Lo que diga Mr. Trump

La gran incógnita. Un magnate excéntrico asirá el timón del mundo

30 dic 2016 / 21:34 h - Actualizado: 01 ene 2017 / 23:29 h.
"Política","Los retos de 2017","Donald Trump"
  • Obama y Trump arrancaron la trasferencia de poderes días después de las elecciones de EEUU. / M. Reynolds (Efe)
    Obama y Trump arrancaron la trasferencia de poderes días después de las elecciones de EEUU. / M. Reynolds (Efe)
  • El drama de los refugiados sigue pendiente. / Santi Palacios
    El drama de los refugiados sigue pendiente. / Santi Palacios
  • El Bretix, a confirmarse en 2017. / Efe
    El Bretix, a confirmarse en 2017. / Efe

¿Teniendo a Los Simpson, quién necesita a Nostradamus? Seguramente, a estas alturas, usted ya sabrá que los guionistas de la archiconocida serie de animación vaticinaron que el televisivo lunático irreverente Donald Trump sería presidente de los Estados Unidos de América. Ya sabe, la megapotencia mundial. Ese país que lleva décadas batallando por montar un mundo a su medida. Pues esa, y no otra, ha sido la gran noticia que ha zamarreado el orbe internacional del año que acaba de fenecer. Y es también la que marcará los grandes desafíos que en este neonato 2017 se ciernen sobre el mundo.

La Tierra dependerá, y mucho, de cómo resulte el melón aún por calar de Trump. O al menos eso es lo que se desprende del análisis que hace Joaquín Alcaide, catedrático de Derecho Internacional Público de la US que no ha dudado, en el tan complicado como entrañable lapso navideño, en descolgar el teléfono para atender a este periódico. Siria, refugiados, avance de populismos, ONU, Brexit o Cuba, como nombres propios de un paradigma, el planetario, que se moverá al habitual son que suene en Washington. Lo ahora distinto es que la música que viene no se la imagina ni el pinchadiscos.

Trump, amo de la Tierra

Dice un viejo adagio económico que cuando Estados Unidos estornuda, el mundo se resfría. Pues en política, la influencia norteamericana es incluso mayor. Imaginemos entonces que el gobernante de esta potencia dominante alberga ideas descabelladas que ha usado para ganar la batalla del voto: romper tratados internacionales de demostrada solvencia, paliar la inmigración con un vergonzante muro en la frontera, negar el cambio climático y animar la desmembración europea. Lo anterior es, ni más ni menos, que puntos claves de una campaña que no por errática ni polémica hizo que las urnas le volvieran la espalda.

El mundo espera la incógnita Trump con la esperanza de que modere un discurso plagado de excéntricas promesas. En Europa, se alerta de su cercanía con Farage -líder del partido separatista con la UE y de derechas- y con el Frente Nacional de Le Pen en Francia. China, un país que en 2017 seguirá ascendiendo en la escala de la hegemonía mundial y que despliega ejército en el Mar de China también está atenta al devenir del ejecutivo Trump.

La atención se magnifica en latinoamérica: Cuba, tras el fin del bloqueo estadounidense y el futuro que depara la muerte de Castro y México, con la decreciente inmigración a Estados Unidos, la bravuconada del muro y la presencia en el norte del país azteca de una fuerte industria maquiladora de inversión estadounidense. Que nadie olvide a Rusia: Putin y Trump presumen de una excelente relación, que sin duda, marcará las relaciones entre las dos superpotencias enfrentadas en la otrora Guerra Fría.

