Conflicto en Oriente Próximo

Israel e Hizbulá elevan la tensión con el mayor intercambio de fuego en más de dos décadas

Al menos tres personas han perdido la vida en el lado libanés mientras que las agresiones se han limitado a posiciones militares en ambos bandos

Israel lanza un ataque preventivo contra el Líbano e Hizbulá responde con cientos de cohetes y drones

Lucía Feijoo Viera / PI STUDIO

El momento parecía haber llegado. Israel e Hizbulá se han enfrentado esta madrugada en el mayor choque entre ambos actores en más de dos décadas que apenas ha durado cuatro horas. El Ejército israelí ha lanzado un ataque preventivo contra el Líbano tras identificar que la milicia libanesa "se estaba preparando para lanzar un ataque extensivo contra Israel". Así mismo lo ha confirmado Hizbulá al anunciar que había lanzado un ataque a gran escala con aviones no tripulados y cohetes contra Israel en respuesta a la muerte de Fuad Shukur, el número dos del grupo asesinado en Beirut a principios de julio. Después de que Hizbulá anunciara el fin de "la primera fase" de la respuesta, que "terminó con éxito", Israel ha decidido mandar a su equipo negociador a El Cairo para continuar con las conversaciones por un alto el fuego. En los enfrentamientos de esta madrugada, que se han saldado con tres víctimas mortales en el lado libanés, no se ha cruzado ninguna línea roja.

La milicia libanesa ha anunciado en un comunicado que el ataque tenía como objetivo "cuarteles y posiciones israelíes, con el fin de facilitar el paso de drones hacia un objetivo en profundidad". Hizbulá afirma haber disparado "más de 320 cohetes Katyusha", unos lanzacohetes múltiples que lanzan artillería con mayor rapidez, contra 11 posiciones diferentes, entre las cuales solo se cuentan posiciones militares. Por el lado israelí, un centenar de aviones de combate han atacado simultáneamente a los objetivos de Hizbulá en el sur del Líbano. Según el Ejército israelí, la mayoría de los lanzacohetes atacados apuntaban al norte, pese a los clamores de venganza del grupo libanés contra el centro de Israel. El New York Times afirma que se han destruído unas 6.000 plataformas de lanzamiento, la mayoría de las cuales lanzaban cohetes de corto alcance.

Estado de emergencia en Israel

A media mañana del domingo, parecía que el intercambio había terminado, y ambas partes afirmaron que sólo habían apuntado a objetivos militares. Al menos tres personas han muerto en los ataques contra el Líbano, mientras que no hubo informes de víctimas en Israel. Las sirenas antiaéreas no han dejado de sonar en todo el norte del Estado hebreo, donde el servicio de emergencias Magen David Adom elevó "su estado de alerta al nivel más alto en todo el país". Pese a que los cielos están más tranquilos, la situación sigue siendo tensa. Toda actividad en el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv ha sido suspendida durante una hora. En el Rafic Hariri de Beirut, algunas compañías también han cancelado sus vuelos para este domingo.

El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, ha anunciado esta mañana que ha extendido el estado de emergencia a todo el país poco después de que el Ejército anunciara los ataques en el Líbano, ante el temor de un ataque contra la población civil. "Nuestros sistemas de defensa aérea, los buques de la Armada y los aviones de la Fuerza Aérea están protegiendo los cielos del país, identificando e interceptando amenazas y atacando en cualquier lugar del Líbano donde sea necesario eliminar amenazas y atacar a Hizbulá", ha dicho el portavoz del Ejército, el contralmirante Daniel Hagari, esta madrugada. Los ataques preventivos contra Hizbulá "no son el final de la historia", ha dicho el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu. “Israel está asestando a Hezbolá golpes sorprendentes y contundentes; [Hasán] Nasrala en Beirut y [el ayatolá Ali] Jamenei en Teherán deberían saber que este es otro paso en el camino hacia el cambio de la situación en el norte", ha añadido antes de la reunión semanal con su gabinete. Apenas unas horas después del ataque de Hizbulá, el Ejército israelí ha retirado las restricciones de seguridad de la mayoría de zonas.

