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El nuevo Consejo Político federal de Izquierda Unida, ayer al finalizar la asamblea. / Fernando Alvarado (Efe)
El jefe de campaña de Podemos y secretario político de esta formación, Íñigo Errejón, aseguró ayer que harán una campaña electoral «patriótica» porque se trata de «cuidar a la gente y proteger a los que se han esforzado durante los años más duros». Por su parte, Alberto Garzón, desde ayer líder de IU, y socio del partido morado para las próximos elecciones bajo el nombre de Unidos Podemos, se ve ya inmerso en la «épica de la victoria», contagiado por las encuestas que sitúan a esta formación como segunda fuerza política por detrás del PP pero delante del PSOE:
Errejón, que participó en un acto en Salamanca, destacó que el cambio que propone Podemos «va a ser con mucha gente» y de ahí que haya tendido la mano a «todos los actores políticos y a la ciudadanía» para construir un Gobierno «que se ocupe de nuestra gente». Así, pidió a los «actores políticos» que quieran revertir «las políticas injustas del PP y el espectáculo dantesco de saqueo de las instituciones que no se equivoquen de adversario», e hizo hincapié en que Podemos es «la punta de lanza del cambio político».
Casi al mismo tiempo, Garzón era elegido nuevo coordinador general con el apoyo del 77 por ciento, por ciento del consejo político de IU a tres semanas de las elecciones. Lógicamente, la Asamblea General servía para dar el relevo a Cayo Lara, que recibió una emotiva despedida. En su primer discurso, un tanto acelerado y con mucha carga ideológica, en el que advirtió al PP y a Ciudadanos de que su campaña «del miedo» contra Unidos Podemos, alertando de que «vienen los rojos», no les va a funcionar.
«A los que damos miedo es a los que han saqueado y expoliado el país» y no a los parados, a los que han sido desahuciados o han tenido que emigrar de España para sobrevivir, dijo Garzón en un discurso en el que hizo mucho hincapié en la vieja dicotomía de la izquierda «capital-trabajo».
Repasando los últimos años de IU, insistió en que Izquierda Unida no ha doblegado «la rodilla», y por estas razones, sigue siendo una formación «necesaria» que ha luchado y seguirá haciéndolo contra el «cacique del pueblo, contra el explotador y contra las injusticias».