El general español que dirigió la misión de la ONU en Líbano: "Hay que plantearse salir de allí”

Cuenta Alberto Asarta (Zaragoza, 1951) una anécdota que describe bien la dificultad y la grandeza de la misión de paz de los cascos azules en la zona fronteriza entre Israel y Líbano. Este general de división español retirado fue el jefe, entre 2010 y 2012, de los 12.000 soldados internacionales de la misión de paz de la ONU Finul, que trata de hacer valer el cese de hostilidades firmado entre Israel y Líbano en 2006. Entre otras cosas, se reúnen una vez al mes para dialogar sobre los posibles conflictos en la llamada Línea Azul de separación. Asarta recuerda cómo eran esas reuniones cuando llegó. Los militares de ambos Ejércitos ni siquiera se dirigían la palabra. Los israelíes le hablaban al militar aragonés y él debía repetirles el mensaje a los libaneses, y a la inversa. Un día, pergeñó una nueva estrategia: ordenó preparar un refrigerio con dulces libaneses, refrescos y cafés en una pequeña sala de la base. “Era muy pequeña, y estaban obligados a estar cerca unos de otros”, explica. “Al cabo de un tiempo, empezaron a saludarse. Luego entablaron conversación. A los dos meses, comenzaron a hablarse directamente en las reuniones”. Asarta, el que fuera general de confianza de la ministra de Defensa socialista Carme Chacón y ahora es diputado de Vox desde 2019, atiende a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en su despacho del Congreso de los Diputados este miércoles, mientras Israel bombardea con intensidad el sur del país y el grupo Hizbulá responde con cohetes. La ilusión de paz ha saltado por los aires. 

¿Tiene sentido la Finul en este momento o hay que retirarse? Yo, retirarme… Es para empezar a pensarlo. Pero yo ya empecé a pensarlo en el año 2010, cuando fui jefe de la misión. Vestido de uniforme ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas dije: si los militares somos capaces de reunirnos una vez al mes en el único foro en el mundo en que israelíes y libaneses llegan a acuerdos tácticos y operacionales, ¿por qué los políticos no empiezan a actuar, a buscar un alto el fuego permanente e iniciar un proceso de paz? 

Ya veía que la situación políticamente no avanzaba… Es que son demasiados años. Esa misión le cuesta a Naciones Unidas 540 millones de dólares al año, y eso que España, Francia e Italia son autosuficientes y pagan por su despliegue. Yo tuve bajo mi responsabilidad a 12.500 soldados de 36 países distintos…

Con algún español fallecido en acto de servicio en ese tiempo…Así es. Hay muchas vidas de por medio. 

¿Hay que repensar la misión? Lo que no puede ser es que una fuerza como la Finul, que es por definición interina, lleve tantos años y no se resuelva el problema. Israel no quiere que haya fuerzas desplegadas en su territorio. Solo están en el sur del Líbano. Y Tel Aviv quiere que les hagamos funciones de policía, y para eso no estamos, según la resolución del Consejo de Seguridad 1701. El mundo debe “ponerle las pilas” a Israel y Líbano: o ustedes ponen remedio, o no enviamos a 12.000 soldados lejos de sus familias, expuestos a riesgos y penalidades, para nada. Porque ahora mismo es para nada. 

Si lo que estamos protegiendo es una línea terrestre, y todos los ataques son aéreos, no estamos ejerciendo un papel disuasorio…Ahora mismo, no. Antes los incidentes eran evitar que un pastor cruzara la Línea Azul. O que una persona hiciera fotografías a las bases. Hubo un enfrentamiento porque una grúa sobrepasó la valla. Pero ahora lo importante va por lo alto. Hay una cosa que la gente no tiene en cuenta: Israel viola el espacio aéreo de Líbano todos los días, con drones o con aviación. Nosotros lo sabíamos porque en Líbano la Finul tiene una flota con radares que detectan los aviones israelíes. Yo tenía siete barcos de guerra de la misión de Naciones Unidas. 

"Mientras no se resuelva el problema palestino, esa región no va a tener paz"

Si ven a un miliciano de Hizbulá transportando un misil, por ejemplo, no pueden intervenir. Por supuesto que no. Llamamos a las fuerzas de seguridad de Líbano.

¿Hay alguna casuística establecida para decidir cuándo evacuar a las tropas de Líbano? Los planes están hechos, y actualizados. Hay varios planes. El primero es para la protección de civiles: meterlos dentro de nuestras posiciones o en los búnkeres en caso de ataque de Israel. El otro es el plan de protección de nuestras propias fuerzas. Ahora no pueden salir a patrullar. Yo estoy seguro de que hay países que se están planteando sacar a sus tropas. Como grupo parlamentario Vox, he presentado una pregunta a Margarita Robles para saber qué va a pasar con los españoles: si se va a replantear la misión, a aumentarla o a reducirla.