Discurso de Nasrala

Hizbulá ha reiterado el "éxito" de su operación en un nuevo comunicado, defendiendo que todos los drones planeados fueron lanzados "a la hora programada y desde las plataformas de lanzamiento programadas", y que pudieron cruzar la frontera hacia los objetivos identificados. Para refutar las "acusaciones" israelíes de un ataque "preventivo" que habría "interrumpido" las operaciones del partido, el líder Hasán Nasrala ha dado un discurso este domingo en el que ha confirmado que el objetivo principal era la base israelí de Gilot, en los suburbios de Tel Aviv. Nasrala ha dicho que "han controlado" el alcance de la respuesta al asesinato de Shukur para evitar objetivos civiles. "Ninguno de nuestros misiles de precisión o estratégicos ha resultado dañado en los ataques israelís", ha añadido, afirmando que el grupo "no tenía previsto disparar contra objetivos en Tel Aviv", incluidos el aeropuerto de Ben Gurion y el Ministerio de Defensa de Israel. "Nuestra información indica que una serie de drones alcanzaron ambos objetivos especificados [dos bases militares claves], pero el enemigo lo está manteniendo en secreto, como es habitual", ha defendido Nasrala, mientras Israel niega que Gilot haya sido alcanzada.

"Evaluaremos el impacto de la operación de hoy: si los resultados no se consideran suficientes, responderemos en otra ocasión", ha concluido Nasrala. La milicia libanesa empezó a atacar el norte de Israel el pasado 8 de octubre en solidaridad con la agresión de Hamás el día anterior, y con el sufrimiento de los gazatíes. El pasado 30 de julio, Israel mató al número dos y cofundador del grupo en un ataque en el sur de Beirut, que también acabó con la vida de varios civiles. Pese a ser el mayor choque en dos décadas, Hizbulá se ha reforzado mucho durante estos años, ya que Estados Unidos e Israel calculan que tiene unos 150.000 cohetes y es capaz de alcanzar cualquier punto dentro de Israel. También ha desarrollado drones capaces de evadir las defensas israelíes, así como municiones guiadas de precisión.

Conversaciones en El Cairo

Según medios israelíes, esta escalada de violencia, que lleva a la región al borde de una guerra total, no ha impedido que Israel mande a una delegación a las conversaciones en El Cairo. El grupo, encabezado por el jefe del Mossad, David Barnea, ha partido este domingo hacia Egipto, como estaba previsto inicialmente. Fuentes hebreas afirman que aún no está claro el impacto de la respuesta de Hizbulá en las negociaciones. La decisión de enviar una delegación a la cumbre de El Cairo puede indicar que Israel considera que la violenta escalada del domingo en la frontera libanesa ha concluido, convirtiéndolo en un episodio más del conflicto de baja intensidad que libran ambos actores desde hace casi 11 meses. En él, han fallecido en el Líbano al menos 586 personas, entre ellos más de 124 civiles, mientras que en Israel han muerto 49 personas en el norte del territorio: 23 militares y 26 civiles.

Con este enfrentamiento, ambos actores rivales demuestran que, aunque ninguno sigue sin querer una guerra abierta, los dos cuentan con un enorme nivel de preparación para iniciarla cuando haga falta. Hizbulá cuenta con el apoyo de Irán que también planea lanzar pronto su venganza después del asesinato del líder político de Hamás, Ismail Haniyeh, en Teherán, apenas unas horas después del ataque contra Shukur. Por ahora, el grupo palestino ha enviado una delegación a El Cairo para recibir información de mediadores egipcios y qataríes, sin participar directamente en las negociaciones. En teoría, el final de la agresión contra Gaza, que ya se ha cobrado más de 40.405 vidas palestinas, también implicaría el fin de los enfrentamientos transfronterizos entre Israel e Hizbulá, ya que este último se ha comprometido a detener su lucha como "frente de distracción" en cuanto las bombas dejen de caer sobre Gaza.