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Un bar el Portugal. / El Correo
Lisboa acaba de aprobar una normativa que incluirá multas de hasta 15.000 euros a los bares y restaurantes que sirvan comida en recipientes de plástico que no puedan retornarse o que no hayan sido fabricados con material reciclable.
Esta ciudad pasará a convertirse en Capital Verde Europea en el año 2020 y ha comenzado a preparar los cambios propios para el título que se le otorga. Las sanciones forman parte de la modificación del reglamento de gestión de residuos, limpieza e higiene urbana y entrarán en vigor el mismo día 1 de enero de 2020.
A partir de este día, los bares y restaurantes solo podrán servir comida o bebida que vaya en recipientes de materiales reciclados o que sean retornables. Incumplir dicha normativa se traduce en desembolsar entre 150 y 1.500 euros si se trata de particulares y entre 1.000 y 15.000 euros para empresas.
Además, los establecimientos de hostelería y comercios también estarán obligados a mantener limpio su entorno en un radio de dos metros ya que las multas también oscilan entre los 150 y los 15.000 euros si no se realiza adecuadamente.
Con estas medidas, la capital portuguesa se sitúa a la cabeza en cuanto a la retirada de plásticos de los alimentos que se adquieren diariamente, aunque en este caso hayan decidido comenzar por los bares y restaurantes de la ciudad. Reducir los plásticos que se utilizan para “proteger” los alimentos ha sido uno de los temas principales en la COP 25.
Cada vez son más las alternativas que pueden utilizarse para realizar las compras sin utilizar plástico alguno. Utilizar bolsas de tela o reutilizables para la fruta y verdura, comprar esta sin envoltorios de plástico, llevar bolsas de casa para toda la compra u optar por visitar tiendas a granel donde llevar recipientes de cristal, son solo algunas de ellas.