Asamblea General

Lula pide una reforma profunda de la ONU y clama contra el negacionismo, Elon Musk y la crisis climática

Los gastos militares "crecen de manera alarmante" cuando "ese dinero podría ser utilizado para enfrentar el hambre y el cambio climático", señala el presidente de Brasil

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, da su discurso ante la Asamblea General de Naciones Unidas, este martes. / JULIA DEMAREE NIKHINSON / AP

Abel Gilbert

"No podemos esperar otra tragedia mundial como la Segunda Guerra Mundial". El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llamó este martes a poner en marcha una profunda reforma de las Naciones Unidas para que se convierta en un instrumento que permita enfrentar los graves problemas del presente como el cambio climático, la desigualdad social y económica, la injusta distribución de la riqueza, los conflictos armados, el negacionismo, el "antiglobalismo", el auge de la extrema derecha y un desastre humanitario que, remarcó, afecta a 300 millones de personas en todo el planeta.

Lula abrió la septuagésima novena Asamblea General de la ONU con un diagnóstico amargo: 2023, dijo, "ostenta el triste récord del mayor número de conflictos" desde la caída del nazismo, en 1945. Los gastos militares "crecen de manera alarmante" cuando "ese dinero podría ser utilizado para enfrentar el hambre y el cambio climático". A su vez, "el uso de la fuerza al margen del derecho internacional se está convirtiendo en regla".

Según Lula, no se vislumbra una perspectiva de paz en Ucrania. Recordó que "Brasil condenó de manera firme la invasión del territorio ucraniano" y, más de dos años después, "está claro que ninguna de las partes conseguirá sus objetivos por la vía militar". Por lo tanto, "es crucial crear las condiciones para un diálogo directo entre las partes". Reivindicó en ese sentido la propuesta presentada por Brasil y China "para que se instale un proceso de diálogo y un fin de las hostilidades" y que Kiev considera favorable a Moscú.

Condena a Israel

El líder del Partido de los Trabajadores (PT) reforzó ante los asistentes a la primera reunión de la Asamblea General su mirada condenatoria de la actuación de Israel. "En Gaza y Cisjordania asistimos a una de las crisis humanitarias más graves de la historia reciente y se expande peligrosamente hacia el Líbano. Lo que comenzó con una acción de fanáticos terroristas (en relación a Hamás) se tornó un castigo colectivo de todo el pueblo palestino. Son más de 40.000 víctimas fatales, en su mayoría mujeres y niños. El derecho de defensa se transformó en el derecho a la venganza".

"El planeta ya no espera"

Parte de su alocución estuvo destinada a señalar los peligros de los discursos que niegan la cooperación multilateral y el cambio climático. Fue inequívoca la alusión al Gobierno de ultraderecha argentino que en vísperas de la reunión decidió abandonar el Pacto Futuro de la ONU. "Es imposible desplanetizar nuestra vida en común. Estamos condenados a la interdependencia del cambio climático. El planeta ya no espera. Está cansado de los acuerdos climáticos que no son cumplidos. El negacionismo sucumbe ante las evidencias. Este es el año más caliente de la historia moderna. Sequías, lluvias e inundaciones dejan un rastro de muertes. En el sur de Brasil tuvimos la mayor inundación desde 1941. La Amazonía está atravesando los mayores problemas en 45 años. Los incendios forestales se extienden por el país".

Remarcó al respecto que enfrentar el desafío de la crisis climática en Brasil "es hacerlo contra quienes lucran con la degradación ambiental", entre ellos "el crimen organizado" y los responsables de la extracción ilegal de madera y oro. "Reducimos la desforestación en un 50% y vamos a erradicarla. No se pueden pensar en soluciones de la selva sin los intereses de los pueblos indígenas".

Brasil, dijo, es uno de los países con la matriz energética más limpia del mundo. "El 90% de nuestra electricidad proviene de fuentes renovables. Es hora de enfrentar el debate sobre el ritmo lento de la descarbonización del planeta y trabajar por una economía menos dependiente de los combustibles fósiles".

La década perdida en Latinoamérica

La crisis latinoamericana no fue pasada por alto. "América Latina vive desde 2014 una segunda década perdida. El crecimiento medio ha sido del 0,9%. Esta combinación de bajo crecimiento y altos niveles de desigualdad es el fruto de efectos nefastos sobre el paisaje político. Nuestra vocación de cooperación y entendimiento se torna más frágil". Lula criticó las "medidas coercitivas unilaterales" que toma Estados Unidos contra Cuba y que "penalizan indebidamente a las poblaciones más vulnerables". También reclamó acciones conjuntas frente al drama de Haití. Advirtió a su vez sobre las frustraciones sociales debido a las promesas incumplidas del sistema democrático que posibilita "la embestida de extremistas totalitarios y mesiánicos que expanden la intolerancia y el resentimiento". Por eso, "la democracia debe responder frente a los que padecen la desigualdad y el desempleo y la violencia".

Contra Elon Musk

Lula reivindicó en especial la necesidad de un Estado "eficiente, sustentable e inclusivo, que no se intimidad frente a individuos, corporaciones y plataformas digitales que se ponen por encima de la ley". Todos entendieron que hacía referencia al pleito con Elon Musk que ha llevado a la justicia brasileña a cerrar X, antes Twitter. El presidente brasileño pudo presentarse en la ONU como vencedor de la controversia. Musk ha sido en los hechos frenado por el juez del Supremo Alexandre de Moraes, quien ordenó suspender a la red social por su propagación de discursos de odio y desinformación. El magnate comenzó a cumplir las medidas ordenadas por la justicia al nombrar un representante legal en Brasil y reducir la propagación de los perfiles falsos del bolsonarismo. Lula reivindicó a De Moraes. "Un elemento esencial de la soberanía incluye el derecho de legislar y hacer cumplir las reglas dentro de nuestro territorio, incluido el movimiento digital".

Impuesto a la extrema riqueza

Además de reclamar una "inteligencia artificial emancipadora" que sirva "para la paz y no la guerra", Lula recordó la situación alarmante de las finanzas globales. "Países de África toman créditos ocho veces más caros que Alemania. Los más pobres financian a los más ricos".

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"La fortuna de los principales millonarios se ha multiplicado a la par que aumenta la pobreza. Pagan menos impuestos proporcionales que la clase trabajadora". Para corregir esa anomalía, Brasil insiste en la "cooperación internacional para otra tributación". La ONU, subrayó, tiene que tener capacidad para abordar situaciones lacerantes como la inseguridad alimentaria que azota al 9% de la población mundial. Y para poder hacerlo, es imperativo la reforma de su Carta Orgánica en todos sus aspectos, desde el Consejo de Seguridad, donde América Latina y África no tienen asientos permanentes y hasta el cargo de secretario general que "jamás fue ocupado por una mujer".  Y añadió: "no bastan ajustes puntuales. La reforma debe contribuir al desarrollo sustentable y combatir el cambio climático e inspirar a las instituciones financieras".

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