GAZA

La Corte Penal Internacional ordena la detención Netanyahu por crímenes de guerra y contra la humanidad en Gaza

También pide la detención de su exministro de Defensa, Yoav Gallant, porque han usado "el hambre como arma de guerra" y han "atacado intencionadamente a civiles"

Benjamin Netanyahu, primer ministro de Israel / Ma'ayan Toaf/GPO/dpa

Mario Saavedra

La Corte Penal Internacional (CPI) ha emitido una orden de arresto contra el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el que fuera su ministro de Defensa, Yoav Gallant, por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad en la guerra que ambos han liderado contra Hamás en Gaza desde el pasado 8 de octubre.

La Corte ha encontrado "motivos razonables para creer que el señor Netanyahu, nacido el 21 de octubre de 1949" y "el señor Gallant, nacido el 8 de noviembre de 1958" tienen "responsabilidad criminal como co-perpetradores en los siguientes crímenes, junto a otros: crimen de usar el hambre como arma de guerra, crímenes contra la humanidad por asesinato, persecución y otros actos inhumanos". También les considera, como superiores en la guerra, responsables de "ataques deliberados contra civiles".

La decisión ha sido tomada de forma unánime por el tribunal de tres jueces de la llamada Corte Preliminar 1, que llevaba casi medio año deliberando sobre la petición del fiscal general de la CPI, Karim Khan, que solicitó, el 20 de mayo, que se dictaran sendas órdenes de detención contra Netanyahu y Gallant.

La guerra en Gaza ha provocado ya la muerte de al menos 46.000 palestinos, en su mayoría mujeres y niños, tras los ataques de Hamás, que causaron al menos 1.139 muertos y 200 secuestrados.

En otra orden separada de arresto, la CPI ha pedido que se detenga al jefe del ala militar de Hamás, Mohammed Deif, por su implicación en los ataques del 7 de octubre contra Israel. Le acusan, entre otras cosas, de crímenes de guerra por la toma de rehenes y actos de violencia sexual, y cinco de lesa humanidad, incluidos exterminio y asesinatos. El fiscal había pedido la detención de los líderes de Hamás Ismael Haniyeh y Yahya Sinwar, pero ambos murieron en ataques israelíes.

El Alto Tribunal de La Haya desoye las peticiones de Tel Aviv de poner fin a la cuestión por falta de competencias. Israel no es signatario del Estatuto de Roma que creó la CPI, por lo que no tiene jurisdicción sobre su territorio, pero sí sobre los crímenes cometidos en Gaza y o por gazatíes.

Israel, a través de su ministro de Exteriores, Gideon Sa'ar, ha calificado la decisión como "un eclipse moral que convierte lo bueno en malo y sirve a las fuerzas del mal".

Ahora, los 124 países que sí han ratificado el Estatuto, entre ellos los europeos, deberán detener al premier israelí o a su exministro de Defensa en caso de que pisen su territorio, lo cual limitará sus movimientos internacionales. No todos los países cumplen con esa obligación de detención. El presidente ruso, Vladímir Putin, también tiene una orden de detención por presuntos actos genocidas en la invasión de Ucrania. Sin embargo, viajó a Mongolia, uno de los países firmantes, sin que las autoridades lo detuvieran.

Los crímenes de los que se acusa a Netanyahu

El tribunal considera que hay motivos razonables para creer que Netanyahu y su ministro de Defensa han violado la "legislación internacional humanitaria relativa a los conflictos armados" y que esta legislación aplica al conflicto entre Israel y Palestina. "La Corte cree que los crímenes contra la humanidad de los que se le acusa son parte de un ataque sistemático y generalizado contra la población civil de Gaza". Netanyahu y Gallant "de forma intencionada y con conocimiento han privado a la población civil de Gaza de objetos indispensables para su supervivencia, incluida agua, comida, medicinas y material médico, así como electricidad". El Gobierno israelí ha impedido la entrada sistemática de los camiones de ayuda humanitaria a Gaza, que han pasado de 500 al día antes de la guerra a menos de 37 en octubre.

También considera La Haya como acto criminal el corte de electricidad y la reducción del suministro de combustible, que ha tenido un "enorme impacto en la disponibilidad de agua en Gaza y en la posibilidad de los hospitales de proveer cuidados médicos". Por ello, consideran "que hay motivos razonables para creer que los señores Netanyahu y Gallant son responsables criminalmente del crimen de guerra de hambre como método de guerra". Además, esa privación de alimento está destinada a "crear condiciones calculadas para traer la destrucción de parte de la población civil de Gaza, lo que ha resultado en la muerte de civiles, incluidos niños, por malnutrición y deshidratación". Esto supone un "crimen contra la humanidad de asesinato".

El texto entra en el detalle de los horrores desatados en la Franja de Gaza. "Los médicos se han visto obligados a realizar amputaciones a personas, niños incluidos, sin anestesia". Para la Corte, esto supone un "crimen contra la humanidad de acto inhumano". También considera que hay base razonable para creer que "una parte significativa de los civiles de Gaza" ha sido desprovista de sus derechos humanos básicos, incluida la vida y la salud, y que esa población era "atacada por su origen político o nacional". Eso supone un "crimen contra la humanidad de persecución".

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También les considera responsables de "ataques directos intencionados a la población civil de Gaza". Apunta a al menos dos casos concretos de incidentes que pueden ser considerados como ataques directos a los civiles.

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