e insatisfacción", añadía otro diplomático que negaba la existencia de ningún plan para tumbar la economía húngara. Si Orbán no cedía los restantes líderes europeos estaban dispuestos a continuar a 26 para sacar adelante la ayuda a Ucrania. "Si no hay acuerdo a 27 no podrás decir que ha sido un éxito, pero tampoco se puede decir que la UE está bloqueada. De una manera u otra encontraremos una solución", aseguraba otro de los diplomáticos consultados.

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