La injerencia del Kremlin en América Latina

Un "aparato de propaganda transmedia" gestionado por un controvertido portavoz apuntala la popularidad de AMLO

Jesús Ramírez Cuevas ha sido apercibido en numerosas ocasiones por los entes reguladores, y ha sido acusado de lanzar campañas contra empresarios y periodistas, además de privilegiar a blogueros y periodistas afines, incluyendo a medios del Kremlin

El embajador de Rusia en Argentina, Viktor Koronelli.

El embajador de Rusia en Argentina, Viktor Koronelli. / EFE

Marc Marginedas

Andrés Manuel López Obrador, conocido también por las siglas AMLO, abandonará la presidencia de México a finales de septiembre con un superávit de legitimidad. De acuerdo con los sondeos realizados en los meses previos a la elección presidencial del pasado junio, el nivel de aprobación entre los ciudadanos mexicanos oscilaba entre el 58% y el 65%, mientras que el porcentaje de ciudadanos descontentos con su gestión a duras penas superaban el 30%, unas cifras envidiables para cualquier líder político en el mundo occidental. Este éxito se ha fraguado gracias a la creación de "un aparato de propaganda transmedia", al margen de los medios tradicionales que, durante el sexenio que ahora acaba, ha consolidado el "dominio de la agenda pública", intentando "disminuir y descalificar sistemáticamente a la crítica", en palabras de Víctor Hugo Ábrego, profesor del Departamento de Estudios Socioculturales del Instituto de Estudios Superiores de Occidente (ITESO)en Guadalajara y especializado en la comprensión del mundo socio digital.

Como cabeza visible de esta maquinaria se halla Jesús Ramírez Cuevas, portavoz del Gobierno, un hombre que ha sido apercibido en numerosas ocasiones por instituciones regulatorias debido a sus violaciones de las leyes electorales, que ha sido acusado de orquestar campañas contra de empresarios e informadores críticos, pero sobre todo de privilegiar a determinados blogueros y periodistas, incluyendo a representantes de medios de propaganda rusos en México. La incógnita que se plantea ahora consiste en saber hasta qué punto la presidenta electa del país, Claudia Sheinbaum, mantendrá esta concepción de la comunicación de la jefatura de Estado, y si podrá hacer frente a este consolidado entramado comunicativo tan favorable a AMLO si entra en colisión con su predecesor en algunas decisiones que adopte.

Circuito de voces

Ábrego define a este aparato como un "circuito de concatenación de voces", que arranca "en las conferencias matutinas del presidente", también conocidas como 'Mañaneras', concebidas como "un ariete político" envuelto en una lógica discursiva de "amigo-enemigo" cuando se responde a la oposición o a las críticas periodísticas. Posteriormente, el relato que se va expandiendo primero en "canales de YouTube" regentados por 'influencers' afines al jefe del Estado y luego en la red social X por "determinados perfiles". El académico de ITESO evita hablar de coordinación o "sincronización" entre estas figuras, ya que carece de pruebas de ello, pero sí que es evidente una superposición de los mensajes que "encumbran al líder político" (AMLO) y "aceleran la realidad", dificultando la reflexión y la necesaria crítica sobre determinados acontecimientos o polémicas en las que se ve envuelto el jefe del Estado o el país. A todo ello, además, hay que añadir legiones de trolls que "desincentivan la crítica" --algo que sucede también en Europa-- y los algoritmos en redes como YouTube, que colocan en puestos posteriores a aquellos youtuberos que no ensalzan la figura presidencial. Respecto al contenido de los mensajes, más que un "discurso del odio" o amenazas hacia los críticos de AMLO, lo que el profesor de Guadalajara detecta son "técnicas de enardecimiento del discurso" y un "bombardeo polarizante" de la discusión pública.

Mediante este entramado comunicativo, hacia la mitad del sexenio presidencial, se ha intentado deslegitimar desde el Gobierno a las instituciones regulatorias del Estado, como el Instituto Nacional Electoral (INE), gran artífice en su día de la celebración de elecciones sin fraude en México, la Suprema Corte o el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI) mediante la "exaltación de sus fallos", consolidando de paso un "populismo sui géneris" que integra elementos de "izquierda y derecha" que sortea así ser cuestionado por la prensa, concluye Ábrego.

El pilar sobre el que descansa este aparato comunicativo radica en las 'Mañaneras', las conferencias de prensa de tres horas de duración realizadas por el presidente en las que se exponen los logros obtenidos por el Ejecutivo y se fustiga a los críticos, un evento en el que el portavoz Ramírez Cuevas reparte el juego. Según fuentes diplomáticas occidentales, obtener la palabra en estos encuentros no siempre es fácil y se privilegia a aquellos personajes del entramado comunicativo de AMLO que plantearán cuestiones amables, o en ocasiones a periodistas pertenecientes a medios rusos como Spútnik o RT que lograrán siempre arrimar el ascua a su sardina y obtener posicionamientos que no incomoden o favorezcan abiertamente a Rusia, dado el "escaso interés" que suscitan las cuestiones internacionales en el presidente.

Como funcionario y vocero, Ramírez Cuevas no se pronuncia en temas de política nacional o internacional, menos aún respecto a la guerra de Ucrania. Pero su cercanía a la visión de Rusia sobre la invasión del país vecino se puede deducir de sus actos. En ocasiones ha acudido a la entrega de premios anuales en el (actualmente ) prorruso Club de Periodistas, incluyendo el acto en que fue galardonada a título póstumo Daria Dúguina, hija asesinada de Aleksándr Duguin, filósofo considerado en Occidente difusor de ideologías racistas, genocidas y de odio contra los ucranianos.

Las intenciones de la presidenta electa Sheinbaum acerca de la comunicación institucional son de momento una incógnita. En sus escasas declaraciones al respecto, ya ha dado a entender que quiere mantener abierto un "canal de comunicación directo" con la ciudadanía, aunque ha enfatizado que tendrá un formato y periodicidad diferente. El papel que el controvertido Ramírez Cuevas aún está por dilucidar, aunque según los observadores, se espera que juegue un papel relevante desde una posición en el órgano legislativo.

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