DIPLOMACIA

Reconocer a Edmundo González como presidente electo de Venezuela va más allá que Estados Unidos o la UE

Washington reconoce la victoria del opositor pero no lo califica de presidente electo, como sí hace con otros candidatos tras ganar en las elecciones

21/07/2024 Edmundo González justifica su salida hacia España para que "cambien las cosas" y se abra una nueva etapa para Venezuela. Agradece al Gobierno español que le brinde protección, apela al diálogo y elogia el trabajo de María Corina Machado

21/07/2024 Edmundo González justifica su salida hacia España para que "cambien las cosas" y se abra una nueva etapa para Venezuela. Agradece al Gobierno español que le brinde protección, apela al diálogo y elogia el trabajo de María Corina Machado / Jimmy Villalta / Zuma Press / Co

El Congreso va a aprobar esta tarde previsiblemente una proposición no de ley del Partido Popular en la que se piden dos cosas: que la Cámara Baja reconozca a Edmundo González como presidente electo de Venezuela y que lo haga también el Gobierno de Pedro Sánchez. Con este paso, los partidos que votarán sí (PP, Vox y, en principio, el PNV) exigen que el Ejecutivo vaya más allá que países duros con el régimen de Nicolás Maduro como Estados Unidos y la propia Unión Europea. Lo argumentan en base a los lazos especiales de hermandad que hay con el país iberoamericano.

Washington reconoce la victoria de Edmundo González, pero no lo califica como presidente electo (el que ha ganado las elecciones aunque aún no haya tomado posesión del cargo). Tras otras elecciones en Latinoamérica, lo habitual es que el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, felicite al elegido como tal. Así ocurrió tras la victoria de Javier Milei en Argentina a finales de 2023, por ejemplo. “Estados Unidos felicita al presidente electo argentino, Javier Milei, por su victoria en las elecciones de hoy”, se leía en el comunicado del Departamento de Estado

Sin embargo, ese término no ha sido usado en el caso de Venezuela. En la nota oficial tras las elecciones del pasado 28 de julio, Estados Unidos aplaudía “a la gente de Venezuela por su participación”. “Desgraciadamente”, añadía, el “el procesamiento de esos votos y el anuncio de los resultados por parte del Consejo Nacional Electoral controlado por Maduro han tenido lacras profundas y arrojan un resultado que no representa la voluntad de los venezolanos”. “Dada la palmaria evidencia presentada, está claro para Estados Unidos”, seguía, que “Edmundo González Urrutia ha ganado la mayoría de los votos”. Continuaba cargando contra la represión de Maduro y “felicitaba” a Edmundo González Urrutia “por su exitosa campaña”. Pedía una “a las partes venezolanas que comenzaran negociaciones para una transición respetuosa”. Pero no lo declaraban presidente electo. En los sucesivos comunicados de la diplomacia estadounidense, incluido el de este lunes tras conocerse que había huido a España, nunca se ha llegado a calificar a González como mandatario electo.

Cuatro meses para negociar

Y no es solo la letra, sino el espíritu. Aún quedan meses de margen para encauzar la situación de Venezuela por medio de una negociación entre las partes. La investidura del próximo presidente del país se celebrará el 10 de enero. En cuatro meses no es descartable un giro en los acontecimientos, sobre todo porque los gobernantes de izquierdas tradicionalmente cercanos al chavismo están presionando a Maduro. Esto es una novedad. Tanto Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil como Gustavo Petro en Colombia le piden que enseñe las actas si de verdad cree que ha ganado, y una salida negociada. Entre otras cosas, sienten la presión porque han recibido en sus países a buena parte de los más de 7,7 millones de venezolanos que han escapado de la situación económica y política. 

En la Unión Europea, la posición es la misma que la del Gobierno español: pedir la publicación de las actas, algo que ya no parece que vaya a ocurrir, como ha reconocido el propio ministro de Exteriores, José Manuel Albares. Desde ahí, el in crescendo diplomático puede ser gradual. Desde el Gobierno no descartan cambiar de posición, pero piden margen y coordinación con Bruselas.

"El objetivo del Gobierno es trabajar en el seno de la Unión Europea para mantener una posición común como hasta ahora, que permita una solución política negociada en beneficio del pueblo venezolano y que incluya analizar si el reconocimiento de Edmundo González Urrutia puede ayudar a ello”, aseguran fuentes oficiales del Ministerio de Exteriores a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA.

Recuerdan la trampa diplomática en la que se metió Pedro Sánchez tras el reconocimiento de Juan Guaidó como “presidente encargado” en 2019. Pasaron los años, nada cambió, la oposición seguía dividida y reprimida y el madurismo controlaba todos los resortes del poder. Llegó la guerra de Ucrania, Estados Unidos puso de nuevo el ojo en el petróleo de Venezuela, se aliviaron las sanciones, se empezó a negociar. España se vio obligada a recolocarse diplomáticamente de forma gradual: elevó de nueva Embajada el rango de la misión en el país. Auspició reuniones entre gobierno y oposición. Se llegó a acuerdos entre las partes, entre ellos, la liberación de dinero retenido para gasto humanitario y, sobre todo, la convocatoria de nuevas elecciones. Hace unas semanas había esperanzas de una transición suave. La expresó el propio Leopoldo López, un importante opositor venezolano exiliado en España, a este diario. 

La postura del Partido Popular

El PP ha presionado mucho al Gobierno desde el pasado julio para que liderara una posición dentro de Europa. De hecho, poco después de las elecciones venezolanas el grupo parlamentario en el Congreso registró una Proposición No de Ley (PNL) -una iniciativa que genera un debate determinado y se vota en el hemiciclo instando al Ejecutivo a tomar una decisión- para que España considerara ya a Edmundo Gonzalez como presidente electo. 

Los tiempos han sonreído a los conservadores porque, precisamente, dos días después de que el candidato opositor a Maduro llegara a España tras solicitar asilo, el Congreso debatirá esa PNL. Será la diputada Cayetana Álvarez de Toledo la que defienda la posición del PP, que estará trufada de reproches hacia el Ejecutivo y que también incluirá críticas a José Luis Rodríguez Zapatero.

En las últimas horas ha sido el responsable de asuntos internacionales del PP, Esteban González Pons, el que ha elevado mucho el tono. Después de que Feijóo reconociera que si él estuviera en el Gobierno también habría tramitado la petición de asilo de Edmundo González, el dirigente valenciano se refirió a María Corina Machado “como la candidata del pueblo venezolano”, recordando que si no encabezó la candidatura fue porque el régimen de Maduro “la inhabilitó”. Y añadía: “Ella sigue hasta el final, ni se vende, ni se rinde ante la dictadura”. No hizo una sola mención al candidato de 75 años.

La PNL del PP que se someterá a votación insiste en que el reconocimiento de Edmundo González como presidente electo "se basa en la reiterada negativa de las autoridades electorales venezolanas a publicar los resultados en tiempo y forma" y la la publicación por parte de la oposición del 83.5% de las actas verificables. También hace mención a los pronunciamientos oficiales de instituciones como el Centro Carter, Naciones Unidas, y el Alto Representante de la UE para Asuntos Exteriores.

Lo que pide al Gobierno es que España lidere se reconocimiento en la propia Unión y que haya una exigencia formal y oficial al régimen de Maduro para que cese de inmediato la represión contra las protestas. El PP también exige que se reinstauren las sanciones a los dirigentes del régimen chavista.

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