Comicios a la Eurocámara

El PPE vence en la Eurocámara y los partidos europeístas resisten el auge de la ultraderecha

Los ultras ganan en Francia y Austria y quedan segundos en Alemania y Países Bajos

Ursula von der Leyen celebra los resultados del 9J.

Ursula von der Leyen celebra los resultados del 9J. / LaPresse

Silvia Martínez

El Parlamento Europeo gira a la derecha y catapulta al Partido Popular Europeo (PPE) que, según la proyección de escaños provisional publicada este domingo, sale reforzada y será de nuevo la primera fuerza de la Cámara, por delante de los Socialdemócratas (S&D), y a mucha distancia de los liberales de Renovar Europa, que se hunden por la debacle de formaciones como Renacimiento de Emmanuel Macron en Francia. Aún así, la "gran coalición" consigue resistir e intentará negociar un nuevo pacto de legislatura a partir de este lunes que podría verse amenazado por el avance de los partidos ultraconservadores y la extrema derecha, primera fuerza en Francia y Austria y segunda en Alemania y Países Bajos.

Según la agregación de datos difundida por el Parlamento Europeo, el PPE lograría 189 escaños, 12 más que en el actual hemiciclo y se consolidaría como la primera fuerza en unas elecciones en las que estaban llamados a las urnas 360 millones de euros, 26 millones jóvenes de 16 y 17 años que en algunos casos --como en Bélgica o Alemania-- votaban por primera vez. Como segunda fuerza se situaría de nuevo el grupo S&D aunque con 135 escaños, 4 menos que esta legislatura. Mantendrían, por el momento, la tercera posición, los liberales de Renovar Europa con 83 escaños, aunque con un fuerte retroceso respecto a los 102 estos últimos cinco años. La participación, del 51% supera "ligeramente" la de 2019 y es vista en la Eurocámara como "una señal positiva para la democracia europea", ha dicho el portavoz Jaume Duch.

Además del PPE, el único de los tres partidos de la gran coalición que aumenta escaños, también saldrían reforzados los dos partidos situados más a su derecha: los Conservadores y Reformistas Europeos (ECR), donde se sientan la formación Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, Vox o el partido polaco Ley y Justicia (PiS), que se situarían en cuarto lugar con 72 escaños y la extrema derecha de Identidad y Democracia (ID), en quinto lugar con 58 escaños. Este último es el grupo en el que se sientan la Reagrupación Nacional de Marine Le Pen, que ha logrado arrasar en los comicios en Francia, el PVV holandés de Geert Wilders que aunque ha sido segundo ha logrado mutiplicar sus escaños por siete, y el FPÖ austriaco, primera fuerza en Austria por primera vez.

Por detrás de ID, se sitúan los Verdes, que sufren una importante derrota y caen a los 53 escaños (de los 72 actuales) y la Izquierda europea que pierde ligeramente y se sitúa con 35 escaños, dos menos de los que ha tenido en un hemiciclo que ha contado con 705 y que pasará a 720 en la décima legislatura. La proyección mantiene no obstante grandes incógnitas. La primera el futuro de los 95 escaños repartidos entre los no inscritos y la bolsa de otros (formaciones que entran nuevas en la cámara), la mayoría populistas y de extrema derecha, que podrían fortalecer a ID o ECR si terminan integrando alguno de estos dos grupos que podrían superar a los liberales. Es el caso de los 16 que habría logrado la ultraderecha alemana de Alternativa para Alemania (AfD) o los11 del Fisdez de Viktor Orbán, que abandonó el PPE antes de ser expulsado y que en los últimos meses ha mostrado interés por unirse a ECR.

 

La fortaleza de los grupos más radicales de la derecha augura, en cualquier caso, una legislatura muy complicada, particularmente para políticas como la medioambiental, la inmigración o la ayuda a Ucrania, aunque la gran coalición que han formado populares, socialdemócratas y liberales estos últimos cinco años lograría sumar 409 escaños. Esto significa que estarían en disposición de reeditar un pacto de legislatura cuyo primer examen será --si los líderes de la UE la designan en el Consejo Europeo del 27 y 28 de junio lo que no está todavía del todo claro-- la votación de la presidenta de la Comisión Europea, que tiene a la conservadora alemana, Ursula von der Leyen, como la gran favorita. El centro, ha dicho la alemana desde el hemiciclo, ha "aguantado" lo que es "crucial para la estabilidad de Europa".

En una Cámara en la que no impera la disciplina de voto el margen de maniobra podría, sin embargo, no ser suficiente, sobre todo teniendo en cuenta que algunas delegaciones -como los socialistas o los populares franceses- ya han anunciado su intención de no apoyar a la alemana. Von der Leyen, según ha dicho este domingo, empezará a negociar desde este lunes para renovar la gran coalición y construir una mayória "constructiva" que no abrirá de momento a los Verdes que este domingo se han mostrado dispuestos a negociar y pactar. "Necesitamos una mayoría estable en esta cámara. Los Verdes están dispuestos a asumir esta responsabilidad", ha dicho su spitzenkandidat, Bas Eickhout. El cabeza de lista de los socialdemócratadas, Nicolas Schmit, también ha abierto la puerta a renovar la gran coalición siempre que von der Leyen no pacte con aquellos que quieren "desmantelar" Europa.

Si Von der Leyen logra el apoyo de una mayoría cualificada de países --Orbán ya ha dicho que votará en contra si es la elegida-- el pleno del Parlamento Europeo tendrá que ratificarla por mayoría absoluta (361 votos) en una votación secreta que podría celebrarse el 18 de julio en Estrasburgo.

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