Ocupación y apoyo estadounidense: 40 años de Israel en el Golán sirio

A los pies del Monte Bental, descansan pueblos deshabitados. Entre la verde planicie quedan restos del abandono en una huida forzada. Sobre la misma montaña, en árabe conocida como Tal al Gharam, los turistas pasean entre búnkeres y relatos de una victoria bélica en hebreo. Más abajo, se dibuja una frontera difusa custodiada por las Naciones Unidas. Hace cuatro décadas que Israel ocupa militarmente los Altos del Golán, una meseta estratégica que Siria, auspiciada por la comunidad internacional, reivindica como suya. En el 40º aniversario de la Guerra de los Seis Días, el silencio entre tanto vacío hace más ruido.

Hasta hace dos años solo el propio Israel reconocía la soberanía israelí sobre los Altos del Golán. Entonces, llegó Trump. “Ya era hora que Estados Unidos reconociera plenamente la soberanía israelí sobre el Golán”, afirmó el expresidente estadounidense en marzo del 2019. Tras reconocer a Jerusalén como capital de Israel y trasladar la embajada estadounidense allí, el “mejor amigo que ha tenido Israel en la Casa Blanca” –en palabras de Netanyahu– rompió de nuevo con el consenso internacional de décadas.

Este territorio, ocupado desde 1967, ha sido fuente de enemistad entre los países vecinos. El Ejército israelí tomó unos 1.500 kilómetros cuadrados de los 1.860 que componen el área. Antes de su ocupación, el Golán era hogar de más de 140.000 sirios. Expulsados de su tierra natal, se convirtieron en desplazados internos. 40 años después, siguen sin poder volver a sus pueblos y ciudades. Ahora, estos sirios superan las 500.000 personas. Apenas 20.000 sirios permanecieron en las pequeñas aldeas del Golán ocupado.

Guerra de los Seis Días

La guerra que en menos de una semana modificó el mapa de la región para siempre terminó con un enorme botín para los israelís. La ocupación del Golán se extendió a la península egipcia del Sinaí, al sur, y a los territorios palestinos de la Franja de Gaza, Jerusalén Este y Cisjordania, al este. Solo Egipto logró la retirada de los israelís tres lustros después. Aunque en 1973 Siria y Egipto lanzaron una ofensiva sorpresa en el Yom Kippur para recuperar sus territorios perdidos, el Golán sigue siendo “territorio ocupado”, según la resolución 242 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Mientras, Israel los considera “territorios en disputa”. Tras devolver el Sinaí a Egipto como parte del tratado de paz, el primer ministro Menachem Begin quiso asegurarse la meseta en su frontera norte. La Ley de los Altos del Golán de 1981 estableció la aplicación del gobierno y las leyes de Israel en este territorio en disputa. Aunque la legislación no usaba el término, la comunidad internacional y algunos miembros de la oposición israelí lo consideraron la anexión del Golán a Israel. A día de hoy, 73 años después de la creación del Estado de Israel, Siria sigue formalmente en guerra con él.

Cuadruplicar la población

La mayoría de las localidades sirias del Golán fueron destruidas por el Ejército israelí. A su vez, la expansión ha llegado hasta la meseta con la construcción de más de 40 asentamientos ilegales a pesar de las condenas internacionales. “Muchas generaciones han luchado por este hermoso pedazo de tierra, han insistido en vivir aquí y nunca han abandonado el sueño y la visión puestos en los Altos del Golán”, recordaba el primer ministro israelí, Naftali Bennett, el pasado octubre.

“Este es nuestro hogar; este es el escenario de nuestra patria, y ahora, dada esta magnífica historia, debemos asegurarnos de que el futuro de los Altos del Golán sea aún más magnífico”, añadía. Sus palabras precedían al anuncio de un “plan nacional” para aumentar la población de este territorio ocupado con la construcción de nueva infraestructura que genere puestos de trabajo. Bennett quiere llegar a 100.000 habitantes, casi cuatro veces la población actual de alrededor de 27.000. “Los Altos del Golán son israelís, y punto”, concluía entre aplausos. 

Prudencia de Biden

Bennett puntualizó que la administración Biden continúa reconociendo la meseta norte como territorio israelí. Pero durante los últimos meses de gobierno de Netanyahu, ese fue un tema espinoso que el sucesor de Trump quiso esquivar. En febrero, el secretario de Estado estadounidense, Anthony Blinken, afirmó que veía el control del Golán como “de gran importancia para la seguridad de Israel”, pero se mostró prudente al reconocer la soberanía israelí. “Las cuestiones legales son otra cosa y, con el tiempo, si la situación cambiara en Siria, eso es algo que veremos, pero no estamos ni cerca de eso”, dijo a la CNN. 

“Los Altos del Golán han sido y seguirán siendo parte del Estado de Israel; con un acuerdo o sin un acuerdo, no saldremos del Golán”, respondió Netanyahu. 40 años de ocupación de este territorio se hicieron más reales con la inauguración de la colonia de los ‘Altos de Trump’ en agradecimiento al gesto del expresidente. Mientras sobre el papel la comunidad internacional y Siria exigen el fin de la ocupación, cada vez hay más carteles en los montes del Golán escritos en hebreo.