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El metro de Londres, en la tarde de ayer EFE/EPA/FACUNDO ARRIZABALAGA
A España le cuesta salir del top ten de los países más afectados por la pandemia en el mundo. A día de hoy, ocupa el puesto número 11 en la clasificación de países con la incidencia acumulada más desbocada en las últimas dos semanas: 631 casos por cada 100.000 habitantes.
Sin embargo, una somera lectura de los países con una incidencia peor aún demuestra que el virus y sus variantes circulan sin control por casi todo el planeta: en las remotas islas Fiyi (Oceanía) la incidencia se sitúa en 1.334 y en las también lejanas islas Seychelles (en el Océano Índico), en 1.278. En pleno Mediterráneo, Chipre ocupa el tercer peor puesto con 1.130. Y entre los diez peores puestos de esta maldita clasificación afloran ya, peligrosamente por lo que supone, varios países africanos como Túnez (878), Botsuana (795) o Namibia (643). Otros países dentro de estos primeros puestos inciden en ese descontrol de la pandemia a nivel global: Cuba, con una incidencia de 715 –la gota que ha colmado el vaso de las protestas de la semana pasada-, es el séptimo país con la incidencia acumulada más destacada; Mongolia, al otro lado del mundo, el octavo. Por lo demás, dentro de Europa solo están en peor situación que España el Reino Unido (826) y los Países Bajos (682).
El resto de países europeos, también afectados por el Covid y temerosos de la quinta ola, están sin embargo bastante alejados de la incidencia española. El más cercano es Portugal, que acaba de superar los 400 puntos. A partir de ahí hacia abajo, hay países europeos con la incidencia ya mucho más baja: Luxemburgo, Irlanda o Dinamarca, con una incidencia en torno a los 200 casos por cada 100.000 habitantes. La vecina Francia, que acaba de decidir impedir hacer vida pública a los negacionistas de la vacuna, sitúa su tasa en 127. En Alemania, la incidencia es ya afortunadamente ridícula: 17 casos por cada 100.000 habitantes. En la Europa del Este casi todos los países presentan una incidencia ya por debajo de 30.
Curiosamente, el vecino Marruecos solo acumula una tasa por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días de 67. En China hace tiempo que la incidencia, según los datos oficiales, está a cero.