Bombardeos en todo el país

Al menos 492 muertos en Líbano por ataques de Israel en el día más letal en 76 años de conflicto

El Ejército israelí intensifica los bombardeos contra objetivos de Hizbulá en todo el país y llama a civiles libaneses a evacuar zonas próximas a posiciones de la milicia

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Sara Fernández

Andrea López-Tomàs

Israel convierte el Líbano en Gaza. Tras arrasar el enclave palestino, el Ejército hebreo despliega su armamento militar y su discurso belicista sobre el país de los cedros. Los bombardeos israelíes de este lunes han matado a al menos 492 personas y 1.645 han resultado heridas, según el Ministerio de Salud del Líbano. "Prometí que cambiaríamos el equilibrio de poder en el norte y eso es exactamente lo que estamos haciendo", ha dicho el primer ministro israelí, Binyamín Netanyahu, tras una jornada de intensos ataques. Después de la semana más letal para el Líbano en estos 12 meses de enfrentamientos transfronterizos, la situación se ha intensificado esta mañana cuando miles de residentes libaneses alrededor del país han empezado a recibir mensajes en sus teléfonos móviles pidiéndoles que evacuaran. Igual que hizo el Ejército israelí durante los primeros meses de guerra contra la Franja de Gaza, este lunes su portavoz, el contralmirante Daniel Hagari, ha pedido a los civiles libaneses que abandonen lugares próximos a posiciones de Hizbulá mientras acusa al grupo chií de usar infraestructuras civiles para atacarles.

"Aconsejamos a los civiles de las aldeas libanesas situadas dentro o cerca de edificios y zonas utilizadas por Hizbulá con fines militares, como las que se utilizan para almacenar armas, que se refugien de inmediato por su propia seguridad", ha dicho Hagari en rueda de prensa. A continuación, los bombardeos indiscriminados, que han empezado en el sur del Líbano y se han extendido hacia la zona nororiental de Baalbek, han constatado una nueva realidad en Oriente Próximo: el campo de batalla de Israel ya se ha extendido más allá de Gaza y más allá del sur del Líbano. Los mensajes telefónicos de Israel han llegado prácticamente a la vez que las bombas, impidiendo a los residentes de las aldeas atacadas escapar de la muerte. Entre los 492 muertos, se cuentan 58 mujeres, 35 niños y varios paramédicos. No se ha especificado cuántos miembros de Hizbulá han muerto, pero se prevé que gran número de las víctimas sean simples civiles.

Con víctimas aún desaparecidas bajo los escombros del edificio residencial atacado el viernes en Dahiye, que dejó más de 51 muertos, los suburbios sureños de Beirut han vuelto a ser objetivo de los drones israelíes. El Ejército israelí ha anunciado que el objetivo de su ataque era Ali Karaki, comandante del frente sur de Hizbulá. Estados Unidos lo considera el responsable de las operaciones militares en el sur del Líbano. Karaki es el tercer y único miembro superviviente de los comandantes de primer nivel y el último miembro superviviente de los cinco miembros fundadores de la estructura militar de Hizbulá. Al menos tres personas han muerto a causa del bombardeo israelí. A su vez, los milicianos de Hizbulá están llamando puerta por puerta a los hogares de Dahiye para urgir a la población a que huya por temor a que haya más ataques.

El día más letal

Por ahora, ya es el día más mortífero de los 76 años de historia del conflicto en Israel y el Líbano. Durante la última guerra entre Hizbulá y el Estado hebreo en 2006, murieron alrededor de un millar de libaneses en 34 días. También perdieron la vida 26 soldados israelíes. Pero esta vez Netanyahu quiere ir a por todas. Después de casi un año de enfrentamientos transfronterizos, que han desplazado a 60.000 israelíes y 100.000 libaneses de las aldeas limítrofes, el primer ministro israelí está dispuesto a llevar a su país a otra guerra con tal de devolver a su ciudadanía a sus hogares y, por encima de todo, preservar su cargo. Por eso, ha vuelto a sacar los mismos métodos que usó en la Franja de Gaza al principio de la ofensiva militar tras el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre.

Tal y como sigue ocurriendo en Gaza, Israel ha acusado a Hizbulá, igual que hace con Hamás, de estar utilizando infraestructura civil para lanzar sus ataques. "Durante más de 20 años, Hizbulá ha desplegado sus armas dentro de hogares e infraestructura civil militarizada; como resultado, ha convertido el sur del Líbano en un campo de batalla", ha señalado Hagari, mostrando recreaciones de aldeas libanesas, no imágenes reales. Del "todo es Hamás" en Gaza, que ha permitido a Israel arrasar el enclave palestino sin ningún impacto en su reputación internacional, al "todo es Hizbulá" en el Líbano, despertando temores fundados entre la población del país de los cedros.

