ELECCIONES EUROPEAS

Macron alerta desde el este de Alemania contra los "malos vientos" ultraderechistas

El presidente de Francia citó a Polonia como ejemplo positivo de un país que se ha desprendido del dominio ultraconservador con el relevo en el poder a favor del liberal Donald Tusk

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante un discurso en Dresde (Alemania), el 27 de mayo de 2024

El presidente de Francia, Emmanuel Macron, durante un discurso en Dresde (Alemania), el 27 de mayo de 2024 / EFE

Gemma Casadevall

"Soplan malos vientos sobre Europa: despertemos!“, alertó Emmanuel Macron desde Dresde, en el este alemán. Los malos vientos proceden de los extremismos derechistas, añadió ante decenas de miles de jóvenes principalmente alemanes, pero también franceses, polacos y checos. La extrema derecha, ese mal viento es "una realidad“, advirtió, para reconocer a continuación que su mensaje seguiría "los ejes" del que pronunció el pasado abril, en la universidad de la Sorbona, en París. Macron retomó la frase de entonces -"Europa puede morir“- y añadió que esto ocurrirá, "si no tomamos la decisión correcta“. Las elecciones europeas del próximo 9 de junio son un momento, clave“ para hacerlo. Citó a Polonia, como ejemplo positivo de un país que se ha desprendido del dominio ultraconservador con el relevo en el poder a favor del liberal Donald Tusk. Y aludió a Hungría como modelo contrario, al recordar que "muy cerca de aquí" gobiernan fuerzas que no respetan la libertad de expresión o atenazan la vida universitaria.

El discurso de Macron estaba programado para tocar la fibra de un auditorio de por sí entregado, que ni le afeó que apareciera con una hora de retraso. Parte de los asistentes eran jóvenes de escuelas franco-alemanas y solo a lo lejos se escuchó alguna protesta o grito disconforme. Algo no muy común en el este de alemán, donde tanto el canciller Olaf Scholz como sus ministros suelen ser recibidos con atronadores abucheos. Macron alternó hábilmente en su discurso el alemán y el francés, algo a lo que ha contribuido -como han destacado medios alemanes- la labor de un, entrenador“ que ha conseguido, al menos, que lea correctamente en un idioma que no domina.

El discurso de Macron en Dresde era el punto principal de la segunda jornada de su visita de estado. Ahí aludió al espíritu superador que simboliza la Frauenkirche, la iglesia de la ciudad que dejaron reducida a cenizas los bombardeos aliados, pero cuya reconstrucción culminó en 2005. No se refirió explícitamente, en cambio, al hecho de que Dresde, como el resto del este de Alemania, sea un bastión de Alternativa para Alemania (AfD), partido al que excluye por su radicalismo la familia ultra europea.

En su discurso recorrió el recetario de su política liberal -la desregularización de la vida económica y la necesidad de activar las inversiones- así como su apuesta por la defensa común europea, el apoyo a Ucrania y el repudio a la guerra de agresión rusa. "Necesitamos una revolución coperniquiana en defensa y de seguridad para no tener que mirar únicamente a Estados Unidos“, dijo.

Primera visita de estado en 24 años

Que se trate de la primera visita de estado de un presidente francés a Alemania suena raro a los propios ciudadanos de ese país. Si unas relaciones bilaterales son incontestables son las tejidas entre París y Berlín. Se reconocen como socios preferenciales desde que de enemigos de guerra pasaron a aliados, en tiempos de Konrad Adenauer y Charles De Gaulle. Esa relación preferencial se cimentó luego en los tándem formados por Helmut Kohl y François Mitterrand, Gerhard Schröder y Jacques Chirac o los cuatro presidentes que conoció Angela Merkel en sus 16 años en el poder -Chirac, Nicolas Sarzoky, François Hollande y Macron. Que fueran o no de la misma familia política nunca importó.

Desde 2000 no se producía un viaje en el formato concreto protocolario de visita de estado y la presente se produce en una fase de poca química bilateral. Macron y Scholz no acaban de congeniar y sus sucesivos intentos de escenificar cohesión no resultan convincentes. La visita de estado se cerrará formalmente este martes, a lo que seguirá un consejo de ministros intergubernamental presidido por ambos líderes. Ahí, además de dejarse agasajar por multitudes deberán afrontar cuestiones complejas, como la ayuda a Ucrania, política fiscal y agrícola, así como la reforma de la UE.

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