Personalmente, tras haber dedicado tantos años a esta misión y haber visto soldados morir, ¿siente que la misión ha fracasado? La misión en sí no ha fracasado. Han fracasado los intentos de paz en la región. Mientras no se resuelva el problema palestino, esa región no va a tener paz. 

La gestión de Robles sobre esta crisis, ¿cómo la valora? De Robles no, pero del Gobierno sí tengo mucho que decir. El Gobierno tuvo que decir desde el principio con quién estaba, No se puede estar criticando algo horroroso como el 7 de octubre, que dio a los israelíes su derecho a defenderse, y al mismo tiempo reconocer el Estado de Palestina. La gestión del Gobierno ha sido nefasta. 

"Tengo muchos amigos allí, me da mucha pena"

Si España decidiera evacuar mañana a los civiles españoles, ¿podría hacerlo, a pesar de la situación de bombardeos incluso en la capital, Beirut? Sí. El de Beirut es un aeropuerto internacional que no se puede cerrar y que Israel no va a bombardear. Y sus F-16 israelíes no lo van a sobrevolar. 

¿Podría aterrizar un avión de las Fuerzas Aéreas de forma segura o sería una imprudencia? No sería ninguna imprudencia.

¿Conoce a Aroldo Lázaro, actual jefe de la misión Finul? Le conozco. Es bastante más moderno que yo y no hemos coincidido en misiones. Es un grandísimo oficial y muy buen general. Yo he hablado con él en tres o cuatro ocasiones. Le di recomendaciones antes de ir. Le dije que debía tener muy clara la misión: si te pasas, favoreces a unos o a otros…

Y la misión, en una frase, ¿cuál es? Mantener el cese de hostilidades: desminado, respeto de la Línea Azul, que no se hostiguen unos a otros, que no haya incidentes, estar muy atento a todo lo que pase. Yo estuve en Tel Aviv más de 30 veces. Y otras tantas en Jerusalén. 

El papel es político y de mediación… Como jefe de misión estás en el nivel político y en el operacional. Tienes dos gorras. 

Ahora están en estado de pausa los soldados…Están en las bases, no patrullan y la mayor parte del tiempo la pasan en los búnkeres. En cuanto hay sirena o alarma, al búnker. Hay comida, agua y todo lo necesario. Cuando pueden, vuelven a dormir a sus dormitorios, los que llamamos corimex, que son como contenedores.

Si esto dura un mes o dos más, no tiene sentido tener 10.000 cascos azules en búnkeres, ¿no? Yo tampoco lo veo. Hay que ver cómo evoluciona la situación. Si mañana llegan a un acuerdo, pues vuelve la misión. Lo que hay que plantearse es, ¿merece la pena el esfuerzo para dos países que no quieren entenderse? 

¿Tiene amigos allí todavía? Muchos. Tengo muchos amigos chiíes. Cuando ven que eres una persona que vas a ayudarles y que no estás de paso, que vives en el cuartel, te tratan como a un hermano. Cuando un musulmán te da tres besos, es que te aceptan como alguien a proteger. Eso vale mucho. He tenido amigos drusos y muchos cristianos.  Me mandan vídeos todos los días de lo que está ocurriendo: este bombardeo, en este pueblo. Me da mucha pena. 

¿Cómo cree que va a acabar? No puede ser largo. Los únicos que van a perder son los ciudadanos del sur del Líbano. Porque cada vez que se bombardea una casa, al lado hay dos o tres. Quieren acabar con Hizbulá. Es un grupo terrorista. Yo hasta que Europa no reconoció a Hizbulá como grupo terrorista, dialogaba con ellos. 

¿Con la rama militar o política? Con todos, yo hablaba con todos. Con la política no me quedaba más remedio cuando iba a ver al primer ministro, a Najib Mikati. Por supuesto, cuando lo declararon grupo terrorista, yo ya no podía. 

¿La guerra llegará hasta donde decida Israel? También depende de Hizbulá. Pero creo que Israel ya va a por todas. El vaso se ha colmado. Están hartos y van a acabar con Hizbulá. 

La ofensiva de Gaza lleva ya un año contra Hamás, que es una organización menos poderosa. Hizbulá dice que tiene 60.000 misiles, pero es dudoso. Para eso se necesita mucho espacio. Si Israel se pone, pueden durarle dos semanas. Tiene una superioridad bestial. Puede estar no en dos, sino hasta en tres frentes a la vez. El problema de Gaza son los túneles…

¿Y en Líbano no hay túneles? Debe de haberlos. Yo en dos años no vi ninguno. También es cierto que la misión no se puede meter donde no le llaman, como en propiedades privadas. No te dejan. En cuando vas a un sitio, te salen 50 chavales de Hizbulá con motocicletas y AK-42 y no te dejan pasar. Eso me ha pasado dos veces.