"La organización terrorista Hizbulá ha estado lanzando ataques continuamente contra civiles israelíes y no tiene planes de detenerse", ha denunciado Hagari. Hasta este lunes, durante los casi 12 meses de enfrentamientos diarios, más de 140 civiles libaneses habían muerto, mientras que, en Israel, han sido alrededor de una treintena. Como parte del "amplio ataque" contra Hizbulá lanzado por Israel este lunes, los misiles israelíes han alcanzado la provincia central de Biblos, a casi 40 kilómetros al norte de Beirut, por primera vez desde que comenzaron los intercambios en octubre. Israel también ha bombardeado objetivos en las regiones nororientales de Baalbek y Hermel. Al principio del día, en Nabatie, al sur del país, se han registrado unos 80 bombardeos en tan solo media hora.

En un viaje de vuelta al pasado, hasta ese verano trágico de hace 18 años, los libaneses del sur del país se han lanzado a las carreteras para salvar la vida. El país de los cedros sólo cuenta con una única autopista que conecta el territorio de norte a sur. En un país de apenas 10.542 kilómetros cuadrados, un trayecto de apenas hora y media se ha alargado hasta las cinco horas. Los accesos a Beirut están colapsados. Aunque algunos residentes de la capital han decidido tomar el camino contrario para rescatar a sus seres queridos del peligro. Como también hizo en 2006, a la vez que exigía a la ciudadanía que evacuara, el Ejército israelí ha bombardeado las únicas carreteras que les permitían salir. Además, el pueblo libanés toma estas decisiones prácticamente a ciegas. Hace más de dos años que el país sufre el vacío institucional sin gobierno funcional ni presidente. A su vez, esta población abandonada por unos líderes corruptos y un Estado fallido no cuenta con refugios antiaéreos donde esconderse a diferencia de la israelí.

Sirenas en Tel Aviv

Al otro lado de la frontera, Netanyahu ha dicho que Israel se enfrenta a "días complicados" a medida que aumenta sus ataques contra Hizbulá en todo el Líbano. La milicia libanesa se ha encargado de responder con el lanzamiento de cohetes hacia las comunidades del norte de Israel. Por primera vez durante la guerra se han lanzado cohetes de largo alcance desde el Líbano hacia Israel. Más allá del norte, ya acostumbrado a su sonido, las sirenas han sonado en Tel Aviv y en varios asentamientos del centro de la Cisjordania ocupada, situados a 120 kilómetros de la frontera, llegando al punto más lejano en territorio israelí en la historia de enfrentamientos entre ambos bandos. Hizbulá ha afirmado haber bombardeado con docenas de cohetes el cuartel general del batallón de misiles y artillería en el cuartel de Yoav. También ha atacado importantes almacenes en la región norte, en la base de Nimra. "Repito y reitero: Israel no busca la guerra, pero tenemos el derecho y el deber de defender a nuestro pueblo", ha dicho el presidente israelí, Isaac Herzog, en X.

Esta escalada bélica sobre el terreno, acompañada de un cambio en el discurso de las autoridades israelíes, genera mucho temor entre la castigada población libanesa. Los ataques de la semana pasada, que incluyeron las explosiones de los buscapersonas y los walkie talkies y el bombardeo de un edificio residencial en Beirut, demuestran que los líderes hebreos no mentían cuando dijeron que entraban en "una nueva fase de la guerra" cuyo campo de batalla era el Líbano y no Gaza. A medida que se acerca el primer aniversario del ataque de Hamás del 7 de octubre, que mató a 1.139 israelíes y dio inicio a la ofensiva militar contra Gaza que ha arrasado con más de 41.000 vidas palestinas, Netanyahu trata de alejar el foco. 

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Mientras, en Israel, Netanyahu ha dicho este lunes a los legisladores que está sopesando el plan de un grupo de reservistas de alto rango del Ejército de sitiar el norte de Gaza. "Tenemos que decir a los habitantes del norte de Gaza que tienen una semana para evacuar el territorio, que entonces se convierte en una zona militar, [una zona] en la que cada figura es un objetivo y, lo más importante, ningún suministro entra en este territorio", propuso hace una semana el mayor general retirado Giora Eiland. Netanyahu ha argumentado que, por ahora, puede ser necesario instaurar un régimen militar para gestionar los asuntos del territorio, aunque no sea su objetivo. La ocupación israelí del enclave palestino parece una realidad cada vez más cercana.

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