Oriente Próximo

En el sempiterno conflicto entre Israel y Palestina se abre una ventana desconocida. Por primera vez, el Consejo de Seguridad de la ONU condena los asentamientos israelíes, con la sorpresiva abstención de EE.UU., hasta ahora siempre contraria y que fue decisiva para llegarse a este término. Los enumeramos al principio de estos retos por su rabiosa actualidad, ya que esta resolución 2334 fue aprobada el pasado 23 de diciembre. Conocido es que las ideas de Trump en este extremo distan por completo, si bien, la postura de la potencia norteamericana era fundamental para conseguir esta histórica reclamación internacional. Un regalito envenenado que ahora tendrá que devolver el recién electo presidente yanqui. No hay que olvidar que 2017 también será el año del estreno de un nuevo secretario general en la ONU. El portugués António Guterres, ex primer ministro socialmocráta, tomó ayer, 1 de enero, las riendas del organismo internacional.

Refugiados

Más que un reto del 17, hablamos de una asignatura pendiente. Y lo es porque Occidente aún no ha conseguido la solución de acogida a los millones de personas, tratados de mercancías tras el vergonzoso acuerdo entre la UE y Turquía que ha supuesto un dique a la marea de refugiados que tenía por destino Europa. Alemania y Francia, adalides de la acogida a refugiados, cambiaron sus posturas acorralados por el ascenso de partidos xenófobos, que ganaron espacio al vincular el terrorismo sufrido en su seno con la llegada de refugiados.

Terrorismo

Como el drama de los refugiados, la lacra del terrorismo es más un asunto no solucionado que un desafío por librar. A decir verdad, el terrorismo es tan antiguo como el propio mundo. Sin embargo, ha entrado de lleno en el ideario occidental desde los albores del nuevo siglo tras los atentado de las Torres Gemelas, Madrid o Londres. Ahora sus objetivos en el autodenominado mundo libre están más relacionados con Francia, Alemania o Bélgica, ejecutados por europeos radicalizados en violentas ramas de integrismo islámico. Un grupo terrorista poderoso (Daesh), con infinitas ramificaciones y expansión amenaza los hogares europeos, y lo seguirá haciendo en 2017. La comunidad internacional tiene ante él un hueso duro de roer, al que por ahora responde participando en una guerra civil, la Siria, que también arrasa vidas. No se puede olvidar que el drama del terror se vive con mayor crudeza en Afganistán, Pakistán, Irak o la propia Siria que en la vieja Europa.

Populismos y elecciones

Si ‘populismo’ ha sido, según la Fundeu, la palabra del año, será también en 2017 cuando suene hasta la extenuación. El triunfo de Trump en las elecciones estadounidenses ha sido uno de los puntos de arranque, sin discusión el más importante, del periodo de victorias de realidades políticas xenófobas que amenaza. Alemania y Francia celebran elecciones generales en el presente año, y en ambas naciones ganan peso partidos de extrema derecha que han sido capaces, a través de un discurso fácil y demagogo, de conectar con una población en fase de rebeldía.

La crisis económica, el descontento generalizado y una suerte de castigo a la vieja clase política, unidos a la citada prédica multicomprensiva suponen todo un desafío para democracias consolidadas. El ejemplo está vigente: Hungría y Polonia ya han vivido peligrosos deslizamientos hacia la extrema derecha, y en Austria han rozado la victoria.

Brexit

Otra de las grandes noticias del ya histórico 2016 fue el inesperado resultado del referéndum británico sobre su permanencia en la Unión Europea. Pese a las encuestas -que también fallaron aquí-, la voluntad popular apostó por la salida, y será en este 2017 cuando se tenga que confirmar. Según la justicia británica, esta huída de la comunidad solo será válida si la refrenda el Parlamento. Se pretende que sea en marzo, y la actual primera ministra, Theresa May, ha de librar con un partido, en Conservador, abierto en canal por las divergencias entre proclives al Brexit y contrarios -o al menos solicitantes de mantener algunos acuerdos-. En todo caso, no será rápido ni indoloro: el plazo es de dos años y mediante una fuerte negociación para un acuerdo de retirada.

El mundo espera la incógnita Trump con la esperanza de que modere un discurso plagado de excéntricas promesas. Israel y Palestina, los refugiados y el ‘brexit’, entre otros temas, serán noticia en 2017