Coronavirus

Responsabilizan a la vacuna de Pfizer de 23 muertos en Noruega

Ni dos meses han transcurrido desde la llegada de Pfizer, la primera vacuna aprobada contra el COVID-19, y ya hay juicios sobre sus efectos secundarios

Carmen Osuna CarmenOsunaG /
16 ene 2021 / 15:07 h - Actualizado: 16 ene 2021 / 15:11 h.
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Desde el pasado viernes, Noruega, país que ya ha recibido y administrado más de 20.000 vacunas, se encuentra en una profunda investigación a causa de 23 muertes registradas pocos días después de la inyección de las primeras dosis.

Esta inmunización tan deseada y complicada a la vez, ha desatado el miedo y la indignación tanto a expertos sanitarios como a reafirmantes negacionistas de ponerse las vacunas.

Después de administrar más de 47.000.000 de vacunas en 49 países, este laboratorio ha anunciado recientemente su descenso del envío de suministros a los países europeos, tanto para modificar sus procesos de producción como para conseguir aumentar la disponibilidad de las mismas, algo a lo que el Instituto de Salud Pública de Noruega respondió preocupado por la necesidad pertinente.

Lo importante está en la puntualización de los peligros y efectos secundarios de la vacuna, ya que las muertes acontecidas han sido de personas mayores de 60 años con alguna patología o alergia previa.

Como se especifica en el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades, “nuestro sistema inmunitario tiene diversas herramientas para combatir infecciones (como la del coronavirus en este caso) y nuestra sangre contiene glóbulos rojos, que transportan oxígeno a todo nuestro cuerpo, y glóbulos blancos, que combaten estas infecciones”. Estos glóbulos blancos pueden ser macrófagos, linfocitos B y linfocitos n, tres de los cuales, glóbulos que actúan con menor eficacia en los más mayores, por déficit de abundancia o por desgaste.

Aun así, los responsables de crear esta vacuna, recomendaron las primeras dosis para los propios sanitarios o para los residentes en establecimientos de cuidados a largo plazo, como los recién fallecidos en Noruega.

Por consiguiente, tras la hecatombe que se está produciendo, la Agencia Noruega de Medicamentos y el Instituto Nacional de Salud Pública aseguran estar investigando estas muertes, de las que 13 ya han sido evaluadas. Tras las respuestas de esa decena de autopsias, esas organizaciones han hablado de las posibles reacciones graves que pueden tener los efectos secundarios de esas dosis en personas ancianas y frágiles. Algo que advierten y afirman que no trata de incitar a los más jóvenes y saludables a no querer vacunarse, sino a “rastrear la seguridad de las vacunas contra el covid, especialmente aquellas que están basadas en tecnologías novedosas como el ARN mensajero