Elecciones en EEUU

Elon Musk, la "estrella" que puede formar parte del nuevo Gobierno de Donald Trump

El candidato republicano ha prometido que el hombre más rico del mundo liderará una secretaría de "reducción de costes", cargo que puede suponer un conflicto de interés

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Sara Fernández

Carles Planas Bou

Elon Musk tiene un pie en la Casa Blanca. La victoria electoral de su gran aliado, Donald Trump, podría situar al hombre más rico del mundo dentro del próximo Gobierno de Estados Unidos. Solo hace falta que el futuro presidente del país cumpla con su promesa. Y, en su primer discurso tras conocerse los resultados de las elecciones, ha insinuado que así podría ser. "Ha nacido una estrella", ha dicho refiriéndose al polémico empresario.

En apenas dos años, Trump y Musk han pasado del odio al amor por interés. Aunque entonces se menospreciaban, en los últimos meses han tejido una poderosa alianza con beneficios para ambos. Musk ha regado la campaña trumpista con más de 118 millones de dólares, cruciales para movilizar a votantes republicanos en los llamados estados bisagra que han determinado estos comicios, pero también ha usado X/Twitter, de su propiedad, para amplificar la propaganda del partido.

Estos esfuerzos pueden tener recompensa. Musk podría desempeñar un papel importante tanto en la transición presidencial como en la nueva administración trumpista. Trump le ha prometido ser el nuevo "secretario de reducción de costes", un alto cargo gubernamental que le daría poder para despedir a miles de funcionarios públicos, como ya hizo en Twitter. "Se muere de ganas por hacerlo", ha dicho Trump.

Beneficios para su empresas

Apostar por el caballo ganador podría tener otros beneficios para Musk. De entrar en el próximo Gobierno republicano, el magnate tecnológico podría usar su influencia para impulsar cambios en las regulaciones federales, allanando el camino para sus empresas. Tesla y SpaceX, bajo su control, tienen cientos de contratos vigentes con la administración pública estadounidense. Aunque Musk reniega del Estado, ambas compañías han recibido en la última década unos 15.400 millones de dólares de los contribuyentes. Sobre ellas pesan al menos 20 investigaciones recientes por posibles ilegalidades, según adelantó The New York Times.

No solo eso. Gracias a una disposición enterrada en el código tributario, Musk podría beneficiarse de una de las mayores exenciones fiscales de la historia de EEUU, ha informado la revista Rolling Stone. La Oficina de Ética Gubernamental prohíbe a los empleados del Gobierno "participar personal y sustancialmente en asuntos oficiales en los que tengan un interés financiero" y puede exigirles desprenderse de las acciones que supongan un "conflicto de interés". Si eso sucediese, Musk no solo se beneficiaría de los recortes de impuestos que Trump quiere adoptar para las grandes fortunas, sino también de la cláusula que permite a los funcionarios aplazar indefinidamente el pago de todos los impuestos por las ganancias obtenidas con esas desinversiones.

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Sin embargo, parece improbable que Musk se aparte de Tesla, SpaceX o Twitter para incorporarse en el gobierno trumpista a tiempo completo. Según fuentes internas citadas por la prensa estadounidense, sería más plausible que el magnate tecnológico ejerza su influencia como miembro de un nuevo comité de expertos, cargo con el que no estaría sujeto a las normas éticas gubernamentales.

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