La Dirección General de Sanidad (DGS) de Portugal recomendó hoy a las empresas que eviten celebrar reuniones presenciales y los apretones de manos, que promuevan el teletrabajo y que dispongan de áreas de aislamiento donde los trabajadores con síntomas de coronavirus puedan esperar antes de ser evaluados.

Estas son algunas de las medidas recogidas en un documento de orientación divulgado hoy para hacer frente al brote de Covid-19, del que todavía no hay ningún caso confirmado en el país, aunque siete pacientes permanecen hospitalizados bajo sospecha de haber contraído el virus.

La DGS recomienda a las compañías que promuevan formas alternativas de trabajo en la medida de lo posible, como el teletrabajo, las reuniones por vídeo o teleconferencia y el acceso remoto de los clientes, con un refuerzo de las infraestructuras tecnológicas de comunicación.

También pide que sus planes de contingencia incluyan normas de conducta social sobre la frecuencia o la forma de contacto entre trabajadores o con los clientes, evitando los apretones de mano y los puestos de trabajo compartidos.

Las compañías deben contar con un área de aislamiento con ventilación natural y sin moquetas o cortinas, donde los trabajadores con síntomas y sospechas de padecer el virus puedan esperar a ser evaluados por un médico o trasladados a un hospital.

Las autoridades aconsejan la vigilancia activa durante un periodo de 14 días de los trabajadores que hayan tenido contacto con casos confirmados de Covid-19.

Además, la DGS alerta a las empresas de que deben estar preparadas para que parte o la totalidad de sus trabajadores no acudan a sus puestos de trabajo por enfermedad, suspensión de transportes públicos o cierre de escuelas, entre otros motivos.

Preguntado por la prensa, el primer ministro luso, António Costa, dijo hoy que con el grado de expansión del virus "tarde o temprano" habrá casos confirmados en Portugal, pero aseguró que el país está preparado para afrontarlos y pidió que se tomen medidas de prevención "sin dramatismo ni pánico".

Portugal es uno de los países europeos sin casos de coronavirus confirmados, aunque cuenta con un ciudadano nacional infectado, un hombre de 41 años que trabaja como tripulante en el crucero Diamond Princess, amarrado al sur de Tokio y que está hospitalizado en Japón.