Arsenal atómico

Corea del Norte presenta al mundo por primera vez sus plantas para enriquecer uranio

Kim Jong-un supervisa una instalación de enriquecimiento de uranio.

Kim Jong-un supervisa una instalación de enriquecimiento de uranio. / KCNA / DPA / EUROPA PRESS

Adrián Foncillas

Adrián Foncillas

La información más fidedigna de una planta norcoreana para enriquecer uranio hasta este viernes era la entusiasta descripción de Siegfried Hecker, exdirector del Laboratorio Nuclear de los Álamos, del complejo de Yongbyon. "En lugar de las decenas de máquinas que esperábamos, vimos una moderna y limpia planta con más de 1.000 centrifugadoras, perfectamente alineadas", alabó. El centro de control, añadió, era tan "increíblemente moderno" que podría pasar por estadounidense. Fue en 2010, apenas cuatro años después de su primer ensayo nuclear norcoreano.

Catorce años y cinco ensayos después, Pionyang ha mostrado al mundo la joya de la corona de su programa nuclear sin filtros ni intermediarios. Varias fotografías ilustran el reportaje de la agencia oficial, KCNA, sobre el paseo de Kim Jong-un entre decenas de centrifugadoras, tan perfectamente alineadas como aquellas, en una planta igualmente moderna y limpia. La KCNA aclara que Kim, secundado por soldados y científicos, se sintió "poderoso" tras supervisar la sala de control y ser informado del ritmo de producción del material que alimenta las bombas nucleares. El tercer eslabón de la dinastía pidió "más centrifugadoras para incrementar exponencialmente el número de armas nucleares para la autodefensa" que fija la estrategia del partido. No hay cifras oficiales sobre su arsenal pero los expertos internacionales hablan de una cincuentena de bombas y material suficiente para otras 40. La KCNA no especifica cuál de las varias plantas norcoreanas para enriquecer uranio visitó Kim.

El país acaba de sufrir tormentas que han arruinado cosechas y causado un número indeterminado de víctimas (entre ellas, algunos responsables ejecutados por su presunta ineptitud) pero la febril actividad militar de su líder monopoliza la atención mediática. También este viernes informaban los medios de la supervisión del mariscal del lanzamiento de misiles tácticos y de su visita a una base de entrenamiento de las Fuerzas Especiales.

Mensaje a EEUU

Las alusiones de Kim al poder destructivo de su arsenal nuclear se han multiplicado en las últimas semanas. No hay diálogo con Washington ni se espera, los roces son cotidianos con el Gobierno conservador de Seúl y la comunidad internacional acusa a Pionyang de suministrar armas a Rusia en su guerra contra Ucrania. Es el ecosistema idóneo para que crezca su programa militar.

Los norcoreólogos, ese gremio que estudia el país más enigmático, debatían este viernes sobre las razones de la impúdica exposición de unas instalaciones que violan varias resoluciones de la ONU. La principal es reafirmar su compromiso nuclear, opina Ramón Pacheco, profesor de Relaciones Internacionales del King College y experto en Corea del Norte. "Le está diciendo al mundo, y especialmente a Estados Unidos, que tienen que tratarla como una potencia nuclear y que no pueden engañarse pensando que va a detener su programa a cambio del levantamiento de sanciones o relaciones diplomáticas con Washington, Seúl o Tokyo", señala.

Es costumbre que la diplomacia norcoreana afine tanto el mensaje como el momento y no parece casual que este llegue durante la campaña electoral estadounidense. A Donald Trump, prosigue Pacheco, le está comunicando que su programa nuclear sigue adelante y que tendrá que regresar a la mesa. A Kamala Harris le recuerda el fracaso de la estrategia de su jefe, Joe Biden, y de todos los presidentes demócratas que dejaron vía libre a Pionyang para que avanzara con su programa militar.

Contexto revuelto

La doctrina demócrata con Pionyang, depurada por Barack Obama, entiende que negociar con Pionyang supone premiar sus desmanes. Trump la corrigió cuando Corea del Norte perfeccionó sus misiles intercontinentales, con presunta capacidad de golpear Estados Unidos. Hanoi y Singapur fueron los escenarios de dos históricas cumbres presidenciales que fracasaron porque a Trump le interesaron más las fotos para la hemeroteca que pactar una hoja de ruta viable para la desnuclearización norcoreana.

El contexto geopolítico revuelto favorece a Pionyang. Ha recuperado los apoyos de Pekín y Moscú que años atrás perdió tras encadenar tropelías misilísticas y nucleares. Ese nuevo escenario, sostiene Pacheco, explica que haya virado desde el secretismo a la desacomplejada exhibición de sus plantas de uranio. "Ahora sabe que China y Rusia vetarán cualquier sanción en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas", afirma.