El «estafador del amor» portugués que engañó a una turista española

11 may 2022 / 15:50 h - Actualizado: 11 may 2022 / 15:58 h.
"Estafa"
  • El «estafador del amor» portugués que engañó a una turista española

Un juzgado madrileño ha abierto juicio oral contra un presunto "estafador del amor" portugués para el que la Fiscalía pide dos años y medio de cárcel y que indemnice con 16.800 euros a la víctima, una turista madrileña a la que conoció en un hotel y a la que engañó hasta conseguir casi 16.000 euros.

En el auto, al que ha tenido acceso Efe, la titular del Juzgado de Instrucción número 25 de Madrid acuerda la apertura de juicio oral contra Víctor Manuel R.G. por un presunto delito de estafa continuada contra la denunciante y ordena que preste una fianza de 16.800 euros para asegurar posibles responsabilidades.

La Fiscalía solicita una pena de dos años y medio de cárcel por un delito de estafa continuada mientras que la acusación particular, ejercida por el despacho Ospina Abogados, reclama cinco años de prisión por un delito de estafa y, subsidiariamente, tres años de prisión, más indemnización.

Los hechos que se enjuiciarán, en fecha por determinar, en la Audiencia Provincial de Madrid ocurrieron en junio de 2018, cuando la denunciante se encontraba de vacaciones en un hotel en Portugal en el que trabajaba el acusado, que entabló una relación de amistad y luego sentimental con la mujer, detallan fuentes jurídicas.

Al acabar las vacaciones la denunciante volvió a España y el hombre vino a verla, hasta que ambos se inscribieron como pareja de hecho en Madrid en noviembre de 2018.

Cuando el acusado tuvo la confianza de la mujer empezó a pedirle dinero, y ella llegó a ingresar 15.900 euros en una cuenta de la madre de él, para supuestamente arreglar un coche y pagar unas deudas en un banco, añaden las fuentes.

La supuesta víctima llegó a realizar dichas transferencias de entre 2.500 y 1.000 euros, alcanzando un total de seis transferencias en apenas seis meses.

Tras observar que las peticiones de dinero no cesaban, la víctima se negó a entregar más y fue entonces cuando el investigado rompió todo contacto con ella, sin devolverle nada.