Guerra en Oriente Próximo

Netanyahu dice ante la Asamblea General de la ONU que Israel "está ganando" una guerra con Irán

El primer ministro israelí ha lanzado un mensaje a los "tiranos de Teherán": "si nos atacan, los atacaremos; no hay lugar en Irán que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar, y eso vale para todo Oriente Medio"

El primer ministro de Israel, Benajmín Netanyahu.

El primer ministro de Israel, Benajmín Netanyahu. / AP

Andrea López-Tomàs

Andrea López-Tomàs

Ni las semanas de protestas ni las protestas internacionales para que acepte otro alto el fuego ni una sala medio vacía han impedido que el primer ministro de Israel, Binyamín Netanyahu, se dirija a la Asamblea General de las Naciones Unidas. Lo ha hecho este viernes "después de escuchar las mentiras y calumnias dirigidas contra mi país desde este podio". Netanyahu ha usado ese mismo lugar para defenderse y lanzar amenazas a partes iguales. "Tengo un mensaje para los tiranos de Teherán: si nos atacan, los atacaremos; no hay lugar en Irán que el largo brazo de Israel no pueda alcanzar, y eso vale para todo Oriente Medio", ha dicho. Desde la semana pasada, Israel se ha decidido a cambiar la ecuación en el conflicto con el Líbano con ataques indiscriminados a través de explosiones de dispositivos electrónicos al unísono y bombardeos por todo el país, que en apenas cinco días han matado a 742 personas.

"La guerra de Israel contra Hamás y Hizbulá continuará sin cesar", ha declarado, sin hacer mención alguna de la iniciativa francesa-estadounidense para un alto el fuego en el país de los cedros, a la vez que ha subrayado que no hay sustituto para la "victoria total". "Tengo otro mensaje para la Asamblea y el mundo fuera de aquí: estamos ganando", ha defendido el polémico primer ministro. Netanyahu ha repasado ambos conflictos en los que se encuentra su país. En primer lugar, ha hablado de la guerra contra Gaza, a apenas días de cumplirse un año de su inicio y que ya suma 41.534 muertes palestinas. Mientras el mundo escuchaba el discurso de Netanyahu, el Ejército israelí ha bombardeado el recinto del hospital Al Aqsa en la ciudad de Gaza, matando a al menos una persona.

"No buscamos repoblar Gaza"

Desde Nueva York, ajeno a los reclamos internacionales que no pasan de la retórica, el primer ministro israelí ha dicho que "todo lo que Hamás necesita hacer es rendirse, deponer las armas y liberar a los rehenes". Después de mostrar un mapa de la región que no incluía la Franja de Gaza ni la Cisjordania ocupada, aunque sí un amplio territorio llamado 'El gran Israel', Netanyahu ha dicho que, aunque el Ejército israelí seguirá luchando, "no buscamos repoblar Gaza, buscamos una Gaza desmilitarizada y desradicalizada". "No vamos a descansar hasta traer a los rehenes restantes a casa", ha declarado mientras un grupo de familiares de los cautivos, parte de su delegación, le jaleaban en un espectáculo forzado. La gran mayoría de los parientes de los rehenes llevan meses presionando a Netanyahu para que llegue a un alto el fuego que le permita liberar a sus seres queridos, la mitad de los cuales ya están muertos.

A su vez, el primer ministro israelí ha hablado de la intensificación del conflicto con Hizbulá. Netanyahu ha insistido que Israel "no tiene otra opción y todo el derecho" de atacar al Líbano y ha advertido que "continuará degradando a Hizbulá hasta que se cumplan todos los objetivos". "No descansaremos hasta que nuestros ciudadanos puedan regresar sanos y salvos a sus hogares; no aceptaremos un ejército terrorista apostado en nuestra frontera norte", ha defendido entre los únicos aplausos de su propia delegación y decenas de sillas vacías. La ausencia que tal vez le habrá dolido más es la delegación saudí, ya que ha dedicado parte de su discurso a presionar explícitamente a favor de la normalización entre Israel y Arabia Saudí. La brutalidad de su ofensiva militar contra la Franja de Gaza ha alejado aún más ese logro diplomático que tanto anhela.

Bombardeo masivo en Beirut

Netanyahu no ha abandonado el pleno sin criticar a Naciones Unidas, igual que ha hecho a lo largo de este año en el que se ha cebado con fuerza contra la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, por sus siglas en inglés). "Hasta que se seque este pantano antisemita, la ONU será vista por personas de mente abierta en todas partes como nada más que una farsa despreciable", ha dicho. Tampoco ha perdido la oportunidad de desestimar la inminente orden de arresto impuesta por la Corte Penal Internacional a él, y a su ministro de Defensa, Yoav Gallant, al igual que a líderes de Hamás, como "difícil de explicar como algo que no sea puro antisemitismo". Su discurso ha sido celebrado por sus aliados de ultraderecha, los radicales ministros Itamar Ben Gvir y Bezalel Smotrich, con mensajes en redes sociales.

Después de su intervención, Netanyahu se ha reunido con periodistas, pero ha tenido que abandonar la reunión informativa cuando su secretario militar, el mayor general Roman Gofman, le ha susurrado algo al oído. A la vez que esto ocurría, se han oído varias potentes detonaciones en Beirut y la población de la capital libanesa ha vuelto a aguantar la respiración mientras el humo de un bombardeo masivo se ha elevado por sobre del perfil de la ciudad. Por primera vez, desde todos los rincones de la urbe mediterránea, se ha oído el ataque israelí en los suburbios sureños de Beirut. A continuación, el Ejército israelí ha anunciado haber llevado a cabo un “ataque preciso” en la sede de Hizbulá que, según dicen, estaría situado debajo de edificios residenciales en Beirut.