El ultra Frente Nacional cambiará su nombre a Agrupación Nacional

El partido de extrema derecha francés cambia sus señas de identidad para superar el techo electoral, pero sin tocar su ideología antiinmigrantes

11 mar 2018 / 22:13 h - Actualizado: 11 mar 2018 / 23:22 h.
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  • Marine Le Pen. / Efe
    Marine Le Pen. / Efe

Consciente de haber topado con su techo electoral, la ultraderecha francesa lanzó ayer una publicitada operación de cambio de nombre y de renuncia a su patriarca, Jean-Marie Le Pen, para tratar de llegar al gran número de ciudadanos que nunca la ha votado.

Adiós al Frente, término considerado demasiado belicoso, y bienvenida a la Agrupación, nueva denominación del partido que dirige Marine Le Pen y que conserva el adjetivo Nacional como seña de identidad irrenunciable.

Los afiliados refrendarán ahora –lo contrario sería difícil de imaginar– en una consulta interna el nuevo nombre de Agrupación Nacional propuesto por Le Pen en el XVI Congreso de su partido, que giró en torno a la redenominación de una formación que, sin embargo, ideológicamente no se ha movido un ápice.

La mejor prueba de que las constantes de la fuerza política permanecen inalteradas la dio el discurso de clausura de Le Pen, en el que recurrió a sus argumentos habituales: inmigración, Islam, seguridad y proteccionismo.

Durante hora y media, Le Pen incidió en el nuevo eje que, a su juicio, vertebra hoy la política. Por un lado, los «globalizadores», encarnados por el presidente francés, Emmanuel Macron, y caracterizados por el «nomadismo» y el desapego que sienten hacia su nación y hacia las cosas duraderas.

Por el otro, los «nacionales», como ella, que defienden una civilización amenazada por las olas migratorias y por el avance del islamismo. Guardó para el final el secreto mejor guardado, la nueva denominación del partido, que fue recibida con frialdad por una audiencia poco convencida.

En un partido como el Frente Nacional, los cambios no se reciben con los brazos abiertos. Y si éstos se perciben como una forma de negación de su propio pasado, el proceso puede ser doloroso, aunque muchos lo vean necesario y reconozcan que el antiguo Frente Nacional ya había chocado contra su techo de cristal.

«Desde el punto de vista electoral, si queremos unir, era conveniente (el cambio). Pero personalmente, por lealtad, yo voté en contra», señaló el antiguo militar Thierry Llouberes, dirigente regional del partido en el departamento de Puy de Dôme.

Jean-Marie Le Pen, histórico fundador del partido, deja además de ejercer como su presidente de honor.